Cómo navega un adoptado por la burocracia guatemalteca
Cómo navega un adoptado por la burocracia guatemalteca
Miles de niños fueron adoptados durante el conflicto armado interno y llevados al extranjero. Más de treinta años después y en búsqueda de sus orígenes, se han topado con un aparato estatal que complica su búsqueda. La guatemalteca-noruega Melissa Ramos, residente en Noruega desde hace 32, explora la maraña institucional y lo difícil que es acercarse a su pasado para conectarse con su raíz.
Si usted está leyendo esto, es probable que haya conocido o conozca a un guatemalteco adoptado. Aproximadamente 50,000 guatemaltecos fueron adoptados a 19 países en el extranjero entre los años 80 y mediados de la década de 2000, antes de que cerraran las adopciones en Guatemala en 2008.
También significa que tiene alguna idea de cómo puede ser para un adoptado familiarizarse con un país sin conocer idioma, códigos sociales y costumbres, sin mencionar el desconocimiento de los hechos históricos, políticos y religiosos. Así es como puede ser para cualquier adoptado que regresa a su país de origen en busca de verdades.
En el contexto de la adopción, Guatemala inscribe a todo recién nacido en la base de datos de identificación personal, el Registro Nacional de las Personas (Renap). Por regla general, todo niño nacido en suelo guatemalteco es ciudadano, independientemente de que permanezca en el país. Esto significa que los adoptados guatemaltecos tienen un número de partida de nacimiento, es decir, el Código de Identificación Única (CUI) DPI (cédula previa) toda su vida, así como derechos en el país como cualquier otro ciudadano. Esto, independientemente de que se haya expedido o no la cédula de identidad sino la partida de nacimiento demuestra que la adopción ha sido inscrita en el Registro Civil.
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Actualmente, el número de adoptados que tienen DPI —y por lo tanto un número de identificación— varía. La diferencia es que quienes fueron adoptados conforman un grupo que no ha recuperado su número de identificación antes de los 18 años, ni consiguieron cédula de vecindad antes de que desapareciera.
Aunque Guatemala ya no facilita las adopciones a nivel internacional, es necesario implementar un organismo o entidad para que los miles de adoptados en todo el mundo y sus padres puedan navegar por la burocracia y el sistema que rodea sus orígenes e historia. Las comunidades de adoptados y las organizaciones solidarias lo hacen en el presente, aunque no sustituye la necesidad de un organismo local, físico y oficial en el país.
Hasta ahora, la burocracia de la adopción ha estado formada por las partes y las instituciones encargadas de hacer realidad una adopción, pero los adoptados no lo conocen. Hoy en día, deberíamos renovar el término «burocracia de la adopción» para señalar los recursos disponibles para los adoptados en el presente. Esto se debe a que parte del antiguo sistema existe y se ha renovado, como el Consejo Nacional de Adopciones (CNA) y los servicios del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minex), aunque puede parecer fragmentado para un adoptado o familia adoptiva nueva en el país.
Una redefinición del término burocracia de adopción aclara qué actores sirven a los adultos adoptados en su búsqueda y qué parte maneja las adopciones actuales a nivel nacional. La terminología define el marco existente para la adopción a nivel nacional, pero debemos recordar que la burocracia actual en materia de adopción también necesita atender casos de casi 40 años. También los hará más responsables. Es decir, aclarar las instancias a las que un adoptado tiene que dirigirse para obtener sus documentos de identidad, buscar respuestas y/u obtener justicia.
Es importante crear una ruta para entender los servicios que ofrecen el Renap, el Minex y el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) a un adoptado que necesita obtener o resolver sus trámites legales.
El problema con los casos de derecho de adopción
Si «desapareció» al momento de su nacimiento, su identidad se eliminó y se le cambió el nombre, el sistema judicial regional puede ser una herramienta necesaria para que un adoptado guatemalteco se familiarice con el camino hacia la justicia si hubo una adopción ilegal o irregular e información falseada. Esto se debe a que la corte constitucional guatemalteca no conoce adopciones internacionales.
Un caso de adopción internacional es un acuerdo entre dos países, también entre dos familias —una biológica y otra adoptiva—. Los casos de derecho de adopción son un caso penal a nivel estatal y van más allá de la ofensa civil. Un acuerdo de relaciones intergubernamentales de protección transnacional de la niñez. Los casos de derecho de adopción a menudo carecen de reconocimiento estatal y jurisprudencia y corren el riesgo de volverse obsoletos debido al estatuto de limitaciones.
Es la dualidad de la identidad del adoptado y la pertenencia a múltiples sistemas legales y estados lo que dificulta saber qué país es responsable de qué daño en estos casos de cuidado infantil. Una sentencia que reconozca específicamente un acto de adopción ilícita también puede ser difícil de obtener de forma independiente cuando a menudo se ve en relación con casos de desaparición.
Es por ello que la primera sentencia contra el Estado guatemalteco por adopción internacional ilícita fue llevada a la Corte Interamericana de Derechos Humanos en Costa Rica (Hermanos Ramírez y Familia contra Guatemala 2015). El caso es único en el contexto regional y nacional.
Lo que hay que tener en cuenta
Para un adoptado que quiere regresar y vivir en su país de origen, ¿por dónde se empieza para obtener seguro social, una licencia de conducir, declarar impuestos, abrir una cuenta bancaria, votar, presentarse a un cargo público o reclamar un pasaporte? Todo eso se puede obtener y acceder como cualquier otro conciudadano.
En realidad, no debería de ser distinto para un adoptado guatemalteco que para un guatemalteco que reside y crece en el extranjero, en términos de papeleo. La respuesta corta es el aspecto emocional: no saber que perteneces al sistema ni saber que tienes derechos como cualquier ciudadano. Y si sabes que los tienes, no sabes cómo ni por dónde empezar cuando vuelves por primera vez.
Renap
Todo empieza y termina con el Renap. Aquí es donde un adoptado descubre por primera vez el nombre o los nombres con los que fue inscrito por nacimiento.
Otra cosa es que los documentos de identificación sean reales o no, pero suele ser el punto de partida para que el adoptado o el investigador obtengan los documentos para la partida de nacimiento, el DPI y/o el pasaporte y la información sobre la posible familia biológica. Independientemente del método de búsqueda que elija el adoptado, si no se pueden encontrar los datos necesarios a través de Renap, terminará la búsqueda, pues la institución es la responsable de la identificación.
Al igual que en otros países de América Latina, pueden surgir problemas para obtener el DPI y/o el pasaporte si no se ha expedido en los primeros 18 años.
La base de datos de búsqueda pública
La base de datos de adoptados, creada hace un año por el Gobierno guatemalteco en colaboración con el Minex y el CNA, hizo posible que los adoptados puedan buscar fácilmente sus datos. Sin embargo, para utilizar el servicio se necesita la información que un adoptado probablemente no tiene, como los nombres de los padres biológicos, el lugar de nacimiento, las fechas de su nacimiento y cuándo se produjo la adopción.
Si es accesible, la información se envía al Renap en busca de una coincidencia.
La consulta es gratuita.
Conocido como el único organismo local de adopciones nacionales que funciona desde el cierre de la facilitación de las adopciones internacionales en 2008, el CNA ayuda ahora a los adoptados a encontrar sus orígenes y familias biológicas, según se lee en su página web.
El conjunto de estos servicios se considera un reconocimiento formal de las comunidades de adoptados y adoptantes de todo el mundo.
Instituto Guatemalteco de Migración
El departamento internacional del Instituto Guatemalteco de Migración es el organismo que emite el pasaporte y confirma la identidad si el adoptado tiene varios nombres. Esto es lo más cercano a la fusión oficial y técnica de sus identidades, y la posibilidad de tener su pasaporte declarando que es uno y el mismo habiendo nacido en Guatemala con uno o dos juegos de nombres.
Este es un servicio particularmente importante si el adoptado también recibió una fecha de nacimiento diferente, lo que puede ser una ocurrencia común debido a la falta de registro preciso en el momento del nacimiento, ya sea por un hospital o una institución de cuidado de niños.
Las instituciones de atención a la infancia
Como primeras instancias, los orfanatos, los hogares de acogida y otras instituciones de servicio social que se ocuparon de los huérfanos durante los años de facilitación de la adopción en Guatemala, suelen ser el primer punto de contacto natural para un adoptado que busca sus raíces.
Las diversas instituciones de cuidado de niños en las que un adoptado pasó sus primeros años introducen un juego de adivinanzas sobre si los registros están guardados o destruidos, por parte de qué institución, sin mencionar el encuentro con trabajadores sociales y otras personas que afirman conocer una historia anterior.
Para las familias adoptivas que viajan juntas, o para los adoptados que tienen la única misión de buscar respuestas con un tiempo limitado, una comparación adecuada sería un juego de ruleta rusa al navegar por instituciones, papeles y personas en la búsqueda de la verdad. Los factores podrían ser información sensible oculta o incorrecta por razones religiosas o corruptas y eso es fácil para engañar a un grupo de población minoritario, con pocos o ningún recurso desde el principio.
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Funcionarios del gobierno y particulares
Los funcionarios del gobierno, los burócratas locales, los abogados, los detectives privados, los investigadores académicos, los investigadores y los trabajadores sociales deben darse cuenta del costo emocional que supone para este grupo de guatemaltecos averiguar sobre sus orígenes.
Así, deben ver la conexión entre la adopción internacional y la historia del país, como la guerra civil y el resultado del conflicto interno como adoptados en el reencuentro y retorno a su país.
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La conciencia aclara por qué un adoptado guatemalteco —con un español a menudo incompleto, poca o ninguna red local y la falta de códigos sociales— está pidiendo lo mismo que la siguiente persona en la fila y lo que realmente significa en el panorama general. O por qué un guatemalteco adulto tiene poca o ninguna historia institucional o rastros socioeconómicos, similar a cuando un expatriado elige residir en Guatemala.
La concienciación sobre el tema de la adopción nacional e internacional es también lo que puede hacer un vínculo con instituciones como la Secretaría Contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas (Svet) y aumentar la visibilización de los derechos de la niñez.
La necesidad de renovar el sistema
La información y las directrices sobre qué hacer y cuándo para un adoptado que quiere recuperar sus papeles es algo que las autoridades de los países adoptantes nunca tuvieron en cuenta.
El resultado son agrupaciones con perspectiva comunitaria hacia aquellos que han encontrado o no sus orígenes, es decir, la familia biológica, los documentos de identidad para poder rellenar los vacíos de su historia. Pero cuando las historias y los conocimientos difieren, puede ser un reto operar como un órgano de asesoramiento para cada uno en las diferentes fases de la vida.
Tener que navegar por el sistema político y legal implica un alto costo emocional. Esta es una razón que justifica la renovación del sistema de adopciones. Y es necesario que haya una fusión entre las autoridades de ambos países —el adoptivo y el de origen—, ambos representantes de un intercambio, que algún día fue parte de la política exterior entre las naciones, un comercio exterior, un acto humanitario o legal, o ninguno de los dos.
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