Posiblemente este párrafo resume el sentir y pensar de miles de ciudadanos en Guatemala. ¿Ustedes creen que Guatemala ha fracasado en crear espacios que generen equidad y justicia distributiva? ¿Consideran que el poder político y económico es el único responsable del mal endémico de la corrupción, instalado por esa falta de ética? ¿Es Guatemala un Estado fracasado (no olvidemos que el Estado somos todos)?
Y estoy seguro de que es en este momento en el que algún avispado lector pensará que estas interrogantes no tienen nada que ver con el título de este artículo. Tal vez crea que simplemente es un truco para generar interés en un tema que consideramos del pasado, pues las bibliotecas son para hacer las tareas escolares. Las bibliotecas, pensará, nada tienen que aportar a la lucha de la corrupción. O tal vez sí.
La Feria Internacional del Libro en Guatemala (Filgua) se ha ganado por derecho propio el convertirse en uno de los festivales literarios más importantes de Centroamérica. Este certamen es el referente cultural más relevante de Guatemala.
Desde 2016, el Concurso Nacional de Bibliotecas Públicas forma parte de su extenso programa cultural. Es organizado por la Asociación Gremial de Editores de Guatemala y desde su segunda edición cuenta con el apoyo de la Fundación Riecken, una organización de la sociedad civil cuya estrategia de desarrollo humano gira en torno a la figura de la biblioteca comunitaria administrada por un conjunto de ciudadanos voluntarios, siendo la constante formación de líderes y el servicio a la comunidad dos de los aspectos fundamentales del modelo de biblioteca que impulsa.
La Asociación Gremial de Editores de Guatemala y la Fundación Riecken consideramos que las bibliotecas, independientemente de su enfoque, titularidad, tipo de comunidad usuaria o grado de especialización, son agentes esenciales en la educación para la ciudadanía. Sus servicios se orientan al aprendizaje de los derechos y deberes de los ciudadanos, al respeto por los valores democráticos y por los derechos humanos y a la importancia de la solidaridad, la tolerancia y la participación en una sociedad democrática. Las bibliotecas son espacios privilegiados para que todos, niños, jóvenes y personas adultas, nos convirtamos en ciudadanos responsables y activos.
De esta forma, el concurso permite visibilizar las bibliotecas públicas como verdaderos centros locales de desarrollo y de construcción ciudadana. Es un concurso abierto en el que pueden participar las bibliotecas públicas (no universitarias ni académicas) de todo el territorio guatemalteco.
Y es aquí donde radica la importancia de la visión de los organizadores y gestores de la Filgua: las bibliotecas públicas desempeñan un papel esencial en la construcción de una ciudadanía en libertad, crítica y proactiva en Guatemala. La Filgua y el Concurso Nacional de Bibliotecas Públicas son una forma innovadora de generar más calidad democrática.
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El Banco Interamericano de Desarrollo, en su artículo La educación como herramienta para combatir la corrupción, argumenta que la formación en ciudadanía es uno de los mecanismos más efectivos para prevenir la corrupción: a mayor educación cívica, menos permisividad de prácticas corruptas y menor tendencia a violar la ley.
En la medida en que la Filgua fortalece las bibliotecas públicas de Guatemala se está promoviendo una conciencia social de participación y se desarrolla el potencial de la población para ejercer su rol de ciudadanía plena. Las bibliotecas públicas son espacios en los que se promueven, junto con Gobiernos locales, más acceso a información pública y participación social.
Desde la creación del concurso, cuatro han sido las bibliotecas públicas ganadoras:
- Rija’tzuul Na’ooj (San Juan La Laguna, Sololá)
- Ventanas Abiertas al Futuro (Chiché, Quiché)
- Gabriela Mistral (San Juan Chamelco, Alta Verapaz)
- Mi Nuevo Mundo (Huitán, Quetzaltenango)
Igualmente, otras tantas han recibido una mención especial:
- Fuente de Sabiduría (San Carlos Sija, Quetzaltenango)
- Centro Cultural Chancol (Chiantla, Huehuetenango)
- Licenciado Bernardo Lemus Mendoza (Purulhá, Baja Verapaz)
- Buena Vista (Sipacate, Escuintla)
En vista de la enorme demanda social, los altos niveles de corrupción y la mala distribución de los recursos para que el Estado garantice a la población el goce pleno de todos sus derechos, es de vital importancia la creación de una cultura ciudadana en Guatemala, caracterizada por un alto compromiso ciudadano con el desarrollo equitativo del país. Y la Filgua es uno de los pocos espacios en Centroamérica (sí, leyó bien: Centroamérica) que reconocen la importancia que tienen las bibliotecas públicas en la construcción de una sociedad más equitativa, empática y justa.
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