¿Usted paga impuestos? ¿Le gusta? ¿Puede elegir entre pagarlos o evadirlos? ¿Le parece justo que usted esté obligado a tributar mientras otros evaden impunemente?
Estas preguntas, por tontas que suenen, son lo que en mi opinión todos deberíamos sentir al ver con qué descaro grupos de empresarios ganaderos y cafetaleros pretenden legalizar el incumplimiento de sus obligaciones tributarias. Me parece ofensivo e injusto que busquen, de forma descarada, privilegios e impunidad fiscal luego de décadas forrándose al operar en la informalidad y evadir impuestos, mientras consumidores, trabajadores, profesionales y muchos empresarios sí pagamos impues...
Estas preguntas, por tontas que suenen, son lo que en mi opinión todos deberíamos sentir al ver con qué descaro grupos de empresarios ganaderos y cafetaleros pretenden legalizar el incumplimiento de sus obligaciones tributarias. Me parece ofensivo e injusto que busquen, de forma descarada, privilegios e impunidad fiscal luego de décadas forrándose al operar en la informalidad y evadir impuestos, mientras consumidores, trabajadores, profesionales y muchos empresarios sí pagamos impuestos con puntualidad y responsabilidad.
Por un lado, los ganaderos, con el apoyo de los diputados Gabriel Heredia, Julio César Longo, Julio Lainfiesta, Carlos Fion, Óscar Chinchilla, Jaime Regalado, Alicia Dolores Beltrán, Araceli Chavarría, Nery Samayoa, Juan José Porras, Sofía Hernández, Armando Escribá y Mario de León, presentaron la iniciativa de ley número de registro 5182. Un verdadero adefesio legislativo que ostenta el título de Ley de fomento y desarrollo de la ganadería bovina, ovina, caprina y porcina de la república de Guatemala, que beneficiaría a las «demás actividades de carácter pecuario, así como la industrialización de los productos y subproductos de origen animal». ¡Vaya! ¡Qué no puede caer en semejante bolsón legislativo! ¡Hasta cadenas de comida rápida quedarían incluidas!
El referido adefesio legislativo tiene errores infantiles de forma, como que por un lado propone la creación de un viceministerio de ganadería, pero en realidad el texto parece referirse a un consejo de fomento y desarrollo de la ganadería. ¡Ups! Parece que mezclaron versiones de borradores distintos. Pero, dejando de lado ridículos y bochornosos errores de forma, la propuesta incluye cuantiosos privilegios fiscales para los ganaderos y demás pretendidos beneficiarios, como exoneración del IVA y a cambio crearles un impuesto del 1 % sobre ventas brutas sin especificar las bases de recaudación que la Constitución ordena para todo impuesto (sujetos activos y pasivos, período de imposición, determinación de la base imponible, etcétera).
Además, propone exención de derechos arancelarios y demás cargas fiscales aplicables a la importación de maquinaria e insumos de la actividad ganadera, incluyendo semovientes, embriones y semen de especies registradas. Y por si no fuera suficiente, exención del ISR por 10 años. ¿Qué tal para un sector cuyos representantes han reconocido públicamente que han operado en la informalidad y sin pagar impuestos por décadas?
¿Ya qué viene este súbito interés por legislar condiciones especiales y privilegios fiscales para los ganaderos? ¿No será que, con la regulación del secreto bancario y con la posibilidad de que la SAT pueda contrastar sus movimientos financieros con los impuestos que han pagado o incluso demostrar que han tenido ganancias millonarias sin siquiera estar inscritos en la SAT, han entrado en pánico ante la posibilidad de ir a la cárcel por evasores?
¿Y no será que a los cafetaleros también les esté causando pánico la posibilidad de que la SAT los fiscalice de verdad, en serio, y use el acceso a información bancaria para descubrir los millones que han evadido por años?
Repito que me parece un insulto que esta gente venga ahora con descaro a manifestar en las calles y a proponer que el Congreso les apruebe privilegios fiscales. No. Creo que, en vez de eso, la SAT debe investigarlos y obligarlos a pagar lo que han robado. Y en los casos en que se hayan cometido delitos, denunciarlos ante el Ministerio Público y el Organismo Judicial y juzgarlos de conformidad con la ley.
No olvidemos que tan ladrón es un corrupto como un evasor de impuestos. Ambos son delincuentes y deben ser castigados conforme a la ley.
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