La independencia judicial, como principio básico, está en trapos de cucaracha cuando rápidamente sectores y partidos que se sienten afectados por las embestidas a favor de la lucha contra la impunidad la coloca contra las cuerdas. El recuerdo permanente de las agendas a las cuales responder es como el Pepe Grillo que les habla al oído, especialmente cuando hay probabilidades de tambaleo.
Como no se trata de generalizar, es indiscutible que algunos de los 12 magistrados razonan de forma...
La independencia judicial, como principio básico, está en trapos de cucaracha cuando rápidamente sectores y partidos que se sienten afectados por las embestidas a favor de la lucha contra la impunidad la coloca contra las cuerdas. El recuerdo permanente de las agendas a las cuales responder es como el Pepe Grillo que les habla al oído, especialmente cuando hay probabilidades de tambaleo.
Como no se trata de generalizar, es indiscutible que algunos de los 12 magistrados razonan de formas distintas y quieran distanciarse de la parcialidad que quiere dominar en la CSJ. Esas personas, que son una minoría, deben hacerse escuchar para demarcarse y dejar en evidencia a quienes quieren marchar como obedientes. Esa decisión no es fácil, pero hoy es imprescindible. Eso implica dejar ataduras y sometimientos, vencer temores reales e infundados, pero sobre todo ser congruentes con la demanda ciudadana de contar con un sistema de justicia plena que no sucumba a las tentaciones y a los intereses del momento.
Líder está golpeado al quedar en evidencia su doble rostro: el de un partido con un conjunto de intereses agazapados que al rascar un poco saca a relucir el tipo de contenido que le ha dado forma y pretende extenderse al hacerse del poder. En 2011 ganó la segunda vuelta electoral al resultar triunfador en 12 de los 22 departamentos gracias a un préstamo de votantes provenientes de la UNE. Ahora cambió de estrategia y cosechó durante cuatro años un aparato de operadores territoriales cuya movilidad, cuyo conocimiento del terreno y cuya capacidad de generación de alianzas cargadas de opacidad son la fuente de acumulación de capitales y electores.
Más que elegir a un partido para gobernar, estamos ante un momento de inflexión en materia de agrupación y representación de intereses. Los profundos vacíos creados por un modelo que se ha alimentado a costa de degradar el Estado y a sus ciudadanos ha generado un engendro de rápido crecimiento que representa a quienes han maniobrado desde las sombras y ahora salen a la luz desde lo siniestro.
Más de este autor