Cualquiera que haya escuchado extractos de algunas de las más de 80 000 escuchas telefónicas que se han recabado como evidencia en el proceso judicial contra los sindicados en el caso La Línea y presentados durante la audiencia de la exvicepresidenta Roxana Baldetti hace unas semanas habrá podido constatar el tono natural, coloquial y relajado de los implicados en este caso de defraudación aduanera que ha producido el derrumbe del gobierno patriota.
«¿Cómo está, mi estimado amigo? ¿Cómo va todo por la casa?». «Bien, gracias a Dios. Sin novedades». «¿Cómo siguió su tío?». Con ese tono bonachón, casi caluroso, empiezan por lo regular las conversaciones, como de quienes van a tratar cualquier asunto ordinario. Pero este es solo el preludio de lo que a continuación serán conversaciones sobre su actuación criminal, con códigos tan evidentes que al juez Miguel Ángel Gálvez no le costó efectuar una cronología y reparar en quiénes eran el 1 y la 2, concluir quién era la señora y quiénes el de anteojitos y JC dentro de la estructura de poder de La Línea, todo lo cual ligó a proceso judicial a Baldetti. Y para finalizar, el consabido «bueno, un abrazote» antes de despedirse.
Luego del juicio en Israel contra el criminal de guerra nazi Adolf Eichmann, la filósofa Hannah Arendt revisó su tesis previa sobre el mal para indicar que este nunca puede ser radical, sino únicamente extremo. Acuñó así el concepto de «la banalidad del mal» para explicar que los actos de Eichmann fueron monstruosos, pero la consistencia de las respuestas del nazi durante el juicio mostraban al responsable «como un tipo corriente, del montón, ni demoníaco ni monstruoso». Según Arendt, los peores crímenes pueden surgir de un déficit de pensamiento.
El intercambio de información y órdenes, cual transacción empresarial, es sinvergüenza, afable, descarado, y se emite con cierto cuidado solo para evitar nombrar a los que ahora sabemos que son los principales cabecillas de la defraudación aduanera. Se saben amparados por una supuesta impunidad que será garantizada por el sistema, así como por los perpetradores principales.
El modus operandi de La Línea permite efectuar un paralelismo similar con la tesis de Arendt y afirmar que hay una suerte de banalidad de la corrupción presente no solo en Guatemala, sino en tantos otros países donde el Estado es débil. Estos burócratas, intermediarios, enlaces y operarios han obedecido a un patrón y a unas estructuras enraizadas en un sistema de defraudación en las aduanas que lleva por lo menos 30 años. Y lo hacen sin el más mínimo criterio o remordimiento de que con su actuar están condenando a millares de sus conciudadanos a la pobreza, a la sobrevivencia, a la marginalidad, y ayudando a acrecentar las desigualdades. Y no es que no las conozcan, pues las encuentran todos los días. Pero, claro, la pobreza también es normal. Carentes de un pensamiento independiente en asuntos morales y políticos, como diría Arendt, estos y tantos otros servidores públicos han podido acomodarse fácilmente a la cultura dominante en el país de quien no roba en el Gobierno es porque es bruto.
Pero el cambio de cultura es lo más difícil de obtener. Para que ese mal extremo se erradique urge cerrar los caminos que el Icefi ha identificado como principales —además de reformar la Ley Electoral y de Partidos Políticos—: legislación desactualizada, institucionalidad débil, acceso deficiente a la información pública, participación ciudadana escasa, impunidad y existencia de conflictos de interés[1].
Uno de ellos, al menos, en lugar de cerrarse se está abriendo: el de la masiva participación de ciudadanos ordinarios, pero cada vez más críticos, exigentes y propositivos. Resta ver si ese ímpetu sobrevive o cómo muta después del #6S.
[1] Un estudio mucho más exhaustivo sobre el tema fue presentado ayer en la Universidad de San Carlos de Guatemala por Jonathan Menkos, director ejecutivo del Icefi, con el auspicio de la Coordinadora Estudiantil Universitaria de Guatemala (CEUG). El informe, titulado La corrupción, su impacto en la sociedad y una agenda para su eliminación, puede encontrarlo aquí.
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