El Ministerio Público (MP), después de horas y horas de investigación acerca del caso de defraudación aduanera conocido como La Línea, ha presentado pruebas que indican con toda certeza la presencia y actuación directa de Estuardo González, Eco, administrador de los sobornos de dicha estructura; de Otto Pérez y Roxana Baldetti, cabecillas de esta; de Juan Carlos Monzón, el centro de la estructura; de Javier Ortiz, Teniente Jerez, coordinador en las aduanas; de Claudia Méndez, exintendente de Aduanas; de Osama Aziz, primer mando medio; y de Carlos Muñoz, exjefe de la SAT.
Algunos detalles de la estructura criminal han sido revelados por Eco, quien en calidad de colaborador eficaz ha presentado información clave para completar y comprender la forma de operar de La Línea. Tendremos que esperar las declaraciones de Monzón, por quien, de ser considerado colaborador eficaz del MP, es posible que contemos con información nueva. Queda en manos del juez y de los abogados continuar tal labor con todo el rigor y el profesionalismo demostrados.
He intentado estar al tanto de las audiencias programadas que transmiten los medios de comunicación vía internet. En algún momento soñé que, durante una de las audiencias, los acusados, en vez de defenderse, contaban toda la verdad y nada más que la verdad acerca del proceder de la estructura criminal que llegó al punto de crear las condiciones mafiosas para que una persona obtuviera 2.3 millones de quetzales en dos semanas.
El sueño parece tener un final infeliz, pues demostrar que Baldetti lideraba la organización criminal de defraudación aduanera queda en la capacidad que tengan los abogados de obtener información contundente y de demostrarla con pruebas. No así, como aparecía en mi sueño, ver a Baldetti tomar la palabra y reconocer su participación en La Línea.
Efectivamente, mi sueño se transformó en pesadilla, pues, en el momento en que debía hacerse realidad, durante la audiencia en la cual quedaba ligada a proceso por el fraude de la fórmula mágica para sanear el lago de Amatitlán, Baldetti respondió así a los periodistas: «Soy inocente. ¿De La Línea? Soy inocente. ¿Usted recibió algún dinero? ¡Soy inocente!».
El peligro de la acusación de unos y la defensa de otros es que, al no haber pruebas, los implicados en las estructuras criminales puedan salir libres bajo fianza. ¿Será posible? ¿Gritar en la plaza fue tiempo perdido? ¿Tanto entusiasmo para nada?
Sirva de ejemplo una escena de la película Un ciudadano ejemplar (Law Abiding Citizen), en la cual Shelton planea vengarse del sistema y de los abogados y los jueces que dejaron en libertad bajo fianza a uno de los asesinos de su esposa e hija. Shelton inicia su venganza asesinando a los dos mafiosos. Lo capturan y lo llevan ante el juez. Aquí transcribo el diálogo:
Shelton. (Rechaza un abogado, se pone en pie e inicia su propia defensa) Señoría, soy un ciudadano ejemplar, una persona normal. No hay ningún riesgo de fuga y este es presuntamente mi primer delito. La acusación no ha presentado ni una sola prueba en mi contra. Dadas las circunstancias, y a menos que el Estado haya obtenido alguna nueva información relacionada con mi participación en el asunto en cuestión, encuentro sumamente perjudicial e incluso constitucionalmente ofensivo que se me niegue la libertad bajo fianza. Las consecuencias serían muy graves. Ya hemos visto el resultado de semejantes infracciones en otros países y en el nuestro…
Juez. Tengo que decir que estoy de acuerdo con usted, señor Shelton.
Abogado. Señoría, el señor Shelton ha accedido a darnos una confesión.
Juez. ¿Se la ha dado?
Abogado. No, señoría.
Juez. Pues entonces, en mi opinión, el Estado no ha logrado argumentos de peso para su petición, así que concedo la libertad bajo fianza por la cantidad de…
Abogado. Señoría, le sugiero que no lo haga.
Shelton. (Aplaude y se ríe. Se dirige al juez) ¿Iba a soltarme? Está loca. Precisamente por eso estamos aquí […] Al parecer he matado a dos personas y usted estaba a punto de dejarme salir por esa puerta. ¿Dónde está su buen juicio? Le doy un par de precedentes legales de mierda y se lanza de cabeza como una perra en celo. Parecen todos cortados con el mismo patrón. ¿Todos los días manda a locos y asesinos a la calle? En lugar de un tribunal, parece que está en una empresa de actuación. ¿Tiene idea de lo que es la justicia? ¿Qué ha sido del bien y del mal? ¿Qué ha sido de la justicia?
Al final, como dijo Baldetti, en su momento tendrá que conocerse la «verdad verdadera», pues la simple y humilde verdad hace tiempo la sepultamos en el sistema corrupto que se enquistó en Guatemala.
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