La cautela de Arévalo para acercarse a los alcaldes
La cautela de Arévalo para acercarse a los alcaldes
Bernardo Arévalo se muestra cuidadoso en los actos públicos. Lo ha demostrado con el presidente Alejandro Giammattei y esta vez con los jefes municipales, muchos de ellos aliados del actual gobierno. El binomio electo convocó a los alcaldes para comenzar un diálogo y presentó su plan de trabajo; la reunión contó con la mayoría de ediles a pesar de una aparente presión para que no llegaran.
Bernardo Arévalo apenas dibuja una sonrisa ante el asedio de los alcaldes que buscan abrazarlo y sacarse una foto con él. Recién concluyó una reunión con 237 jefes ediles que gobernarán en los próximos cuatro años. El presidente electo acaba de escuchar de ellos denuncias sobre presiones para no asistir a la actividad, solicitudes de sobornos de funcionarios del actual gobierno y sobre todo, peticiones de más presupuesto para obras de infraestructura y programas.
Un tumulto de funcionarios municipales se agolpó en el escenario al fondo del salón del Hotel Conquistador, de la zona 4 capitalina. Es 23 de septiembre, hay desorden y bulla al final del evento, los asesores del partido Semilla no logran organizar a los alcaldes que solo buscan una cosa: presentarse con Arévalo y fotografiarse junto a él. El presidente electo sale al paso y les dice que no se tomará ninguna foto individual porque eso sería muy tardado. Entrelaza sus manos y mueve la cabeza para pedir comprensión.
Una y otra vez Arévalo rechaza los intentos de selfies de los alcaldes: esquiva los celulares, o se aleja cuando los ediles buscan abrazarlo de manera efusiva. Les insiste que no habrá fotos individuales. Junto a él está la vicepresidenta electa, Karin Herrera, pero los alcaldes solo quieren fotos con el mandatario. Los alcaldes se turnan para subir a la tarima y se toman las fotografías agrupados por departamento.
Un agente de seguridad permanece todo el tiempo a espaldas de Arévalo y otros más vigilan el salón. Hace un mes se reveló la existencia de dos planes para asesinar al presidente electo, uno de estos, presuntamente, con participación de agentes estatales y particulares. Afuera del hotel hay docenas de hombres armados, son los guardaespaldas de los alcaldes.
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El equipo de transición de Semilla es un vehículo que aún trata de avanzar, aunque sin mucha coordinación.
Minutos atrás, Bernardo Arévalo dijo en su discurso que para el gobierno electo todas las municipalidades son importantes, indistintamente del partido de sus alcaldes. Pero el asesor de comunicación en la bancada Semilla y del equipo de transición, Ignacio Laclériga, trata de dictar los turnos para las fotos, también pide algo especial para el alcalde electo de Palestina de Los Altos, Quetzaltenango, Genaro Méndez Carreto, postulado en 2015 y 2019 con el partido Todos.
El asesor quiere que Méndez, el único alcalde electo por el partido Semilla, se tome una foto individual con Arévalo y Herrera. Pero la vicepresidenta lo impide en tres oportunidades.
«Solo por ser nuestro compañero», justifica Laclériga. Pero no tiene éxito. Herrera le hace un gesto de negación y enseguida pasa otro grupo de alcaldes por su foto.
Para el 2023 las 340 municipalidades dispusieron de 14,114 millones de quetzales provenientes del gobierno, distribuidos en asignaciones constitucionales y recursos para obras de infraestructura en los Consejos Departamentales de Desarrollo (Codedes).
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Un respaldo peligroso
El poder político que ejercen los alcaldes fue clave durante el gobierno que está por terminar. El presidente Alejandro Giammattei amasó su respaldo a base de aumentar el presupuesto para construir obras que a muchos de los jefes ediles les sirvió para promover su imagen durante la campaña electoral recién finalizada. A previos gobernantes, como Jimmy Morales, el espaldarazo de los alcaldes también les sirvió tras tomar decisiones de interés nacional, como cuando Morales expulsó a la Cicig.
Haciendo una revisión histórica hay evidencia de que las relaciones con los alcaldes pueden tornarse complicadas, porque las municipalidades son uno de los focos de mayor corrupción estatal, o porque estas son muy permeables para el narcotráfico u otras actividades ilícitas.
Una de las alcaldesas que buscó insistentemente acercarse a Arévalo fue Edilma Navarijo De León, reelecta en La Blanca, San Marcos, con el partido Nosotros. La funcionaria es la cabeza de uno de los grupos familiares con más influencia política cerca de la frontera con México. En su contra no se conoce públicamente ninguna investigación, pero su hijo Carlos Danilo Preciado Navarijo fue extraditado a Estados Unidos por narcotráfico.
Navarijo intentó dialogar con Arévalo al término de la actividad, pero el presidente electo solo la saludó de lejos. La alcaldesa que solo logró una foto grupal con el mandatario, dijo durante el evento: «Pongan mucha atención con las personas que ustedes van a nombrar como delegados de Segeplan. Allá, en San Marcos, el actual delegado pide dinero. Yo no he tenido miedo porque he sido electa popularmente».
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Otro alcalde cuestionado por su historial y por sus vínculos es Roberto Marroquín Fuentes, quien sumará su cuarto período consecutivo al frente de la comuna de Moyuta, Jutiapa. En 2017, Jorge Marroquín Fuentes, hermano del alcalde, fue detenido junto con otras personas en El Salvador mientras portaban un cargamento de cocaína.
Roberto Marroquín también se dirigió a Arévalo durante un espacio que dio el binomio electo para escuchar a 18 alcaldes. El edil de Moyuta, quien este año se postuló con el partido oficialista Vamos, dijo al presidente electo: «Voy a pedirle que nos unamos a una buena administración. Que sus ministros no se vuelvan dueños de los ministerios».
Entre los asistentes al evento, además, estuvo Lusvin Javier Javier, alcalde electo de Ipala, Chiquimula. Lusvin es hermano y, según versiones recogidas por Plaza Pública en ese feudo, uno de los principales asesores de Esduin Javier Javier, alias «Tres Quiebres», investigado por narcotráfico y quien ganó una curul en el Congreso con el partido Cambio, de Manuel Baldizón, excandidato presidencial.
Baldizón aceptó, en Estados Unidos, haber recibido dinero proveniente del narcotráfico para financiar a su anterior partido, Lider.
Durante la reunión, el diputado electo por Semilla, Jonathan Menkos, presentó los diez puntos más importantes del plan de gobierno de Arévalo. No se presentó ningún plan específico para trabajar con municipalidades. «Las reuniones con alcaldes serán periódicas. Vamos a establecer un mecanismo de trabajo. Este diálogo tiene que ser institucionalizado y construido en todo el aparato de gobierno», explicó el presidente electo.
A la reunión convocada por Arévalo y Herrera también asistieron alcaldes electos con el partido Vamos como Diego Lux Lux, de Pueblo Nuevo, Suchitepéquez; o Elizabeth Del Cid Medrano, de Chinautla, Guatemala. También participó Julián Tesucún (vinculado a la familia Mendoza, de Izabal), quien ganó las elecciones municipales en San Luis, Petén, con la Une de Sandra Torres.
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Semilla y sus dos versiones sobre la transición
«Todavía anoche recibí una llamada amenazándome que si estaba el día de hoy acá, iba a tener problemas en la Contraloría. Pero si yo estoy acá es porque antes de ser alcalde soy guatemalteco y creo en la democracia de este país», denunció Omar Camposeco, alcalde electo en la cabecera de Jalapa con el partido Valor, durante su intervención en el Hotel Conquistador.
Al ser entrevistado por Plaza Pública, Camposeco indicó que en la llamada en la que le advirtieron que no obtendría su finiquito para asumir como alcalde el próximo 15 de enero, no reconoció la voz del interlocutor, pero al medio Ojoconmipisto declaró que la amenaza provino de un diputado electo.
Después de la reunión con los alcaldes, Arévalo aseguró en una conferencia que su equipo recibió información sobre presiones a los alcaldes por parte de gobernadores y diputados. Les habrían llamado para impedir que se presentaran a la reunión del 23 de septiembre, pero el presidente electo consideró que esas no son evidencias de que sea el mismo Alejandro Giammattei quien busca entorpecer la transición de gobierno.
«Estamos claros de quiénes están operando este golpe de Estado progresivo que se está intentando hacer desde el aparato de justicia. Hemos denunciado a la fiscal (Consuelo) Porras, a (Rafael) Curruchiche, al juez (Freddy) Orellana y otras personas, y hemos interpuesto denuncias y amparos para detener eso. Sobre quiénes están detrás, no tenemos ninguna prueba ni ninguna evidencia. No me puedo manifestar», indicó el presidente electo.
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Arévalo aseguró que la transición no se encuentra detenida, pese a que el 13 de septiembre él anunció que esta se quedaba suspendida tras el allanamiento del Ministerio Público (MP) al Centro de Operaciones del Proceso Electoral (Cope).
«No se puede suspender porque está mandatada constitucionalmente. Lo que hay ahí es una transferencia de información, que es la que nosotros suspendimos en su momento y que estamos retomando ahora con una metodología que nos permite tener el espacio donde vamos a plantearle a los equipos de los distintos ministerios», dijo el presidente electo.
Sin embargo, el gobierno de Giammattei no ha respondido cuándo retomará las mesas de trabajo para las transferencias de información. El 27 de septiembre, el presidente Giammattei anunció en cadena nacional que su administración retomará la transición de gobierno con el equipo de Arévalo, aunque no dio fecha para reanudar las reuniones. Giammattei pidió al presidente electo que informe quiénes serán sus ministros y secretarios.
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Treinta minutos duró la sesión de fotografías de Arévalo con los alcaldes electos. Solo Hugo Sarceño, reelecto en Puerto Barrios, Izabal, con el partido Vamos, logró una foto individual con el binomio electo. Fue el único de cinco ediles de ese departamento que subió al escenario.
Previo a retirarse del salón, uno de los alcaldes se acerca a Arévalo para entregarle un fólder con peticiones. Pero él no lo recibe, sino que pide que lo haga Abelardo Pinto, exjefe de campaña y secretario adjunto II de Semilla.
El tono de la reunión fue ese: alcaldes que tratan de acercarse al gobierno que les proveerá recursos y para eso le ofrecen que trabajarán con él. Durante la campaña electoral, Semilla no anunció ninguna alianza con alcaldes electos para no asumir compromisos antes de iniciar la gestión.
La respuesta del nuevo gobierno se podría resumir en esta frase de Ignacio Laclériga durante la toma de fotografías: «Sé que todos quieren hablar con el candidato… con el presidente, pero habrá cuatro años».
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