El acceso a la recreación como herramienta de construcción de ciudadanía

En estas actividades se puede identificar que gran parte de la población busca espacios de recreación tanto de manera individual como colectiva. ¡Siempre ha existido interés por las artes! No es que tengamos una población apática a las expresiones artísticas y la cultura nacional; el problema ha sido, y sigue siendo, que la mayoría de la población carece de poder adquisitivo para acceder a ellas. Esta responsabilidad recae en los gobiernos desinteresados en impulsar el talento nacional, en no acercar los espacios e instituciones públicas a la población, y en limitar la construcción de ciudadanía. Todo esto ocurre en el contexto de unas condiciones precarias para la mayoría, fruto de la corrupción histórica en las instituciones del gobierno.

Para el grupo de población que tiene la oportunidad de participar en actividades culturales y recreativas, la experiencia física confirma lo que vemos en redes sociales: una amplia participación en muestras de teatro, caminatas, conciertos, recorridos guiados, entre otras actividades, en las que, junto a la sociedad civil, han estado presentes funcionarios del gobierno.

No voy a obviar las carencias que aún persisten en nuestro Estado y en la gestión de gobierno. Sin embargo, sí rescato que, dentro de los procesos de desarrollo, estos deben ser integrales. En este sentido, se ha abierto una brecha para la construcción de ciudadanía a través del acceso a lo público y a la recreación

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Observar el interés de las familias por ingresar a las instituciones públicas, cuyo acceso había estado restringido por varios periodos de gobierno, es alentador. Escuchar a las niñas y niños preguntar a las y los adultos: «¿Qué hay allí dentro?» «¿Para qué sirve ese lugar?» o «¿Quiénes trabajan allí?», es una muestra de cómo se va configurando una ciudadanía diferente. El impulso a grupos de danza, teatro, canto y diversas expresiones artísticas locales hacia la escena pública también contribuye a normalizar la idea de que lo público es para todas y todos, y que su acceso es universal. Además, resalta la importancia de valorar el talento nacional, cuyo apoyo había sido casi nulo, por no decir inexistente.

A través de este impulso a la cultura, podemos comprobar como sociedad que sí tenemos población talentosa, que las instituciones públicas son de y para todas las personas, y que lo público debe ser siempre accesible. No obstante, debemos recordar que necesitamos condiciones dignas para acceder a la recreación y el interés necesario para hacer valer esos derechos.

La recreación tiene impactos positivos para las personas, desde mejorar la salud mental hasta desarrollar diversas habilidades. En este caso, también contribuye a la construcción de ciudadanía. Guatemala es un país cuyas autoridades han orientado la vida de la mayoría de la población a condiciones indignas, y los objetivos perversos de la colonia siguen vigentes. No es mentira que, aún hoy, acceder a la recreación sigue siendo un privilegio para muchas personas. Sin embargo, esta debe ir acompañada de condiciones dignas de movilidad, empleo, educación, alimentación y salud. 

Después de esta apertura de lo público, el siguiente paso debe ser que el acceso a la recreación deje de ser un privilegio.

La creación de ciudadanía a través del acceso a lo público y la recreación es solo un pequeño paso en la larga caminata que le espera a Guatemala.