Antropólogo social. No cree en títulos ni estatus adquiridos por la efímera ilusión que un papel otorga al portador. Para él, solamente cuenta la habilidad de crear conocimiento conjunto entre interlocutores. Es un anarquista comprometido y vive su vida de esa manera. Por lo tanto, es enemigo mortal de las instituciones formales y del formalismo institucional disfrazado de autoridad. Teóricamente es afín al post-estructuralismo contemporáneo.