Casas que crujen por dentro
Casas que crujen por dentro
La violencia intrafamiliar es una realidad latente dentro de los hogares guatemaltecos que a menudo no se hace pública. No distingue etnias ni estratos sociales pero que busca sus víctimas sobre todo entre las mujeres. En 2008, casi una cuarta parte de las que se encontraban en edad reproductiva (entre los 14 y los 59 años) había sufrido algún tipo de violencia intrafamiliar según la Encuesta de Salud Materno Infantil en 2010 (ENSMI).
La Procuraduría de los Derechos Humanos registró de enero a julio de 2011 1,343 casos de violencia intrafamiliar
1,204 ocasiones (89.65 por ciento) fueron agresiones contra mujeres.
139 víctimas contra hombres (10.35 por ciento).
La violencia intrafamiliar comprende varios tipos de agresiones. De ellas, la violencia físico-psicológica es la más frecuente. Según la psicóloga clínica Carolina Vásquez; “este tipo de violencia implica la manipulación y demás formas que denigran a la víctima, dañando su seguridad individual y autoestima, volviéndola así una persona vulnerable y con baja autoestima. Generalmente la VIF inicia por una agresión psicológica, luego se deriva a otras”.
Este año el Observatorio del instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (OIEPADES) hizo públicos los datos recolectados por la Policía Nacional Civil sobre denuncias de violencia intrafamiliar a nivel departamental. En 2011 se registró un descenso de este fenómeno en la sociedad con una tasa de 14.7 denuncias por cien mil habitantes cuando en 2010 se habían producido 16.01.
De 2003 a 2009, la cifra total de denuncias registrada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) no había parado de crecer.
El occidente del país fue en 2011 el área con mayor número de denuncias por cada 100 mil habitantes de Guatemala.
Los departamentos con tasa de denuncias más alta por violencia intrafamiliar son Quetzaltenango, San Marcos, El progreso, Huehuetenango, Sololá y Suchitepéquez.
En Guatemala existen instituciones del Estado para combatir o tratar estas formas de violencia como la Coordinadora Nacional para la prevención de la violencia intrafamiliar y contra las mujeres o los Centros de Apoyo Integral para Mujeres Sobrevivientes de Violencia (CAIMUS). Sólo dos de los departamentos con mayor incidencia gozan de centros de apoyo: Suchitepéquez y Quetzaltenango.