COVID19, 2 años. Episodio 1: ¿Cómo fue estrenarse en la escuela, sin ir a la escuela?

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COVID19, 2 años. Episodio 1: ¿Cómo fue estrenarse en la escuela, sin ir a la escuela?

Plaza Pública analiza en una miniserie de podcast qué ha pasado en Guatemala en estos dos años de pandemia. En cuatro episodios se repasa con protagonistas el efecto en la niñez, trabajo, emprendimiento y salud mental. El covid vino a cambiar muchas cosas en Guatemala.

Episodio Uno: ¿Cómo fue estrenarse en la escuela, sin ir a la escuela?

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Transcripción:

(Audio de Alejandro Giammattei anunciado el primer caso de covid en Guatemala)

Narrador: Hace dos años se conoció el primer caso de covid19 en Guatemala y desde entonces muchas cosas han cambiado. En esta miniserie del podcast de Plaza Pública, analizamos con protagonistas y expertos las secuelas sociales de esta pandemia…

Narradora: Episodio Uno: ¿Cómo fue estrenarse en la escuela, sin ir a la escuela?

Nicole: Buenos días, yo me llamo Nicole, y lo que he aprendido es las vocales, las letras y los números, y una canción que dice: ¿Quién comió la galleta?...

Narrador: Nicolle tiene cinco años, vive en Momostenango, Totonicapán, y forma parte de los casi 633,000 niñas y niños inscritos en educación preescolar en el país. Una de miles que iniciaron su vida educativa a través de una pantalla.

Narradora: Nicolle empezó clases en 2021, un año después de que la COVID19 apareciera en el mundo. Conoció a su maestra y a sus compañeros de clase a través de la plataforma Zoom. El recreo era en casa, sus compañeros presenciales eran su hermano mayor, que le lleva dos años, y su papá y mamá, que ayudaban a sus hijos en el aprendizaje mientras cumplían con sus responsabilidades en el trabajo y en el hogar.

Narrador: Este año, Nicolle empezó clases presenciales. Aunque en Guatemala no hay vacunas para ella ni para otros niños y niñas de su edad, sus padres decidieron que necesitaban sacarla del encierro y permitir que una maestra la guíe para que aprenda competencias tan básicas, como tomar el lápiz para dar sus primeros trazos. Una habilidad que no logró desarrollar mientras estudiaba en casa.

Marcela: Hola, mi nombre es Marcela, tengo cinco años, y estoy en kinder, y mi canción favorita es Sol, solecito. Y lo que más me gusta de mi clase es aprender números.

Narradora: Marcela es otra niña que inició su vida académica en línea. Se levantaba de la cama, para bañarse, cambiarse la ropa, desayunar y ubicarse en la mesita y la silla que su abuela acomodó en la sala de su casa. En ese escritorio cabían sus crayones, libros, un cuaderno y una tablet luminosa en donde pasaba tres horas diarias, viendo una presentación y a sus compañeros y maestra.

Narrador: Su abuela se encargó de acompañar a Marcela y aprender junto a ella, mientras, su madre, quien trabaja en un cocenter, cumplía con su jornada laboral. Aquí está Marcela otra vez, cuando junto a su abuela aprendió de memoria la jura a la bandera.

(Marcela con la Jura a la Bandera)

Narradora: Reunimos por videollamada a Rosell Poroj, el papá de Nicolle, a Irma Noj de Villacinda, la abuela de Marcela, y a Evelyn Chen de Solares, madre de Emily, para que nos contaran anécdotas de esta experiencia educativa a distancia tanto para ellos, como para  las niñas.

Irma Noj: Mi nombre es Irma Noj, todavía quiero conservar el De Villacinda aunque soy viuda desde hace un año y cinco meses. Tengo 60 años y vivo acá en Villa Nueva. Antes de que mi esposo falleciera yo ya me dedicaba a las caminatas. Caminaba 10 kilómetros diarios… pero pues, mi rutina tuvo que cambiar a partir de que mi hija, la mamá de Marcelita, no tenía con quien dejarla y me pidió a favor que si yo se la podía cuidar. Cuando hubo que inscribirla, ahí estuvo la trabita para mí… mi hija me dijo mira mami, te agradezco, no sé qué haría sin vos, pero necesito que te conectes aquí, que te conectes allá. Y mira, vas a este link. ¡Oops! Le digo yo, y en qué momento me tocó esto, porque para mí es algo muy difícil.

Narrador: Rusell Poroj, padre de Nicole, además de quedarse sin trabajo durante la pandemia, tuvo que enfrentar a algunos retos al momento de ayudar a su hija en el colegio en línea.

Rusell Poroj: Mi esposa se frustraba a veces, porque el link que le mandaban los maestros no funcionaba, o el enlace a través de Zoom no trabajaba de manera apropiada y lo otro era que el internet en aquel tiempo, pues no era una prioridad. Tuvimos que aprender varios atributos de parte de nuestra persona, tanto mía, de mi familia. Por ejemplo Nicole, durante este tiempo, ella no sabía cómo sostener el lápiz, no sabía qué era interactuar con una maestra de manera virtual. Nunca conoció a sus amigas durante ese año, así que nunca supo realmente qué es socializar con las personas. Muchos de nosotros aún tememos por la pandemia. Durante este año, nosotros hemos tomado la decisión de enviarla a ella al colegio. No fue una decisión fácil… Ella está en una institución privada y lo primero que le pedimos fue que pudiese manifestar su amor con sus amigos, y una manera de mostrarles su amor no es abrazándolos, sino que es saludándolos, aunque sea con un hola de lejos. También, no dar abrazos.

Narradora: Cuando Emily nació, Evelyn, su mamá,  trabajaba en casa, y no le gustaba que Emily viera mucha televisión porque sentía que debía realizar actividades acorde a su edad.

Evelyn Chen de Solares: Decidí investigar un poquito qué podía hacer con ella para poderle ayudar desde casa, porque ya tenía  año y medio y yo no quería sacarla a esa edad de la casa y encontré un curso de guía Montesori. Con mi esposo decidimos montar como un saloncito Montesori en nuestra casa y así fue como empezamos y eso nos ayudó bastante. Habíamos pensado que tal vez íbamos a mandarla a estudiar hasta que le tocara Kinder o Preparatoria, y ver qué pasaba o si optábamos por un programa en casa. Pues decidimos, cuando ella ya tenía la edad para ir a Kinder, ir a ver y justo fue en el año 2020 y estábamos por inscribirla y sentimos que no debíamos de hacerlo y que podíamos seguir un año más con lo que hacía ella de Montessori en casa. Así lo hicimos y cuál fue nuestra sorpresa, que en marzo pasó todo esto del covid. Y ella pasó completamente el año con nosotros en casa y haciendo lo que ella ya hacía y trabajando algunas otras cositas que fuimos incorporando durante ese año, como los libros «Mis Pasitos», que creo que son bastante conocidos ahora y así fue como agregamos algunas otras cosas adicionales a lo que ella ya hacía. Y después de eso, pues este año estábamos en las mismas de si la poníamos virtual y pensamos de que realmente necesitaba también una buena base de inglés a lo que ella ya tenía, entonces la incorporamos a un programa de estudio en Estados Unidos, que es un programa americano y que lo hace en línea. Al inicio pensé que tal vez no, no iba a entenderles mucho a la maestra, que iba a ser un poco complicado, pero ha sido bastante bonita la experiencia. A veces la veo hablar en inglés, jugando e interactuando con con su hermano y haciéndolo en inglés, y y me he sentido satisfecha de ver lo que al momento hemos hecho.

Emily: Tengo que hacer muchas actividades, hasta tuve que hacer algo para colgar en la pared.

Narrador: Pero, ¿Qué es lo que realmente les preocupa de la educación virtual?  

Rusell: Realmente la tecnología es algo que ha venido realmente a darnos muchas oportunidades…pero también hemos visto algo que nos preocupa. Es que la tecnología, especialmente en Internet, es un riesgo para nuestros hijos. Si nosotros no somos cuidadosos con ellos, ellos son muy atrevidos a buscar cualquier tipo de información en el Internet, como videos, dibujos animados, pero muchas veces podemos ver que las plataformas sociales a veces lanzan sus campañas y dentro de estas campañas pues hay cosas que son productivas, con un mensaje positivo, pero además hay mensajes que vienen como tapados podríamos decir, y al momento en que estos enlaces se abran, la información no solamente pueden dañarles psicológicamente, sino pueden acarrear resultados negativos. A veces los maestros enviaban un enlace para los niños en cuanto YouTube, cuando los padres no saben cómo bloquearlos muchas veces muestran mensajes que no son apropiados para niños. Y esa fue la razón por la que les dijimos al final ‘no más tecnología de esta manera en su educación’, a menos que realmente nosotros estemos un 100% de tiempo con ellos, lo cual yo, como padre, pues no tengo esa oportunidad. Tengo que salir a trabajar, y mi esposa, pues, también lo tiene que hacer.

Narradora: ¿La  falta de socialización puede provocar algún problema en los niños?

Evelyn Chen de Solares: Nosotros tenemos una familia grande, tanto del lado de mi esposo como de mi lado somos una familia numerosa. Nosotros hemos desarrollado una relación ahorita un poco más cercana con nuestros familiares, con los que nos relacionamos más, casi con nadie más. Pero sí siento que, aunque no he visto algo negativo en mis hijos, siento que es algo que ellos necesitarían. El poder, como antes, salir e inclusive (decir) buenos días, buenas tardes, cuando uno sale a la calle y camina libremente.

Narrador: Eso sí, la escuela virtual no solo ha afectado a los niños…

Irma Noj: Para muchos padres porque no se tiene muchas veces los recursos como para darle una computadora a cada niño o una tablet o varios dispositivos, porque los papás y los niños tienen que tener sí o sí. Pagar Internet, pagar colegio aparte. Esa es una situación bastante difícil que también viene a afectar los bolsillos de los padres…Los que les podemos cubrir todos estos detalles, como les decía, el Internet, computadoras, tablet o teléfonos, está muy bien, pero y ¿para los que no? ¿Para las madres que no saben, las abuelas que no saben leer y escribir? Yo por lo menos sé leer y escribir y puedo auxiliar a mis nietos.

Narradora: A Nicolle, Marcela y a Emily, no les ha  faltado conectividad, ni acceso a dispositivos inteligentes. También han tenido acompañamiento familiar para atender sus clases, pero esa no es la realidad de todos los niños del país ni del mundo.

Narrador: Desde 2020, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Unicef, dejó claro que dos tercios de los niños en edad escolar en todo el mundo no tienen acceso a internet, lo cual limita sus oportunidades de estudio.

Narradora: En Zacapa, en el caluroso departamento del oriente del país vive Telma Gómez Acevedo, una mujer que lleva tres décadas de su vida dedicada al magisterio.

Telma Gómez: Soy maestra de un centro de educación integral PAIN, se les llama CEIN-PAIN, abreviado, en la aldea Barrio Nuevo, aquí en el departamento de Zacapa.

Narrador: CEIN-PAIN significa Centro de Educación Integral y Proyecto de Atención Integral al niño y la niña de cero a seis años. Telma tiene 53 años de edad y desde 2020 tuvo que cambiar sus dinámicas de enseñanza por la COVID19.

Narradora: Los padres y las madres se convirtieron en sus alumnos, porque a ellos les tuvo que enseñar cómo dirigir las actividades de aprestamiento para sus hijos en casa. Cada semana daba instrucciones rápidas, entregaba cuadernillos y recibía tareas presenciales o por Whatsapp.

Telma Gómez: Fue un poco difícil. No es lo mismo estar con el niño, tomarles su manita, ver cómo ayudarle con su desarrollo motriz, su desenvolvimiento con sus compañeros, el relacionarse entre ellos, a tenerlos a distancia. Es un poco difícil porque hay padres que trabajan, a veces no tienen tiempo, o tal vez nunca han estudiado, no saben mucho y les cuesta…

Narrador: Miles de personas nunca tuvieron acceso a educación. El Censo de Población de 2018 reflejó que el analfabetismo ese año era del 21.7% en mujeres y del 15% en hombres.

Narradora: Además, las mujeres siguen enfrentando el reto de las limitaciones para continuar sus estudios, y deben atender las responsabilidades educativas de sus hijos al mismo tiempo que son las únicas responsables del hogar.

Narrador: El PAIN en donde trabaja Telma pertenece al Ministerio de Educación, que reúne a poco más de medio millón de niños de preescolar solo este año y a los cuales, por cierto, no se les proporcionó internet gratuito durante la pandemia.

Narradora: En junio de 2021, un grupo de niñas le pidió al diputado Carlos Calderón, del partido oficial y presidente de la Comisión de Educación, Ciencia y Tecnología del Congreso, que les ayudara para impulsar la iniciativa 5889, ley de acceso gratuito a internet para la educación e información pública.

Narrador: Esta es una grabación de una nota publicada por la Federación de Escuelas Radiofónicas, FGER.

Grabación: Veníamos todas las niñas, aquí a coincidir, a contarle sobre lo que pasa en el país, y que esa ley de internet gratuito sí nos ayudaría mucho, porque hay veces que muchos niños de bajos recursos, por no tener dinero o algo así, ya no recargan. Y entonces ya no pueden recibir sus clases y a veces dejan de estudiar…

Narradora: La iniciativa implica acceso gratuito a páginas de entidades públicas y educativas, fue propuesta por la bancada Semilla, ya tiene dictamen favorable, pero no ha sido sometida a discusión en el Pleno del Congreso.

Narrador: En 2018, el censo reveló que de toda la población, un 62% tiene acceso a un teléfono celular, un 29% tiene una computadora en casa, y solo el 22% tiene acceso a internet.

Narradora: Antes de la pandemia no parecía importar esa carencia de  acceso a dispositivos y servicio de internet. Ahora no quedan dudas de cómo esa brecha ha servido para marcar con más profundidad las desigualdades en la educación para miles de niños y niñas en el país.

Narrador: Le preguntamos a Telma ¿cómo identifica que los niños y niñas están aprendiendo?

Telma Gómez: Yo a veces lo visualizo por Whatsapp. Hay personas que no manejan el internet, que no tienen internet, entonces me toca ir a las casas de ellos para verificar el trabajo que el padre de familia está haciendo en casa y el trabajo que está uno enviando al padre de familia.

Narradora: Pero es muy difícil que a maestras como Telma les dé tiempo de visitar cada casa. En el PAIN solo hay tres maestras, incluida la directora, y se ocupan de 300 niños de cero a seis años.

Narrador: La educación temprana para niños de esa edad implica muchos juegos, movimientos, canciones, y actividades como manipular plasticina y hacer bolitas de papel para desarrollar la motricidad fina y gruesa. Telma dice que estos juegos no deben tomarse a la ligera, porque de estas dinámicas surgirán las habilidades para acciones básicas como tomar un lápiz y aprender a escribir.

Telma Gómez: Porque no voy a venir a enseñar vocales si yo no le he enseñado primero a moldear plasticina, a hacer motricidad con sus dedos, con material reciclable, material que puede manipular con sus manos antes de manipular un lápiz. Ya al manipular el objeto, puede ser sostener pelotas aguaditas, entonces él ya puede desarrollarse bien en el aprestamiento, en los trazos, cómo sostener el lápiz en buena posición. Porque si no lo agarran bien ya la letra no la realizan bien.

Narradora: A diferencia del sector público, el sector privado tiene libertad para impartir clases presenciales. Incluso si el semáforo está en rojo. Así lo dispusieron los ministerios de Salud y Educación a inicios de 2022. Esto implica otro reto para padres, madres, niños, niñas y educadores.

Narrador: Mariela Zelada, directora regional de la Red para la lecto escritura inicial de Centroamérica y el Caribe (Redlei) e integrante de la Facultad de Educación de la Universidad del Valle, reflexiona en cuanto al retorno a clases y a la adaptación por la que deberán pasar los niños y las niñas.

Mariela Zelada: Para los estudiantes que hicieron toda su educación preprimaria en esta modalidad no hay otro referente de escuela, entonces el iniciar o el volver al primer grado en un ambiente presencial puede significar para ellos el tener  que desarrollar estas rutinas que aún no tienen. Es importante que tanto padres, como cuidadores y los docentes, estar atentos a dificultades que estos niños puedan ir presentando, o a ciertas dificultades, principalmente con adaptación, lapsos de atención y otros procesos que se desarrollan durante el proceso de escolarización. Y también es importante que estemos atentos a la posibilidad de cómo los estudiantes desarrollen estos vínculos con sus compañeros y con los docentes porque no necesariamente ellos tienen estos referentes o han tenido estos otros referentes previos.

Narradora: A Mariela no le parece extraño que algunos niños puedan manifestar algún retraimiento o dificultad de socialización cuando inicien clases presenciales. Más bien es algo que podría ocurrir y no debería alarmar. Los niños y las niñas tienen la capacidad de adaptarse y aprender, aunque por supuesto, será importante darles acompañamiento.

Narrador: Y en cuánto al nivel de desarrollo que cada niño y niña haya alcanzado durante la virtualidad, tampoco habría que alarmarse mucho, aunque no es un tema que se pueda desatender del todo.

Mariela Zelada: Creo que es algo muy relevante es evitar alarmarse o pensar que estos retardos en proceso de desarrollo no pueden resolverse. Recordemos que en esta etapa estamos hablando de hitos en el desarrollo, tanto como en la lectura y la escritura, y que son procesos de maduración que son distintos en cada niño y en cada niña. No se trata de edades exactas. A los cuatro años tal cosa, a los cinco años tal otra. Sino que muchas veces están vinculados con procesos de maduración. Entonces, por ello es importante estar atentos a cómo van evolucionando y cómo se van desarrollando cada uno de los niños, las niñas, para prestar los apoyos que sean necesarios para que puedan alcanzar estos niveles de habilidades que se requieren.

Narradora: Porque lo que ha quedado claro en estos dos años es que la educación virtual por sí misma no es una solución.

Narrador: El internet debe ser utilizado con prudencia para adultos y para niños, niñas y adolescentes, debe ser usado con prudencia. La Unicef publicó una guía para pantallas en casa, en el que dice cuánto tiempo debería permitirse la exposición según la edad. Básicamente, los más pequeños no pueden pasar más de dos horas expuestos y mucho menos si no tienen supervisión.

Narradora: Es importante hablar de educación digital. La psicóloga Sofía Salazar, dice que desde hace varios años se ha observado que los niños y adolescentes se han convertido en personas más sedentarias debido al uso de la tecnología. Y con covid19, la situación se agravó.

Sofía Salazar: Comenzando porque en estos dos últimos años ya no realizan actividades que hacían regularidad, como ir a su institución académica, jugar y distraerse en los recreos, convivir con sus padres, practicar actividades extracurriculares, entre otras. Ahora más bien, la mayoría de la población infantojuvenil no sale de su habitación o lugar de trabajo durante todo el día, y el uso de la tecnología se ha incrementado en gran escala.

Narrador: Muchos niños y niñas, a pesar de lo que sus padres y madres tenían planeado, tuvieron que tener contacto con dispositivos móviles muy temprano.

Narradora: Las pantallas parecen un imán. Según la psicóloga Salazar, hay niños, niñas y adolescentes que prefieren conectarse con un dispositivo en lugar de convivir con otras personas. Lo mismo pasa con los adultos.

Sofía Salazar: Ha disminuido la convivencia familiar. Los padres discuten con sus hijos por no querer salir de su habitación y algunos niños y adolescentes mienten o engañan a sus padres diciendo que están haciendo tareas, cuando en realidad están viendo series, chateando o viendo redes sociales.

Narrador: Como bien lo decía Rusell Poroj, el padre de Nicolle, al inicio de este episodio, internet resulta ser un lugar muy atractivo, pero al mismo tiempo es poco seguro para niños y niñas que tienen acceso sin supervisión..

Narradora: A inicios de 2021, la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, hizo una declaración con motivo del Día para una Internet más segura. El contexto de su mensaje es que estamos en una época en donde el Internet se convirtió en la única forma de jugar, socializar y aprender.

Narrador: En una de sus consideraciones dijo, textualmente: «Si bien la tecnología y las soluciones digitales ofrecen oportunidades considerables para que los niños sigan estudiando y se mantengan entretenidos y conectados, estas mismas herramientas pueden aumentar su exposición a numerosos riesgos».

Narradora: Los riesgos a los que se refiere, y seguimos citando esa declaración, son «la explotación sexual en internet, los contenidos dañinos, la desinformación y el ciberacoso». Cada uno es un elemento complejo que pone en  peligro los derechos de los niños, así como su seguridad y su bienestar mental. Especialmente en contextos como el guatemalteco, en donde hay poca alfabetización digital.

Narrador: Otra de las reflexiones de la directora de Unicef es que «existen pruebas que sugieren que pasar más tiempo en internet conlleva realizar menos actividades al aire libre, reduce la calidad del sueño, aumenta los síntomas de ansiedad y fomenta hábitos de alimentación poco saludables».

Narradora: Al final, lo que la psicóloga sugiere es que las familias busquen ayuda profesional, y mejor si esto se hace de manera preventiva, al notar cualquier indicio de comportamiento distinto en los integrantes de la familia. Algunos de estos servicios pueden encontrarse de forma gratuita en centros universitarios y oficinas como la del Procurador de los Derechos Humanos.

Narrador: Este episodio fue escrito por Elsa Coronado y editado por Eswin Quiñónez. Narrado y producido por Sara Martínez Lira y Edgar Zamora Orpinel.

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¡Hasta la próxima!

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