Las comunas a la sombra de papá Estado

En el último lustro, los aportes que el Ministerio de Finanzas Públicas les trasladó representaron, en promedio, el 70% del presupuesto de nueve de cada 10 comunas. Por ello, mientras el Congreso de la República celebraba la creación de tres nuevos municipios, el Minfin y los alcaldes miraban de reojo los fondos disponibles este año en el situado constitucional que habrán de repartirse.

La Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan) esperaba que el situado constitucional alcanzara los Q2,950 millones en 2014, pero con un plan de gastos congelado, después de que el Congreso no aprobara el presupuesto, la secretaría tuvo que informar a la Asociación Nacional de Municipalidades de Guatemala (Anam) de que se mantendrían los Q2,704 millones de 2013.

El aviso no fue bien tomado por los alcaldes. Menos aún cuando la creación de nuevos municipios redujo todavía más los fondos que las municipalidades ya existentes esperaban. “Los más afectados con la reducción son los pobladores, porque sin dinero no se pueden hacer las obras que estaban planificadas”, afirma Isaías Martínez Morales, presidente de la ANAM y alcalde de San Diego, Zacapa.

Según Martínez Morales, los fondos que se otorgan por el situado constitucional a las municipalidades han demostrado ser insuficientes. En los últimos cinco años, no alcanzan ni un uno por ciento con respecto al Producto Interno Bruto del país. “¿Y así quieren desarrollar todo el país?”, reclama.

Según el artículo 257 de la Constitución Política, el 10% del presupuesto general es otorgado a los gobiernos municipales del país.

Directamente, las municipalidades reciben cada año una cantidad, llamada situado constitucional y definida por una comisión especial. Ésta está integrada por el secretario de Planificación y Programación de la Presidencia de la República (Segeplan), el titular de la Dirección Técnica del Presupuesto del Minfin y los presidentes de la Asociación Nacional de Municipalidades (Anam) y de la Asociación Guatemalteca de Alcaldes y Autoridades Indígenas (AGAAI).

A finales de cada año, esta comisión determina el situado constitucional distribuyendo el 25% de los fondos dispuestos en partes iguales para todas las municipalidades. El resto depende directa o indirectamente de la cantidad de población que vive en cada municipalidad: un 25% es distribuido según el número de aldeas y caseríos y otro 15% en función del tamaño de población.

El otro 35% depende de los ingresos que obtengan las municipalidades cada año de cada uno de sus pobladores. De ese 35% un 25% se distribuye entre las municipalidades que obtienen ingresos más altos por cada habitante. Según la ley, el ingreso per cápita de cada municipalidad es la suma de los ingresos de arbitrios, tasas, rentas, contribuciones, frutos y productos recaudados localmente, además de los impuestos recaudados por efecto de competencias atribuidas –cobros de impuestos que el Estado le cede a la municipalidad; el Iusi, por ejemplo-, dividida entre la población total del municipio. Por eso, muchas comunas tienen interés en cobrar el Impuesto Único sobre Inmuebles (Iusi). Desde 1994 hasta enero de este año, 263 municipios han recibido la autorización del Ministerio de Finanzas Públicas (Minfin) para que cobren el Iusi en sus territorios. Dicho cobro también obliga a las municipalidades a invertir como mínimo el 70% de lo recaudado en servicios básicos e infraestructura.

¿No es esto injusto con las municipalidades pequeñas y con pocos recursos? No, dice Martínez Morales. Aún falta un 10% por repartir, y se distribuye de forma inversamente proporcional al ingreso per cápita de las municipalidades. “Se busca hacer más eficiente a las municipalidades con su responsabilidad de obtener un mayor recaudación”, afirma. “Estamos aprendiendo a ser generadoras de nuestros propios ingresos, porque esto permite el situado constitucional y el IVA PAZ aumente.”

En promedio en los últimos cinco años, el situado constitucional representa un 46.2% de los fondos erogados directamente a las municipalidades. El otro porcentaje importante proviene del 1.5% destinado de la recaudación del impuesto al Valor Agregado para la Paz  (IVA PAZ), de dónde sale cerca del 47% de la erogación estatal; que recibieron las municipalidades de 2009 a 2013.

“Los tres pecados de las municipalidades son mal subsistir de los pocos ingresos privativos que tienen; depender de los situados constitucionales y del dinero que les da el Estado; y, manejar todos estos fondos con poca transparencia”, acusa Álvaro González Ricci, diputado del partido Compromiso, Renovación y Orden (CREO).

Según González Ricci, presidente de la Comisión Extraordinaria de Apoyo a la Recaudación Tributaria en el Congreso, el problema es que “el presupuesto depende de la recaudación nacional y no es un apartado en el que nos esté yendo del todo bien”.

Solo en 2013, el Ejecutivo repartió Q5,497 millones entre todas las comunas, donde el 51% (Q2,792 millones) correspondía al IVA PAZ. Y éste, a su vez, depende del consumo.

Aun así, las municipalidades aseguran que todavía los recursos son insuficientes. “El desarrollo de los pueblos está en manos de las municipalidades… No es el Ejecutivo el que se preocupa por ellos. A nosotros, los alcaldes, nos toca bregar con la salud, la educación y la seguridad en nuestros territorios, aun cuando hay ministerios encargados de ello”, aseguró Martínez Morales.

A pesar de las responsabilidades y necesidades que describen los alcaldes, el 81% de las comunas en el último quinquenio ejecutaron menos del 90% de los presupuestos que ellos mismos diseñaron. Y en ese punto, el déficit lo provoca, por un lado, los atrasos en la asignación de fondos desde los diferentes Cocodes, y por el otro, la baja recaudación de cada municipalidad.

Martínez Morales reconoce los problemas, pero aun así es partidario de que se aumente el porcentaje de fondos que reciben las municipalidades de parte del Estado. “Si no, no habrá desarrollo”, asegura.

-¿Cuánto más?

-Pasar del 10% al 25%.

-¿25% del presupuesto?

-Sí, amparados en una ley de descentralización real que no sólo de responsabilidades sino fondos para poder cumplir con ellas.

-¿No es eso seguir dependiendo de “papá Estado” para cumplir con sus responsabilidades?

-No, esa es su responsabilidad. En los pueblos, el alcalde es el verdadero papá, la mamá, el abogado, el médico y el maestro…