Mujeres que subsidian la economía nacional
Mujeres que subsidian la economía nacional
Las mujeres guatemaltecas dedican, en promedio, el 78 % de sus horas de ocupación a trabajos no remunerados; los hombres el 29 %. Esto según los resultados de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), realizada por el INE en el 2011.
La representante de ONU Mujeres en Guatemala, María Machicado, señala la existencia de un desbalance en el tiempo que hombres y mujeres dedican para actividades no remuneradas que son fundamentales para la sociedad. “Vemos que no se ha democratizado esa responsabilidad y eso se refleja en las condiciones laborales que tienen las mujeres, el menor ingreso y los diferentes tipos de trabajo”, lamenta Machicado.
El cálculo del trabajo que no recibe un salario se realizó en coordinación entre la Secretaría Presidencial de la Mujer (Seprem) y el Instituto Nacional de Estadística (INE), con el apoyo de la Comisión Económica para América Latina de las Naciones Unidas y el Banco de Guatemala.
Según Jeraldinde del Cid, asesora del INE, el cálculo se compuso de la sumatoria de las horas empleadas para diferentes actividades (contenidas en la Encovi) y su equiparación en precio con actividades similares que sí son remuneradas en el mercado laboral.
El dato, según del Cid, es muy significativo porque Guatemala ahorra una quinta parte del PIB, principalmente, por las mujeres que trabajan sin remuneración a cambio.
La desigualdad continúa en el mercado laboral
Las mujeres han ingresado al mercado laboral sin dejar el trabajo no remunerado del hogar. Del Cid precisó que de 2000 a 2012 la cantidad de mujeres activas laboralmente se incrementó en un 37 %, de 1,7 millones a 2,3 millones.
Pero a pesar de que existen más mujeres trabajando de manera formal, la desigualdad en el mercado laboral continúa. Los hombres tienen mayores ingresos que las mujeres en el mercado de trabajo. Los datos del INE indican que el salario mensual promedio para una mujer es de Q1,703 ―Q293 menos que el salario mínimo en maquilas de ese año―, mientras que el promedio de los hombres fue 29 % mayor, con Q2,208. La brecha entre salarios ha disminuido en un 8 % desde el 2002.
En las mujeres de mayor edad la brecha se incrementa. Las mujeres mayores de 24 años ganan en promedio Q82 por cada Q100 que ganan los hombres, pero las mujeres menores de 24 años tienen un ingreso más similar al de los hombres: Q92 por cada Q100.
Esto a pesar de que existen mayor porcentaje de mujeres profesionales que de hombres, el 10 % ante el 4 %.
Las mujeres con trabajo tienen mayor nivel educativo que los hombres, situación que según la representante de ONU Mujeres evidencia cómo a una mujer le cuesta más ingresar al mercado laboral. Primero, las mujeres deben de estudiar más para optar por empleo, y segundo, entran a un mercado laboral que les paga menos.
María Machado reconoce que Guatemala se encuentra ante el reto de distribuir de manera más equitativa las responsabilidades sociales. “Debemos promover políticas públicas por una sociedad más equitativa, en donde se distribuya el trabajo remunerado y el no remunerado entre hombres y mujeres, con condiciones laborales para ambos, que tomen en cuenta los convenios internacionales que Guatemala ha suscrito”, recomendó. En el país, agregó, se debe eliminar el supuesto ―considerado en ciertas políticas públicas― de que las mujeres van a seguir subvencionando el cuidado social que es responsabilidad de los guatemaltecos, sin importar su sexo.