¿Y si ganaras el salario mínimo, qué comerías?
¿Y si ganaras el salario mínimo, qué comerías?
Para adquirir los productos mínimos para satisfacer las necesidades básicas de alimentación, una familia de cinco integrantes que subsisten con los ingresos de los salarios mínimos decretados por el Gobierno, en promedio, tienen un déficit diario de Q30. Los salarios son insuficientes para costear la Canasta Básica Alimentaria (CBA), la cual ha sido diseñada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) con criterios de consumo en el mercado nacional, sin tomar en cuenta las necesidades básicas de nutrición de los guatemaltecos. Es decir, los 26 productos incluidos en la CBA, son los más consumidos por la población, pero no los que mejor la alimentan.
El costo de estos 26 alimentos se situó en Q3,247.20 durante el primer mes del 2015, lo que implica un gasto diario de Q108, mientras que el salario mínimo diario para los trabajos de maquila asciende a Q72.36; y a Q78.72 para resto de actividades productivas, incluidas las agrícolas.
Durante el gobierno de Alfonso Portillo (2000-2004) la brecha entre el salario mínimo y el coste de la CBA se mantuvo a la baja, siendo 2004 el año con menor brecha entre ambas variables durante la última década. En la administración de Óscar Berger (2004-2008) la diferencia fue de menos a más, y terminó por ampliarse junto en el inicio de la crisis financiera mundial de 2008. En promedio, durante la crisis hicieron falta Q13 diarios para cubrir las necesidades alimenticias básicas de una familia de cinco integrantes, pero el periodo de Álvaro Colom (2008-2011) cerró de la misma manera en que empezó.
El despunte de la grieta entre lo que cuesta alimentar cada día a una familia, y los salarios normados se dio en los últimos tres años, en lo que va del gobierno de Otto Pérez Molina, en los que la diferencia entre el salario mínimo no agrícola y el costo diario de la CBA —por ejemplo— pasó de Q16.84 en el 2012 a Q26.84 en el 2014.
La CBA representa un mínimo alimentario cuyos componentes se deciden tomando en cuenta los patrones de consumo nacionales y no en base a las necesidades nutricionales de la población. Esta no incluye el resto de necesidades básicas de subsistencia digna de los guatemaltecos, como servicios, vestuario y calzado, salud, educación. Para eso ya no alcanza.