Gritos para pedir justicia
Gritos para pedir justicia
El miércoles eran 21 niñas. El jueves por la noche, 36. Cientos de personas se juntaron frente a Casa Presidencial en un plantón en el que responsabilizaron al mandatario Jimmy Morales del incendio en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción y pidieron su renuncia. Con la voz desgarrada, pidieron justicia y resarcimiento para unas víctimas que no cesaban de aumentar, ante el gesto de desesperación de los manifestantes.
—Contemos hasta 34 y pidamos…—se escuchaba a través de un megáfono.
—Ya son 36—interrumpía alguien con seriedad.
Sin bocinas, sin himnos nacionales. Las miradas de complicidad, mojadas por las lágrimas; los abrazos; las palabras; los gritos; las canciones; el fuego y decenas de velas que alumbraban rostros en la oscuridad fueron los caminos para mostrar el enojo y la indignación.
A pocos metros, en el Palacio Presidencial, Morales daba su primera conferencia de prensa después del incidente, en la que anunciaba el cierre temporal del hogar estatal. La solicitud que organizaciones e instituciones habían realizado durante años fue atendida, 36 muertes después.