Así como miles de turistas invaden la isla de Flores para el puente del Día del Trabajo, miles de mujeres y niñas del Petén continúan sus trabajos habituales sin celebrar el esperado feriado.
Desde la jovencita que sin conocer el parque de Tikal madruga cada mañana para atender una gasolinera de la carretera nacional, o la adolescente que trabaja el campo sin saber que hay un día especial para celebrar lo que ella hace todos los días, de sol a sol, hasta la señora que cumple su turno c...
Así como miles de turistas invaden la isla de Flores para el puente del Día del Trabajo, miles de mujeres y niñas del Petén continúan sus trabajos habituales sin celebrar el esperado feriado.
Desde la jovencita que sin conocer el parque de Tikal madruga cada mañana para atender una gasolinera de la carretera nacional, o la adolescente que trabaja el campo sin saber que hay un día especial para celebrar lo que ella hace todos los días, de sol a sol, hasta la señora que cumple su turno cocinando las refacciones de los niños y niñas que asisten a la escuela del Caserío San José las Flores de Chiquibul, en Dolores.
Porque en Dolores, como en otros lugares de Petén y Guatemala, no todas las mujeres trabajadoras, las niñas y adolescentes trabajadoras, celebran el Día del Trabajo vacacionando en lugares exóticos y lejanos. No hay tiempo para celebrar, solo para trabajar; trabajar para sobrevivir.