Por Agencia ZUR
El caso de Marita, María de los Ángeles Verón, trascendió los estrechos límites de la provincia de Tucumán, en Argentina. Es la historia de aquella joven que a los 23 años desapareció de la faz de la tierra para ser tragada por una red de trata y prostitución y que desde entonces, su madre, Susana Trimarco, no ha dejado de cargar su imagen y preguntar en cada rincón del mundo, “¿¡dónde está mi hija?!”.
El juicio para juzgar a los responsables de la desaparición d...
Por Agencia ZUR
El caso de Marita, María de los Ángeles Verón, trascendió los estrechos límites de la provincia de Tucumán, en Argentina. Es la historia de aquella joven que a los 23 años desapareció de la faz de la tierra para ser tragada por una red de trata y prostitución y que desde entonces, su madre, Susana Trimarco, no ha dejado de cargar su imagen y preguntar en cada rincón del mundo, “¿¡dónde está mi hija?!”.
El juicio para juzgar a los responsables de la desaparición de Marita comenzó el 8 de Febrero de 2012, sin embargo, la historia de su búsqueda comenzó el mismo día en que desapareció, el 3 de Abril del año 2002. Desde aquel día, Susana comenzó a golpear cada puerta necesaria para saber qué había pasado con su hija. Y las puertas que abrió esa búsqueda la llevaron a un submundo, que para ella – como para muchos otros por aquellos años – era desconocido, el de la trata de personas para la explotación sexual.
El 8 de Febrero del 2012 pasó algo que, quizás, los trece imputados por el secuestro de María de los Ángeles Verón no esperaban. Pasó que esa mañana debían presentarse en el Palacio de la Justicia de Tucumán, para ser juzgados por un tribunal, acusados de ser los secuestradores y explotadores de Marita. Quizás estos trece imputados jamás se hubieran imaginado que esa chica que decidieron capturar, una chica como cualquier otra, tenga la madre que resultó tener; tampoco debieron imaginar que todo el país – y el mundo – los conocería un día por ser partícipes de una red mafiosa que captura y prostituye mujeres; como tampoco habrán esperado que un día llegaría el momento en el que el banquillo de imputados sea su lugar por más de diez meses.
Los trece imputados quedaron libres, “absueltos”, en la terminología jurídica. “Las pruebas no fueron suficientes” fundamentó el Tribunal presidido por el juez Alberto Piedrabuena, los testimonios de las víctimas rescatadas de las redes no fueron lo suficientemente desgarradores como para una sentencia, las pistas falsas, las amenazas recibidas y las pruebas desaparecidas tampoco fueron suficientes.
El tráfico y explotación sexual de mujeres es actualmente uno de los tres delitos más importantes a nivel global. Sólo en América Latina y el Caribe se estima que desaparecen 500 mil mujeres al año para ser prostituidas.
Durante los diez años que Marita lleva desaparecida, Susana se convirtió en referente de la lucha contra la trata, además de haber denunciado y confrontado públicamente a políticos y proxenetas de las mafias, que aún hoy gozan de la protección del poder Judicial.
Pocas veces se tiene la suerte de ver cómo mujeres comunes y corrientes se convierten en heroínas mundanas, sin dudas, Susana Trimarco es una de ellas.
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