Desacreditación de actas, negación de asesinatos y viralidad de videos descontextualizados en la primera semana postelectoral

El flujo comunicacional postelecciones estuvo marcado por un evidente descontento ante la falta de transparencia del Consejo Nacional Electoral al no publicar las actas que, supuestamente, confieren la victoria presidencial a Nicolás Maduro. Reacción oficialista ante el efecto mediático y ciudadano generado por el sitio web para la verificación de los cómputos, el asesinato de una manifestante maquillado por el gobierno de Maduro como «falso positivo» y la divulgación de videos de acontecimientos pasados como si fueran recientes, han generado una intensa espiral de desinformación.

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Argumentos engañosos contra las actas divulgadas por la Plataforma Unitaria Democrática

En cadena nacional, Jorge Rodríguez descalificó la publicación de actas de escrutinio por parte de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) que respaldan la victoria de Edmundo González Urrutia, alegando inconsistencias masivas en las papeletas alojadas en la página resultadosconvzla.com. Sin embargo, sus afirmaciones sobre falsificaciones, manchas, firmas, mutilaciones, errores y hasta muertos que votan no se sostienen bajo un escrutinio técnico detallado.

Entre sus señalamientos más infundados, Rodríguez afirmó que la página web donde la oposición colgó las actas indica una intención de crear un «CNE paralelo» y acusó al fundador de Amazon, Jeff Bezos, de estar involucrado debido a que el dominio está alojado en Amazon Web Services, el cual es un servicio accesible para cualquier persona con una tarjeta de crédito sin que eso signifique un vínculo directo con Bezos.

Asimismo, Jorge Rodríguez y otros comunicadores oficialistas aseguraron que la oposición utilizó cédulas de personas fallecidas para inflar los resultados alojados en la web habilitada por la oposición. Tal afirmación es falsa, pues las cédulas de fallecidos pueden aparecer en el Registro Electoral debido a actualizaciones no inmediatas, pero no indica que haya votado.

En otro de los puntos de la narrativa contra el escrutinio opositor, Rodríguez mostró algunas actas mutiladas, y otras 5 que no poseen firma del operador de la máquina y/o de testigos de mesa. Sin embargo, el artículo 342, párrafo segundo, de la Ley Orgánica de Procesos Administrativos, establece que la falta de una o varias firmas en el acta no afecta, en ningún caso, la validez del acta.  

Además, aunque las actas estén incompletas o mal escaneadas, el código QR de cada una permite auditar los resultados a partir del serial que arroja, el cual identifica el estado, centro de votación, mesa y los cómputos obtenidos por cada candidato.

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Gobierno de Maduro oculta el asesinato de «Pimpina» y lo califica como «falso positivo»

El 29 de julio, una imagen de un joven ensangrentado con una franela roja, presuntamente víctima de asesinato en la parroquia de Antímano, Caracas, se volvió viral en redes sociales, especialmente en X. La foto circuló ampliamente durante las protestas en Venezuela, que estallaron tras las elecciones presidenciales del 28 de julio, en las que Nicolás Maduro fue declarado ganador.

El 31 de julio, Nicolás Maduro desmintió el asesinato en Antímano, calificándolo como un «falso positivo». El supuesto desmentido ya había sido promovido por redes de comunicadores y militantes oficialistas desde el 29 de julio. Durante una rueda de prensa, Maduro mostró un video en el que un joven identificado como Albert Giuseppe Salazar Alvarado «confesaba» haber participado en una simulación de asesinato.

Maduro acusó a la oposición de difundir la noticia falsa para desestabilizar su gobierno y crear caos, argumentando que era parte de una campaña para desacreditar su administración y evitar que el oficialismo mantenga el poder.

Sin embargo, investigaciones realizadas por Cazadores de Fake News revelaron que el joven en el video no era la misma persona que aparecía en la fotografía viral. La persona en la imagen, que respondía al nombre de Aníbal José Romero Salazar, conocido como «Pimpina», sí recibió un disparo durante una manifestación en Carapita, Antímano.

Familiares y amigos de «Pimpina» han denunciado en redes sociales que la versión gubernamental del «falso positivo» es en realidad una desinformación destinada a encubrir un asesinato real.

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Difusión de videos viejos y descontextualizados desvirtúan la realidad de las protestas

Los resultados electorales anunciados por el presidente del Consejo Nacional Electoral despertaron un gran descontento social manifestado en intensas jornadas de protestas, amedrentamiento y detenciones arbitrarias contra actores políticos y sociedad civil.

En consecuencia, también se ha generado un intenso flujo de desinformación en redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea con la difusión de videos de manifestaciones, pronunciamientos y detenciones pasadas que distorsionan la realidad de los acontecimientos.

La misma noche del 28 de julio, día que se celebraron los comicios presidenciales, fue difundido un video que muestra a una multitud de personas desplazándose por una avenida en Caracas en horas nocturnas. Los mensajes aseguraban que los ciudadanos se dirigían al CNE, pero la grabación fue realizada el 4 de julio en una marcha a favor del candidato Edmundo González.

En medio de la tensión cívico-militar que vive el país, el 29 de julio fue viralizado un video que sugería la rebelión de un grupo de efectivos castrenses en el comando de la Guardia Nacional ubicado en Cotiza, Caracas. Sin embargo, el audiovisual corresponde a la insurgencia del 21 de enero de 2019 y el sargento que lo lidera, identificado como Luis Bandres Figueroa, cumple una sentencia de 15 años y 6 meses de prisión.

Registros de protestas del 2017 también fueron compartidos en redes sociales como si fueran actuales. Entre ellos,el ataque que sufrió Gianni Scovino, un joven con autismo, por parte de una comisión mixta de PNB y GNB en Lechería, estado Anzoátegui.

Incluso, una escena de tortura de la película venezolana «Simón» fue compartida como una grabación real mientras el gobierno de Maduro ya había anunciado más de 1,000 detenidos involucrados con las protestas.

La publicación de contenido engañoso o falso no sólo desvirtúa el contexto sociopolítico que atraviesa el país, sino también pone en riesgo a figuras políticas, activistas, periodistas y manifestantes al incitar reacciones basadas en información errónea.