El cine, el país o la suma de algunas de sus partes
El cine, el país o la suma de algunas de sus partes
El cine es un lugar. El cine es un arte. El cine es una industria. Digamos tres afirmaciones con las que la mayoría nos podemos sentir tranquilos. De las demás cosas, dejaremos que la suma de las partes pueda delinearnos esa abstracción alucinante que se proyectó a finales del XIX en el pasaje Aycinena y a inicios del XX en el cine Valenti. Esta vez la suma de estas partes viene en una conversación con Jayro Bustamante, el director de cine guatemalteco que ganó un Oso de Plata en el Festival Internacional de Cine de Berlín, la legendaria Berlinale.
Por el festival han pasado algunos: Jean Luc Godard, Sidney Lumet, Konrad Wolf, Agnès Varda, Milos Forman, François Truffaut, Ang Lee, Clint Eastwood, Martin Scorsese, Joel & Ethan Coen, Richard Linklater, Baz Luhrmann, Robert Altman, Jaques Tati, Spike Jonze, Oliver Stone…. Volver a leer esos nombres y saber que el de Jayro Bustamante pertenece a ese listado.
Lo cinematográfico
El otro día hablábamos con un director y productor tunecino, y a él le parecía que hay grandes industrias de cine, él se refería particularmente a los fondos, que creaban una especie de curaduría, y muchos proyectos que no entraban en el lenguaje de ese cine internacional se quedaban fuera y no eran vistos. Yo creo que eso es injusto. Este director se peleaba mucho con la manera de hacer cine con un lenguaje propio de cada región y el cine es un lenguaje que no es nuestro, en primer lugar es un lenguaje súper occidental que nosotros aprendimos. Los mayas, por ejemplo, tienen una manera de contar pero eso no lo aprendimos, nosotros tenemos una manera de contar historias que es completamente aristotélica, y partiendo de ese punto todas las historias se han contado de esa manera, desde el mundo occidental que también hace parte de nosotros.
En algún momento, todo depende de qué tipo de cine querés hacer vos, porque por ejemplo yo veo todo tipo de cine. Y me parece que en Guate exista todo tipo de cine, existe cine de zombis, de cagadas de risa, cine de todo. Luego tampoco podemos pretender que aunque una peli sea muy buena y le vaya muy bien en taquilla porque es una comedia popular, para llamarla así, no es que quiera decir que sea inferior, estamos conscientes que las comedias populares no tienen un espacio en ciertos festivales, las comedias populares entran a cierto tipo de festivales o salen directamente a los cines porque son más efectivas con el público, las terminás y las podés sacar porque no necesitás irte llevando todas las etiquetas que al final para lo que te sirven estas etiquetas es para decirle a la gente “de verdad haga el esfuerzo de verla porque ya otra gente dijo que era buena”.
Ixcanul ganó el premio Alfred Bauer, que reconoce “largometrajes que abren nuevas perspectivas en el cine arte”, el ganador anterior a Jayro fue Alain Resnais. El francés, uno de los grandes cineastas del siglo XX, ganó en el 2014 con la última película que filmó antes de su muerte; el guatemalteco la ganó con su primera película.
Los premios
Woody Allen dice que “el fracaso tampoco es tan terrible como parece”, por ahí podríamos darle vuelta, el éxito tampoco es tan glorioso como parece, pero…
En un plano completamente dérmico, me siento cansado, porque es un montón de trabajo. Y por otro lado, como estoy aprendiendo tanto, estás cansado pero a la vez no querés parar porque pensás en lo que estás aprendiendo. En el plano profesional me siento más bien un poco ahuevado, pero en el buen sentido. Ahuevado porque ya estoy trabajando el próximo proyecto y es bueno estar ahuevado porque la barra es alta, porque no tenía nada antes, y tengo muchas ganas de seguir.
“Dale unos quince días al después de Berlín y ahí te vas a dar cuenta de lo que realmente pasó”, me decían. Y no es que no me haya dado cuenta de nada, pero tampoco es que haya habido un cambio personal, sobretodo porque hemos seguido trabajando. Y creo que hacían referencia a que en algún momento te das cuenta que sos parte de la gente que tiene un Oso de Berlín.
[frasepzp1]
Una vez tuve una reunión con Edgar (el coproductor francés) “no creás que todas las pelis son así, yo sé que estás cansado, yo sé que necesitás descansar, tratá de descansar un poco pero cuando a una peli le va bien es cuando realmente se trabaja” El después de la peli, cuando le va bien, requiere mucho trabajo. Cuando la peli no tiene mucha repercusión muere más rápido”.
Las identidades
Creo que hay un cine iberoamericano, en principio porque somos una región que tiene más puntos en común que diferencias, lo notás cuando estás en el extranjero, y no es un problema de idioma, aunque seas bilingüe, te encontrás con un argentino y tenés más cosas en común que la que puede tener un español y un francés que son fronterizos. Eso me parece muy rico de América Latina y me parece que el cine nos conecta, la gente entiende todas nuestras historias, no importa de qué estrato social vengan o de qué etnia de América Latina vengan, creo que sí, que el cine puede ser conector como todo el arte. Toda comunicación es conexión.
Los contextos
Eso que dicen que uno nunca es profeta en su país y todas esas cosas que la gente cree que por eso uno se va de Guate, yo creo que hay tantas historias acá que si en mi época hubiera habido una escuela de cine tal vez no me hubiera ido. Igual irse está bien, cambiarse las ideas, pero irse incluso a San Lucas o a Santiago, te cambia las ideas de la burbuja donde uno vive, porque Guate está llena de muchas burbujitas.
Quizá tengo en este preciso momento una relación nueva porque Guatemala (de la Asunción) siempre me había parecido una ciudad no grata, una ciudad difícil de vivir, digamos que es imposible no comparar cuando tenés una doble vida. Siempre me parecía cómoda de vivir en los interiores, porque el espacio que es tan difícil de obtener en Europa lo tenés acá, Pero es una ciudad mucho más difícil de vivir en los exteriores. El urbanismo de Guatemala no está hecho para caminar de una zona a otra.
—¿De qué burbuja venís vos?
—Yo vengo de la mezcla de varias burbujas. crecí en Panajachel, y Pana tiene esa facilidad de ser más cosmopolita. Me fui bien chiquito, y cuando venís de un pueblo también te tenés que ir del pueblo muy chiquito para seguir estudiando. Yo me fui de mi casa a los 14 años. Me vine para acá (Guatemala de la Asunción) para estudiar. Uno se va a vivir con su familia “de la ciudad” para poder seguir estudiando. Pero igual bien rápido empecé a vivir solito”.
Los puntos de vista
Cuando sea grande es el primer cortometraje de Bustamante, es la historia de una niña ladina y una niña indígena que son amigas, juegan entre ellas, comparten su mundo en común, pero no la realidad.
Cuando sea grande es la historia de mi prima. Un día la encontré solita y le pregunté, vos por qué no estás jugando con Alicia, porque era su cuata de siempre, y ahí fue que me contó: “es que creo que no es mi amiga”.
Fui a buscar a mi tía y le conté: voy a escribir esta historia, es la historia de su hija, voy a hablar de la madre, todo está ficcionado pero tampoco quiero que usted sienta que estoy poniéndola como una tirana explotadora de niños. Y me dijo: “escríbalo, si yo no le hubiera dado trabajo para que viniera a jugar alguien más le hubiera dado trabajo para que fuera a limpiar”.
Hay muchos buenos hechos en Guatemala que nos parecerían aberrantes si nos basamos en la ley y en los Derechos Humanos, pero como todo es tan caótico y no respetamos ninguna ley, al final tenés que estar cambiando a cada momento tu tabla de valores cada vez que estás enfrentado a una situación. No podés tener nunca una única tabla de valores porque no se puede, porque no existe igualdad, cada vez que te confrontás con una nueva historia, pero no solo de cine, sino cualquier historia en tu vida, tenés que ir modelando tu tabla de valores hacia el tema que estás tratando en ese momento.
—¿Pero te tocó tu propia crisis de tu código de valores con esta historia?
—Claro, hay valores absolutos, que respetás siempre, y esos son los que te mantienen en vida. Pero ese juego de tratar de ponerse siempre en los zapatos de otro para ver la realidad desde otro punto de vista, es algo que te enseñan en muchas escuelas de cine, tratar de cambiar la perspectiva siempre para ver la misma realidad desde otro punto y ver si no es más interesante del otro lado.
Ponerse en los pies del otro para ver la realidad desde otro punto de vista, este cortometraje materializó el ejercicio, recién en Filgua la Editorial Piedra Santa presentó el libro para niños Cuando sea grande, cómo producir un cotrometraje. El libro, del cual Jayro es autor, o más bien un facilitador, es una especie de introducción a la producción, a partir del guión del cortometraje logramos ponernos en distintos roles del equipo de producción y tener más claro el camino que se recorre de una idea a una imagen en movimiento en la pantalla.
Los otros y el punto de vista
En la fanpage de Ixcanul se lee la sinópsis: María, joven maya de 17 años, vive sobre las faldas de un volcán activo en Guatemala. Un matrimonio arreglado la espera. Aunque María sueña con ver la «gran ciudad», su condición de mujer indígena no le permite cambiar su destino. Más tarde, una complicación en el embarazo la obliga a salir al mundo moderno que le salva la vida, pero a un precio demasiado alto.
—Ponerse en los pies del otro y cambiar los puntos de vista: esto es por mucho el principio del cine, sin embargo, eso en Guatemala podría ser, como en el caso del tema maya, por ejemplo, que seguro te habrá pasado, que se te podría cuestionar cómo lográs legitimar tu voz, para el caso de Ixcanul, una película que trata un tema universal visto desde el mundo cakchiquel, pero habrá quién se pregunte qué tenés que ver vos con los cakchiqueles para tener que contar su historia
—Esa pregunta es muy loca y se me hace que es bastante fuera de lugar, y no porque me las hagás, sino porque la he vivido. Estábamos con María Mercedes (Coroy, protagonista de Ixcanul) en México y de repente un periodista me pregunta si yo había hecho un estudio antropológico de los mayas antes de trabajar “con esa tribu”, así, con esas palabras, y cómo había yo para sumergirme en “esa tribu”. Y yo les explicaba que de verdad somos un país en el que yo diría que hay un 80 por ciento de descendientes mayas, que se diga que hay menos es paja, hay un buen porcentaje de gente que se ha “occidentalizado”. Cuando me preguntaban eso yo trataba de explicarle que los mayas eran mis vecinos en Panajachel, y que no estaban en una tribu, que son un pueblo que hace parte de una comunidad, etcétera. Saliendo de la entrevista me dice María Mercedes “si me hubieras hecho un estudio antropológico ya sabés por dónde te lo hubiera metido”.
Y esa pregunta del hecho de qué legitimidad tiene uno para hablar de los mayas, me parece que es una cosa todavía paternalista de Guatemala, que todavía no logramos entender que somos todos un país. Entonces en ese caso ningún director gringo podría hablar de los afroamericanos, ni ningún director judío podría hablar de los neoyorquinos no judíos, o yo mismo no podría hacer películas más que de los ladinos, y esa es una cosa que quería dejar muy claro, pero después la gente oye y escribe lo que ellos tienen en la mente, y es ese discurso de “fuiste a un pueblo, entraste a sus casas y les robaste su vida”. Lo que pasa es que la gente que tiene que hacer críticas por algún tipo de películas se va por el lado fácil, y realmente lo que pasa es que yo estoy contando la historia de una familia maya, ¡de una!, con una visión que yo tengo, con una experiencia de vida que me contaron y con cosas que yo vi y viví en una finca de chiquito.
Todos los actores, que si bien son mayas cakchiqueles, hicieron un trabajo de caracterización para interpretar estos personajes. Manuel, que es el rol del papá, en la vida real es técnico dentista, realmente él hizo un trabajo para volverse ese Manuel que simplemente es un peón en una finca. Ignacio que es el capataz de esta finca, en la vida real es profesor de gimnasia en una escuela, y es un gestor cultural. María Telón vende en el mercado y María Mercedes es estudiante. Todas esas pinzas que se toman cuando uno tiene que hablar de los mayas me parecen un poco paternalistas, nosotros durante todo el proceso tomamos en cuenta las costumbres, las maneras de vivir, la comida, pero si vos sos vegetariano igual hubiéramos tenido en cuenta todo eso, pero nunca se habló de “entonces ellos son los mayas, y maquillaje y peinado es Japón, cámara es franco-venezolano” éramos simplemente gente que estaba trabajando y estaba contando una historia, y esa historia viene de una familia maya y ya. Hubiera sido otra la manera de tratarla si esa historia le hubiera pasado a una alemana por ejemplo, y también lo hubiéramos hecho.
“Lo que ningún ojo humano es capaz de atrapar, lo que ningún lápiz, pincel o pluma es capaz de fijar, tu cámara lo atrapa sin saber qué es, y lo fija con una escrupulosa indiferencia de una máquina” Robert Bresson
Hablar desde Guatemala
En esta historia en particular (Ixcanul), más que hablarte de mi visión, yo por ahora no sé cómo hablar de una visión mía, hay una historia que te toca y vos seguís esa historia. La querés contar de una manera orgánica, esa palabra como es de trillada, pero vos vas sintiendo más o menos cómo tiene que ir. Y con los medios que tenés y en el lugar donde estás, digamos que Ixcanul se construye porque yo pasaba toda mi infancia en la finca cafetalera de mis abuelos que está en el Volcán de Pacaya y fue ahí donde filmamos, para mí era lógico por mi vida personal filmar en ese lugar, con esos paisajes en los que yo jugaba de niño, con ese volcán que es omnipresente, que es la amenaza más grande pero también “el hermano volcán” como decía mi abuela. Y luego quería contar la historia de esta mujer que es kaqchiquel y dio este resultado.
Las escuelas de cine
“Hagan sus maletas y escapen, huyan lo más rápido que puedan. En lugar de estar en una escuela trabajen como conductor de un taxi o guardaespaldas en un club porno. Ganen dinero para hacer una película”
Werner Herzog
La primera peli que yo vi en el cine fue Indiana Jones, porque en Pana no había cine entonces cuando veníamos a guate nos llevaban. Pero uno de mis juegos preferidos era hacer teatro de marionetas, tenía un cuate, Emilio, que me escribió hace poco para decirme “te acordás cuando empezaste todo esto con tus títeres”, a él tampoco es que le apasionara pero yo lo lograba convencer que me ayudara hacer títeres. La primera vez un montón de gente llegó a ver la función (que hacía en el patio de su casa), la segunda vez menos, y la tercera tuve que dar de comer, y tuve que hacer una rifa para que las funciones estuvieran llenas.
Yo construía las marionetas y dependiendo las que lograra construir así contaba la historia. Y desde ahí nació. Luego lo de la publicidad y la comunicación fue como la alternativa que había en el país porque era el único medio que existía de acercarse al audiovisual, no había otra manera. también con la ventaja de la educación familiar que yo tuve, que era poco rígida, mi mamá a veces decía “uy, te vas a volver un bohemio” y eso le daba miedo (ríe), pero nunca se me negó, es más siempre fue un apoyo, mi mamá se volvió productora ahora conmigo, produjo el corto conmigo, produjo la peli conmigo, ella administra La Casa de Producción (que es la casa productora de Bustamante en Guatemala).
Guatemala
Mucho de lo que no logramos entender de por qué la película gusta tanto al público, que podrías hacer un análisis del guión y de la columna y de todo lo que vos querrás, viene de algo que se produjo en lo que nosotros sentíamos en el rodaje, una sinergia que habíamos logrado entre todos. En algún momento tenés que ir juntando talentos, juntando gente capaz, y cuando lográs hacer que toda esa gente funcione bien, y lográs que haya esa magia que hubo en Ixcanul. Con y sin problemas, pero también fue un proyecto bastante sano. Cuando te digo que no hubo un problema real que se impusiera a la peli te lo digo incluso cuando el volcán explotó y nos tocó evacuar, pero nunca fue realmente un problema en sí, fue como un obstáculo más que había que dar la vuelta y seguir.
Había algo también en la historia que hacía que la gente se metiera más allá de lo normal. Hay algo que se te pide y lo normal es en todo proyecto que le pedís a alguien que dé el 130% porque sabés que va a dar a 90%, y eso es una cosa súper humana, acá nosotros empezamos diciéndoles a todos que iba a ser muy duro, porque efectivamente iba a serlo (un crew de casi 40 personas en seis semanas de rodaje), y empezamos a pensar cómo íbamos a lograr manejar todas esas bajas de energía que íbamos a tener en el rodaje, esas bajas de interés que íbamos a tener de parte de la gente porque estábamos en situaciones muy duras. Y lo raro fue que nadie bajó, no hubo necesidad de pedir más del 100% porque la gente lo daba naturalmente, yo creo que era el proyecto, María Mercedes decía en una entrevista “yo cuando leí el proyecto me sentí con la responsabilidad de caracterizar esa mujer”.
Hay algo en el proyecto que hace eso. Creo que es la universalidad de la discriminación y la indiferencia, algunos estamos cansados y me topé con gente que está cansada de eso y que quería realmente decirlo.
La producción (en Guatemala)
Afuera son como muy curiosos, sabiendo la precariedad que existe en Guatemala, están muy interesados en el porqué somos tantos de pronto haciendo cine, por qué de repente el cine guatemalteco tiene ese boom, porque igual hay muchas pelis por año para ser un país tan chiquito.
(También podemos pensar que en Guatemala hay películas anuales como tormentas tropicales, algunos años más, otros menos, algunas con más presencia en salas de cine, otras en la piratería, otras, las menos, en festivales internacionales, pero es indiscutible, Julio Hernández va por su sexta película, estrenada en Locarno, Sergio Ramírez posproduciendo su segunda, Rafa 3 en post de la tercera, Best Picture estrenando segunda guatemalteca, César Díaz en gira con su primer documental, Ana Bojórquez estrenó también en Berlín este año; hay un buen número de películas en desarrollo, Andrés Rodríguez, Ingrid Stalling, Anaís Taracena, Edgar Sajcabun, Camila Urrutia, Renato Borrayo, Pablo Rojas andan en gira de asesorías y talleres internacionales para la preproducción de sus primeras películas, algo así las tormentas de estos trópicos)
Hay películas que en Guate que han hecho un montón de taquilla, acá con 5 mil entradas ya el internacional está contento, y acá hay películas que han hecho 12 mil. Creo que en gran parte eso está pasando por una especie de solidaridad, como cuando no hay nadie que te ayude vos te tenés que salir con los que tenés al lado, esa solidaridad entre cineastas, y cuando digo cineastas no me refiero a los directores de cine, no porque no sean solidarios, sino porque el director sale de un proyecto y se mete a otro, obligadamente estás en mundos más herméticos porque estás en tus propios proyectos y porque tu energía tiene que estar focalizada en eso, es egoísta pero el egocentro es el proyecto en ese momento. Me refiero a la solidaridad que me parece mucho más interesante, la solidaridad de los técnicos, que realmente es mara que apoya los proyectos, porque los apoya de verdad, de verdad se meten. En Ixcanul y en Cuando sea grande, siempre sentí esa solidaridad. No tenemos una manera de hacer cine, aunque la escuela exista, como se hace poco y como se hace siempre entre cuates, cuando ya venís de fuera con otra escuela te das cuenta que toda esta pirámide del cine que es súper jerárquica, que está construida un poco militar porque es así como funcionan los proyectos con mucha gente y a corto plazo: pues acá en Guate no se puede dar la jerarquía, no existe todavía. Pero siempre siento que hay como un nivel, a mí mucha gente que ha trabajado en países como Guatemala me había dicho que tuviera cuidado con ese “buena onda”, porque eso también te puede matar un proyecto, vos te metés a un proyecto donde todo el mundo está dando de sí y por esa sensación de que todos somos buena onda podés en algún momento aceptar cosas que no deberías aceptar porque pueden afectar un proyecto.
Los actores
“Modelos:
movimientos de afuera hacia adentro.
(actores: movimiento de adentro hacia afuera)
Lo importante no es lo que me muestran sino lo que me esconden, y sobretodo aquello que no sospechan que está en ellos.
Entre ellos y yo: intercambios telepáticos, adivinación.”
Robert Bresson
No creo que hayan actores y no-actores, es decir, sí los hay, pero no lo dicta una escuela. La escuela sirve, la escuela puede darle a un actor un abanico más grande de emociones, puede hacerlo más versátil, pero alguien que actúa mal no le podés enseñar a actuar, no se puede, yo no veo cómo, de verdad no me logro imaginar cómo alguien que actúa mal puede actuar bien. En Birdman hay un actor que es un mal actor, y el tipo es tan bueno que logra realmente hacer que su personaje sea un mal actor, pero que se nota que trabajan, que se esfuerzan pero que no le sale.
Toda esta gente (con la que trabajó) eran actores no profesionales, o actores sin experiencia, espero que no se queden en actores ocasionales porque pasa mucho en este caso, pero para mí que todos eran actores.
[frasepzp2]
María Telón que es la que realmente tiene experiencia (y vaya si no, fue una de las protagonistas de Polvo, de Julio Hernández), Marvin Coroy que también hacía parte del grupo de Patty Orantes, pero todos los demás de verdad que son actores. Yo nunca tuve una conversación con ellos que fuera una conversación distinta a la que tendría con un actor para que entendiéramos ciertas cosas, siempre se trabajó normal. Y luego aparte de eso yo con ellos aprendí a dirigir. Pero eso es algo que yo me pregunto, si no es que tendrá que pasar en cada proyecto: aprender a dirigir a alguien. O tal vez es por mi inexperiencia, pero quizá yo que soy “director de cine” (enfatizando las comillas) me dicen “acá hay 10 personas, dirigilas”, hay un mínimo de tiempo en el que vos tenés que oler quién es esa persona, oler sus miedos, sus ganas, sus fuerzas y todo para poder ayudarlos a que hagan cosas. Y eso lo aprendés de ellos.
En Cuando sea grande era un ejercicio parecido, pero con niños es otro trabajo porque es otro tipo de lenguaje, te podés permitir ciertos chantajes chiquitos: hay una anécdota con la niña que hacía el papel de Alicia, me da todavía cargo de conciencia, porque es una escena donde están tiradas en el césped, y la habíamos repetido mucho porque teníamos tres mesas una sobre la otra para poder hacer la toma cenital, y la cámara estaba muy inestable, por eso repetir y repetir y la pobre chiquita se la estaban comiendo los bichos en la grama, y en algún momento me dijo: yo ya no quiero, ya no quiero porque me están picando mucho. Aunque les hubiéramos puesto repelente era imposible, y como que en algún momento le dije “si ya no querés pues ya no, y ponemos la cámara solo sobre ella”, la otra niña; a lo que respondió “va pues”, quedándose. Pero son el tipo de chantajes que te podés permitir como un juego, los niños también comunican un poco así.
El financiamiento
“El cine es tanto el arte de buscar un hermoso rostro para poner en el celuloide como el de encontrar el dinero para la compra celuloide” Jean-Luc Godard
Hay una historia que también la contaba este director tunecino, de un film africano que le fue tan bien en todos los festivales y cuando este país se dio cuenta que nunca había sido mencionado en las mesas internacionales y que una película había hecho tanto ruido y habían hablado tanto del país por una película, decidió poner un impuesto en toda la telefonía celular del país y hoy en día el cine se financia gracias a eso. Realmente representa crearle una imagen a un país, un país también es una empresa, un país también necesita imagen.
(Señale en el mapa donde queda Chad. Sí, es en África. Si África fuera un pecho, que lo es, Chad estaría justo en el corazón, pues para que se ubiquen. Ahí hay un director de cine Mahamat Saleh Haroun. Haroun ganó el premio del jurado en Cannes en 2010. Y entonces, que seguro ha de pasar algo parecido con Guatemala, la gente volvió a enterarse que Chad existía. A partir de ese premio en Cannes el gobierno de Chad creó un fondo para la producción audiovisual financiado por un impuesto sobre las ganancias de la telefonía móvil. A partir de ese premio en Cannes el gobierno de Chad creó un fondo para la producción audiovisual financiado por un impuesto sobre las ganancias de la telefonía móvil. A partir de ese premio en Cannes el gobierno de Chad creó un fondo para la producción audiovisual financiado por un impuesto sobre las ganancias de la telefonía móvil. A partir de ese premio en Cannes el gobierno de Chad creó un fondo para la producción audiovisual financiado por un impuesto sobre las ganancias de la telefonía móvil.)
La legislación
La ley de cine no avanza pero también le interesa muy poco a la gente, yo creo que mucha gente incluso que trabaja en cine no entiende bien para qué sirve la ley de cine. Sirve para regular salarios, es verdad, pero va mucho más allá de eso. Por ejemplo, nosotros le metimos todos el esfuerzo posible a la peli para que con muy poquito tuviéramos un resultado tan grande, luego cuando vos hacés una coproducción con Francia y entregás tus facturas y entregás todas tus cosas, te das cuenta que cuando entra un país de Europa a la coproducción te quedás con un porcentaje super chiquito, no fue mi caso porque mi coproductor entendió realmente la manera en que se había hecho, pero esos son los riesgos si estás en un mercado en el que no hay tratados de coproducción siempre salís perdiendo.
(sin un tratado de coproducción pasaría que si la película se produjo con 100 que pediste prestado, y un coproductor extranjero pone 300 para la posproducción, pues quedaría 25% para uno y 75% para ellos, matemática brutalmente básica)
En cambio estos tratados de coproducción (regidos por una ley de cine) permiten hacer que si yo soy Guatemala y firmo con Rusia la película se vuelve inmediatamente rusa y guatemalteca, entonces los fondos que busca Rusia se vuelven fondos en común y no solo es el gran país el que vino y te salvó a vos país pobre.
Los fondos también llevan implícito una recaudación de impuestos, una ley de cine también velará porque vayan para el país y que sirvan para un montón de cosas en el país, tener una ventana cultural. Es plata que se está moviendo en un país, es plata que está generando empleo en un país, no es que te digan llévate la plata y gastátela y qué bonito que seas cineasta. Es un sistema que crea trabajo, que crea industria, ventanas culturales y desde el momento que estás usando fondos públicos y eso implica establecer salarios, porque por un lado está bien que la mara en Ixcanul todos aceptaron trabajar por lo que podíamos pagar, pero estaría mejor que tuviéramos fondos para poderlos decir que cada uno en su área tiene un salario mínimo-máximo garantizado.
(Una ley de cine regularía, por ejemplo, estímulos de inversión extranjera en el país, digamos privilegios fiscales a cambio de inversión Guatemala, por ejemplo: utilizar el país como locación, entonces Francia o Rusia vendrían a filmar sus escenas tropicales a Guatemala regidas por principios como altos porcentajes de crew local, consumo y contratación de bienes y servicios locales. Por ejemplo.)
El Volcán
Yo crecí en Pana y pasaba las vacaciones en el Pacaya, yo no sé cómo era acá en Guate pero en mi infancia si vos a un niño le pedías que dibujara un paisaje siempre era un volcán con piquito, es imposible que un guatemalteco dibuje una línea recta, tal vez los de la playa, siempre en algún momento dibujás el volcán.
Pero para Ixcanul yo creo que cuando a mí la María de verdad me contó su historia yo dije: esto hay que grabarlo en el Pacaya. Era una de esas locaciones que yo tenía guardada en una gaveta y de repente, ¡ahí está! Aparte de la parábola de lo que significa ixcanul que hace un eco al personaje de María, me parecía lo suficientemente poético como para unirlo. Es muy gracioso porque al final el nahual de María Mercedes es la montaña.
(Ixcanul significa volcán en Kaqchiquel, y entra acá este fragmento del Popol Wuj traducido por Sam Colop
"Mientras tanto Sipakna nada más jugaba con las grandes montañas
con el volcán de Fuego,
el volcán de Acatenango,
el Pekul,
el Ya´xkanul,
el Makamob,
el Julisnab como se llamaba a esas montañas cuando amaneció.
Solo una noche necesitaba Sipakna para hacer surgir estas montañas.")
El espectador
Realmente es posible pensar en el amor. Realmente es posible preguntarnos sobre su naturaleza desde un país como el nuestro, desde una Guatemala que arde al fuego, al fuego que seguimos aprendiendo a leer, al fuego que nos quema por dentro, al fuego ese en el que arde el tiempo todas y cada una de las tardes. Es posible sentirlo. Es posible acariciar nuestros cuerpos desnudos en una pantalla. Es posible realmente sentirnos, ver a los ojos al horror, sentirlo. Tiene que ver nuestra historia con la historia del fuego, en definitiva, con la historia de la entraña de los volcanes, con aquello que arde en el corazón de la tierra, que sospecharíamos también arde en el corazón del cielo.
Cubriremos nuestra desnudez
con tu ceniza
grices se pondrán nuestros cabellos
opacas quizás nuestras pieles
nos convertiremos lentamente en polvo
y en memoria
caeremos suavemente sobre la tierra
sobre el valle que te observa en silencio
(el día de la premiación en Berlín) María Telón soñó a un señor que llegaba a su casa que decía que todas las arvejas se le habían muerto, un señor que tiene plantación de arvejas a las faldas del volcán y que le cayó la ceniza.
Pero bien, todas esas cosas pasan y qué rico que pasen.
Más de este autor