El programa de Naciones Unidas achaca estos datos a la disminución del gasto público destinado a los sectores sociales. Además, señala una contradicción en el proceso de democratización del país. Por una parte, indica, se acordó incrementar los esfuerzos para mejorar la calidad de vida de la población empobrecida, pero, por otra, se redujo la capacidad del Estado para impulsar estos objetivos, “privatizando funciones básicas para el desarrollo y debilitándolo ante la influencia de grupos poderosos de interés”.
A pesar de que se garantizó un crecimiento económico —con un incremento del Producto Interior Bruto (PIB) de 93,729 millones de 2001 a 2015, según el Banco de Guatemala— el “exitoso modelo” no logró impulsar el desarrollo humano con la misma energía, señala el informe.
Lento crecimiento del IDH
El PNUD analiza las variaciones en el Índice de Desarrollo Humano (IDH), el indicador de la organización de Naciones Unidas que mide el progreso de los países en tres dimensiones básicas del desarrollo: la salud, la educación y el nivel de vida. El IDH se calcula, siempre que exista información, sobre la base de datos de las instituciones nacionales y organismos internacionales.
Según el informe, el índice se incrementó un 17% de 2000 a 2014. Sin embargo, sólo en el período entre 2000 y 2006 se logró un incremento sustancial. La tasa anual mejoró en esos seis años un promedio de 2.3%. De 2006 a 2014, el crecimiento se ralentizó a menos de 0.3% anual.
El estancamiento en Salud
Esta falta de crecimiento también se observó en la salud de los hogares. El acceso a la salud, a través del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) o de un seguro privado, pasó de incrementarse cinco puntos porcentuales entre 2000 y 2006, a bajar casi un punto de 2006 y 2011, para volver a remontar ligeramente en 2014.
El aumento de la pobreza
La gráfica que muestra con mayor evidencia el cambio de tendencia después de 2006 es la del índice de pobreza (entendida como “un conjunto multidimensional de privaciones en las capacidades humanas”). La “incidencia de la pobreza”, es decir, el porcentaje de población guatemalteca sumida en la pobreza, sufrió una bajada considerable en los años siguientes a la firma de los Acuerdos de Paz.
Entre 2000 y 2006, la disminución fue de un 12%. De una amplia mayoría de 72% de personas afectadas, se llegó a un porcentaje que, aunque continuó siendo elevado, supuso una bajada considerable: 58%. Los años siguientes, la tendencia fue al alza. La pobreza afectó en 2011 al 64% de la población, y el 2014 al 67%, acercándose lentamente al porcentaje de partida.
El informe explica que este regreso a los niveles de pobreza de inicio del siglo XXI es una consecuencia de la reducción del gasto social. Claudia V. López, una de las investigadoras del informe, explica la contradicción de esta situación con el hecho de que Guatemala sea uno de los países más estables de América Latina: “Tiene que ver con cómo está asentado el modelo de Estado de Guatemala. Desde el principio partimos desiguales. Hay una dicotomía: quienes tienen y quienes no, tanto recursos como derechos. Pero esto sucede a nivel mundial. Se concentra la riqueza. El 1% tiene el 50% de la riqueza”.
“Además, en Guatemala no se explica de manera independiente del racismo. No somos capaces de vernos como iguales”, concluye López.
Los ingresos, a la baja
La renta per cápita de los guatemaltecos es uno de los indicadores más afectados desde 2006. El promedio de los salarios en Guatemala se encontraba en Q2,533.81 en 2000. Seis años más tarde, se alcanzó el pico más elevado en los últimos años: Q3,536.21. Los ingresos medios se incrementaron en más de Q1,000.
Después, comenzó el declive. En 2011 la cifra se desmoronó por más de Q500, llegando a Q2,988.94. El salario promedio continuó bajando en los siguientes años. La última cifra que registra el PNUD es de Q2,968.94 en 2014.
El informe concluye que esta disminución en la capacidad adquisitiva de la gente —cuyas causas no entra analizar el PNUD— tuvo como consecuencia una reducción de la clase media —del 12% al 9%—, que provocó que la brecha de la desigualdad de Guatemala continuara aumentando.
Según el programa de Naciones Unidas, al menos 3 millones de guatemaltecos cayeron bajo la línea de la pobreza entre 2000 y 2013.
La caída de la recaudación
El informe destaca los cambios en la política fiscal después de los Acuerdos de Paz, que posibilitaron un incremento de la recaudación tributaria de 8% a 12% del PIB en 2002. El gasto público social fue otro de los factores que favoreció este aumento.
A partir de 2007, señala el informe, la proporción comenzó a bajar, a excepción de 2010, que hubo un pequeño pico, que coincide con la implementación “con mayor fuerza de programas sociales destinados a ampliar la cobertura en educación y salud”.