Código 300. Episodio 2. Los hermanos
Código 300. Episodio 2. Los hermanos
Félix Estrada era un maestro, sindicalista y miembro del Partido Guatemalteco del Trabajo. Fue secuestrado y su familia no tuvo información de él hasta que apareció en el Diario Militar. Su hermano Salomón se ha dedicado a su búsqueda y a mantener viva la memoria histórica. También busca a César Augusto, otro de sus hermanos que fue secuestrado y de quien nunca se supo nada más.
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Esta es la transcripción del Episodio 2 de la serie Código 300: Las historias del Diario Militar, 25 años después
Narrador: Dentro de las 74 páginas del Diario Militar existe una parte de este que detalla capturas realizadas entre 1983 hasta 1985, revela un apartado que registra el nombre de personas junto a fotografías, detalles sobre sus vínculos, supuestos vínculos a la militancia o a la izquierda y detalles muy precisos sobre su captura y en muchos de los casos el destino de la persona.
Plaza Pública presenta la serie CÓDIGO 300: Las historias del Diario Militar, 25 años después.
Salomón Estrada:
Él llegaba todas las noches. Nos poníamos a jugar ajedrez. Jugabamos damas. Había un juego que se llamaba Luisa, que ahorita que hacía no se ve, pero esa era toda la noche (para) nosotros, era de jugar.
Melani Coyoy:
Él es Salomón, quien se ha dedicado a mantener viva la memoria histórica y a buscar justicia por los desaparecidos durante el conflicto armado interno. También es hermano de Félix Estrada Mejía, a quien sigue buscando después de 40 años.
Salomón Estrada:
A él le gustaba leer, le gustaba dibujar, le gustaba hacer reuniones. Era un joven, pero muy dedicado a que nosotros estudiáramos. En ese momento álgido del conflicto que se vivía, a él le gustaba escuchar la radio.
Melani Coyoy:
Pero Félix no escuchaba cualquier estación de radio. Él buscaba informarse.
–Fragmento de la transmisión de Radio La Voz–
Salomon Estrada:
Y nos llamaba la atención que había que escuchar los radioperiódicos. Los editoriales le gustaban a él porque en ese momento había una radio muy combativa. Entonces el mensaje que le enviaban a la población era que había que luchar porque hubiera vivienda digna, porque hubiera educación, porque hubiera salud. Entonces eso era como parte de la convivencia que teníamos, en la parte formal.
Melani Coyoy:
El papá de Félix y Salomón fue sindicalista y más tarde se afilió al Partido Revolucionario. Este grupo buscaba ser la oposición a los gobiernos militares de aquel momento. Por eso sus miembros eran acusados de comunistas.
Parte de su labor dentro del Partido, era pegar volantes en postes. Algunas noches, su hijo Félix lo acompañó.
En su casa de La Reformita, zona 12, les esperaba el resto de la familia, Victoria, la mamá, tres hermanos y dos hermanas.
Salomón Estrada:
De una manera artesanal hacían este trabajo juntos. Nosotros solo lo mirábamos porque lo hacían en las noches y miraba como a las 9 de la noche hasta las 11, salían a pegar en los postes. Creo que esto también fue una parte que lo llevó a Félix a ser participativo dentro del movimiento estudiantil y a darse cuenta de que había necesidad de alzar la voz en ese momento.
Melani Coyoy:
Félix tenía 25 años y vivía en la casa familiar. Se había unido al Partido Guatemalteco del Trabajo o PGT, que buscaba el respeto a los derechos laborales y se autonombraba comunista. Sus miembros se convirtieron en objetivo de búsqueda para las fuerzas militares. A pesar de todo lo que se vivía, sus padres no le prohibieron continuar
Félix no hablaba de esto con Salomón, que es el más pequeño de los seis hermanos. Pero él recuerda escucharlo hablar con sus papás sobre cómo a sus compañeros los desaparecían o asesinaban.
Salomón Estrada:
Él decía: miren muchá les pasó esto a mis compañeros los están desapareciendo, mataron a tal compañero. Ellos salían en la noche a a hacer… a cuidarse porque había también tomas de escuelas, institutos entonces ellos se cuidaban. Sí, yo escuchaba porque a mí me hacían, como era más pequeño que él, no oiga, verdad, pero si me di cuenta porque era el hogar donde él llegaba a hablar.
Melani Coyoy:
Aún con la incertidumbre de lo que pertenecer al PGT significaba, la rutina continuaba..
Salomón estudiaba por las mañanas y por las noches compartía algún juego de mesa con su hermano. Uno de los últimos recuerdos que tiene con Félix es la celebración del día de la madre, del último mayo que pasaron juntos.
Salomón Estrada:
Ese 10 de mayo, él organizó un almuerzo, digo entonces vamos a celebrar el santo, el día de la madre de mi mamá y tu cumpleaños. Entonces ni ella ni yo sabíamos lo que iba a pasar cinco días después.
Melani Coyoy:
Salomón recuerda que la noche del 14 de mayo de 1984, no hubo nada diferente. Ninguna advertencia o premonición como a veces pasa en las películas.
Salomón Estrada:
El 14 todavía jugamos porque él llegó como a las 9 de la noche, jugamos la famosa Dama, compartimos. Fue una noche normal.
Melani Coyoy:
El día siguiente empezó temprano, rutinario también.
Salomón Estrada:
Él salía a correr todas las mañanas. Él corría de mi casa al aeropuerto, regresaba, hacía ejercicios estacionarios, se bañaba y salía. Eso hizo el 15 de mayo.
Melani Coyoy:
Félix entró a su casa después de correr.
Llegó hasta el cuarto que compartía con Salomón y le aventó, jugando, su camiseta sudada.
Se preparó para salir y le pidió que le dijera a su mamá que no podía esperarla para desayunar.
Salió de casa y no volvió jamás.
Salomón fue la última persona que vio a Félix, y el olor de su hermano impregnado en aquella camiseta lo ha acompañado desde entonces
Salomón Estrada:
Yo tuve la oportunidad de ver cómo salió, cómo iba, sin pensar que eso después me iba a servir para dar un testimonio que nunca quise haber dado. Pero el destino en la familia aquí en Guatemala nos tocó dar y recuerdo que él se fue normal. Como así salía siempre entonces yo me fui a estudiar. Cuando regresé en la noche, como toda madre, ella sintió eso me dijo: mirá no viene tu hermano así a las 10 de la noche. Quédate conmigo. Me dijo mi mamá.
Melani Coyoy:
Comenzaron a pasar las horas en incertidumbre, luego fueron días, semanas y pronto un mes.
La búsqueda de la familia Estrada Mejía empezó sin denuncias a la policía y sin pistas sobre Félix. Sentían miedo, pero también guardaban la esperanza de encontrarle.
Victoria, su mamá comenzó a imaginar cómo iba; a ser el reencuentro. Pensaba que un día, caminando por la ciudad o en alguna parada de bus, vería de pronto a Félix.
Salomón Estrada:
Entonces ella decía mira, vamos a ir a hacer un mandado. Me decía. Nunca me dijo hasta los años. Me dijo mira cuando salías conmigo a la avenida de Bolívar, a la Aguilar Batres al Trébol, es lo que yo quiero ver a Félix y ella se imaginaba que entre las personas que iban caminando, que ahí iba Félix pero en su imaginario de ella entonces yo acompañé casi toda esa vida de ella en la búsqueda.
Melani Coyoy:
Salomón acompañó a su mamá en esa búsqueda desde que era un adolescente de 16 años.
Sus hermanas comprendieron que por la criminalización tan violenta que en aquella época se hacía, probablemente había sido asesinado y entonces comenzaron a indagar por su cuenta .
Salomón Estrada:
Mis hermanas, si fueron a la Verbena, fueron al Anfiteatro. En ese tiempo no era un requisito ir a ver con célula ni nada. No que tú llegabas y te decían: Mire ¿será este?, ¿será este? ¿será este? Y en un momento vieron un rostro destrozado y dijeron nunca más vamos a regresar a esto. Prefiero no verlo más, para no ver lo que le hicieron a Félix, si en su momento de donde quieran ese era, este será, entraron en shock.
Salomón Estrada:
Pero sí fue una cosa muy lamentable para ellas estar yendo a la morgue y ver cómo dejaban a la ciudadanía, en ese momento de una convulsión política represiva. Y al ciudadano no le pedían mayor requisito, pero si las siguieron algunas veces porque ya las empezaron a ver bueno, porque andan buscando. No se pusieron denuncias a la policía ni nada, pero sí, hicieron esa búsqueda silenciosa.
Melani Coyoy:
Inevitablemente la dinámica familiar se transformó
Salomón Estrada:
La dinámica ya el juego, ya la convivencia cambió porque ya faltaba un hermano.
Entonces mi mamá esas noche que usábamos de juego era de búsqueda porque ya en la mañana yo estudiaba y cuando llegaba en la tarde, pues ya ese silencio empezó a reinar dentro del hogar.
Melani Coyoy:
Fueron años de búsqueda, de imaginar dónde estaba Félix. De tratar de pensar que a lo mejor había querido huir de casa, que se había ido porque se había casado, lo que fuera con tal de no pensar que había sido asesinado.
Poco a poco trataron de retomar la dinámica familiar. Ahora les atravesaba una ausencia, el silencio constante de preguntas sin respuestas.
Pasaron 14 años antes de saber algo más de Félix.
Era 1999, y el internet cobraba auge. Los avances de aquel momento ya eran vistos como una conexión al servicio de todos y a Guatemala la información también llegaba.
Esto permitió que un día, un amigo de la universidad de Salomón llegara con una noticia agridulce de algo que encontró en la red.
Salomón Estrada:
Mirá fijate que salió un documento donde creo que ahí está tu hermano, me dijo. Entonces fue un 20 de mayo de 1999 donde solo me dan la hoja. Él la imprime, me dice. Mira para mí lo que vino fue ese día 15 de mayo, porque dije como el Estado, o el ejército, o la policía, documentó ese 15 de mayo y ya vino a mi memoria, estuvo de seis y media. 8:35 que dice el documento, como dos horas y media todavía en la calle y bueno, pues ese 15 de mayo es la captura y lo dice el documento. También me puse a pensar porque contamos los días y dice que fue capturado el 15 de mayo y el 21 de junio: 300.
Melani Coyoy:
Esa hoja que le entregaron a Salomón era una parte del recién publicado Diario Militar
–SONIDO DE MÁQUINA DE ESCRIBIR–
131. Félix Estrada Mejía
(s) Melesio y Antonio
Enlace entre la dirección y Educación Media del PGT. Ala Izquierda. 15-05-84 A las 835 horas fue capturado en la 6ta avenida, zona 9.
05-06-84: 300
Arriba de la foto del carné de estudiante de Félix hay una anotación con lápiz. Es el número de registro. Abajo aparece otra anotación, frecuente en otros registros: es el número 300 y la fecha. El resto a máquina de escribir.
Con el tiempo se descifró que este número correspondía a las víctimas que habían sido asesinadas, luego de ser capturadas y torturadas.
Si se calculan los días que pasaron entre la anotación que marca la fecha de captura y la del asesinato de Félix, se cuentan 31 días.
Salomón mostró el documento a sus hermanas, pero ellas dudaron pues no decía cómo iba vestido. pero sí mostraba la fecha de su desaparición.
Después de encontrar los datos de su hermano en el Diario Militar, Salomón comenzó una lucha por llevar a la justicia el caso de su hermano.
Salomón Estrada:
Para mí este documento ha sido como mi arma simbólica de poder reivindicar no solo a Félix sino que también hay compañeros que yo conocí en la escuela normal, que desaparecieron en esos tiempos de donde uno miraba y callaba, verdad, sin saber que después aquí van a estar.
Melani Coyoy:
Un grupo de familiares pusieron una denuncia en el Ministerio Público en 1999, con el Diario Militar como prueba. Salomón recuerda que le preguntaron cómo iba vestido su hermano. No pasó nada después..
Años más tarde, en 2005, a través de la fundación Mirna Mack, se creó un grupo de 24 familias de personas desaparecidas cuyos datos estaban en el Diario Militar.
Salomón Estrada:
Había reuniones, grupales. Ahí empecé a conocer madres que ahora ya no están y ver esa firmeza de ellas de decir: bueno me voy a luchar por mi hijo. Había una madre que decía yo voy a luchar por mi hijo hasta ver los huesitos de él o sea, no pensabamos llevar casos de justicia en Guatemala. Queríamos los restos de nuestros familiares y al ver a esas familias llorando, hermanas tíos, entonces uno decía tengo que sacar fuerzas porque lo que mi mamá no puede hacer lo voy a hacer yo.E ntonces mi señora madre, yo la miraba yo le hablaba mi mamá, lo que estoy haciendo y me decía, no, yo no quiero eso yo lo que quiero es a Félix.
Melani Coyoy:
Aunque la denuncia en el Ministerio Público no avanzó, el proceso de justicia comenzó en la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
El caso fue nombrado Gudiel Álvarez y otros (Diario Militar) vs. Guatemala.
–MURMULLOS–
Fue hasta el 20 de noviembre de 2012 que obtuvieron una sentencia.
Ese día se encontró culpable al estado de Guatemala por la desaparición no solo de Félix Estrada Mejía, sino también de otras 23 personas que aparecen en el Diario Militar.
A pesar de la sentencia, algunas medidas de reparación no se han concretado hasta hoy.
El Estado debía construir un parque o plaza en honor a la memoria de las víctimas, que sirva a sus familiares como un espacio donde recordarles.
También se le exigía al Estado de Guatemala investigar lo más pronto posible para que los familiares pudieran recibir los restos de sus desaparecidos.
Actualmente Salomón es querellante adhesivo en un proceso legal en Guatemala que busca hacer justicia para su hermano y otras víctimas.
Cuando se grabó este episodio, no había una sentencia. El Estado tampoco ha revelado dónde se encuentran las personas desaparecidas o sus restos.
Salomón Estrada:
Melani Coyoy:
De acuerdo a la Comisión para el Esclarecimiento Histórico, durante el Conflicto Armado Interno en Guatemala desaparecieron forzadamente 45,000 personas.
Salomón piensa que encontrar justicia para su hermano puede ayudar al esclarecimiento de otros casos
Salomón Estrada:
Eso va a dar validez que efectivamente 45.000 fueron desaparecidas por pensar diferente porque no tuvieron un juicio justo o cadena perpetua, al caso que se dan en otros países. Aquí en Guatemala no. Aquí te vigilaron, te secuestraron, te desaparecieron y olvídate, porque porque te metiste esa cosa, pero esas cosas eran para cambiar Guatemala.
Melani Coyoy:
Salomón y su familia no guardaron pertenencias de su hermano por miedo a que también les criminalizaran. Pero él atesora una fotografía donde se puede ver a Félix sosteniendo una manta. Tiene el mismo estilo de pelo que en la fotografía que aparece en el Diario Militar. Lleva en los hombros un suéter y detrás de él y sus compañeros, se pueden ver más personas caminando en grupo.
Salomón recalca que eran personas pacíficas buscando un cambio para el país.
Salomón Estrada:
Aquí, no los vemos armados, ¿verdad? Lo que llevan es un manta aquí. Yo guardo aquí esta. Aquí va Félix y la misma manta es, dice verdad, los estudiantes somos parte del pueblo y aquí igual iban en un entierro. Ya habían asesinado a un dirigentes sindicales. De la lucha de cientos y miles de dirigentes que hoy nos hacen falta y que algunos están documentados en el diario militar y quienes tenemos la oportunidad con el diario militar de buscar justicia, de que se sepa la verdad y que algún día la mejor reparación es la justicia. La mejor reparación es también darlo a conocer a la nueva generación.
Melani Coyoy:
En muchos sentidos, la búsqueda de su hermano ha transformado la vida de Salomón y le ha llevado a participar activamente en la promoción de derechos humanos y en la recuperación de la memoria histórica.
Salomón Estrada:
Para mí ha sido positivo porque como les decía y ahora me dedico al trabajo de memoria histórica y he podido hablarle a cientos de personas, de estudiantes. En el 2018, pues fui reconocido como embajador de la Paz. Entonces eso me da la oportunidad de que lo que yo hacía no lo hice en un vacío y sino que fue a la ciudadanía, el Estado se dio cuenta lo que yo estaba haciendo porque fue el Estado quien me ubicó. Yo estaba yo trabajo un cuarto que se llama el Cuarto de las Ausencias, en donde trabajo el tema de la niñez desaparecida, en el caso del niño Molina Theiseen, de Luis de León, de mis hermanos y otros casos.
Melani Coyoy:
En 1990 la familia de Salomón revivió lo ocurrido con Félix pues su hermano César Augusto, quién participaba en el Movimiento Revolucionario, también desapareció. A diferencia del primer caso, con César no tienen una sola pista de qué pudo haberle ocurrido.
Los padres de Salomón murieron en 2016 sin saber de sus hijos. Tampoco conocieron el Diario Militar pues Salomón y sus hermanas acordaron no mostrárselos nunca para cuidar su salud mental.
Salomón tiene una apuesta clara por la juventud, porque sepan lo ocurrido y que al encontrar justicia comprendan que ahora ya no tienen que tener miedo.
Salomón Estrada:
Le mostramos a la nueva generación que la justicia se busca dando una oportunidad que no teníamos hace 40 años.
Melani Coyoy:
La historia de Félix y su familia es una de las 183 que aparecen en el Diario Militar y que siguen buscando justicia en Guatemala.
Escucha el resto de capítulos que en Plaza Pública investigamos, para que conozcas otras historias.
Narrador:
Este material fue escrito por Melani Coyoy, con la edición de Liliana Villatorio, la producción fue realizada por Josué Sac y Melissa Coronado, el material visual fue realizado por Diego Sac y la dirección general está a cargo de Francisco Rodríguez. Gracias por escucharnos,Recuerda que todos los martes y jueves tendremos un capítulo nuevo.
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Equipo de Plaza Pública que participó en este episodio:
Investigación, entrevistas y locución: Melani Coyoy
Audio de entrevistas: Emmanuel Andrés
Diseño de portada e imagen: Diego Sac
Post producción: Josué Sac y Melissa Coronado
Edición: Liliana Villatoro
Editora gráfica: Rosana Rojas
Fotografía y vídeo: Emmanuel Andrés
Editora de fotografía: Laura García
Coordinadora de redes: Nydia Fuentes
Dirección General: Francisco Rodríguez
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