Para su objetivo, al parecer lograron aliarse con la extitular del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (Micivi), Jazmín de la Vega. El presidente destituyó a De la Vega el 18 de mayo. Dicha remoción se produjo después de que el mandatario supiera que la ahora exministra realizó pagos a constructoras, sin cumplir con los requerimientos técnicos acordados y las instrucciones recibidas.
Para la nueva andanada de acciones contra la presidencia se montó un numerito que involucró, cuándo no, a una cuenta encubierta en la red X, antes Twitter y, la organización que opera para los golpistas. Desde la cuenta del llamado Yes Master, se hizo público el audio de una conversación privada entre el gobernante y De la Vega. Con base en dicha filtración, el presidente de la Fundación Contra el Terrorismo (FCT), Ricardo Méndez-Ruiz Valdez, anunció demanda contra Arévalo y miembros del gabinete.
En el audio se escucha una conversación en la que un hombre informa a una mujer sobre su destitución como ministra. Las personas cuyas voces aparecen en el audio lo han identificado como real. Arévalo confirmó que dicho audio es auténtico. Se mostró sorprendido de que la extitular de la cartera hubiese grabado el diálogo y, luego filtrarlo a usuarios paraestatales como el usuario de X, ya señalado como cabeza de granjas de troles y el presidente de la FCT.
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Sobre cómo llegó a las manos de la FCT el audio, una nota del vespertino La Hora señala que Méndez-Ruiz Valdez y De la Vega se contradicen. Méndez-Ruiz Valdez dijo al diario haberse reunido con la exministra. Ella en cambio niega haber tenido algún contacto con aquel. Es más, según el Diario de Centro América (DCA), oficial, «De la Vega negó haber filtrado el audio». El diario consigna que la extitular del Micivi, dijo: «Reitero con la verdad como lo he hecho siempre y decirle que cuando el Presidente me llamó, yo no sabía ni para qué me quería. Yo no entregué esos listados. Yo no grabé ni menos entregué ese audio».
Como quiera que sea, el hecho de que una nueva demanda más jalada que la honradez de Consuelo Porras, aparezca en el horizonte solo confirma la permanente intentona golpista. Pareciera que la entente desestabilizadora busca hacer realidad la máxima de: Tanto va el cántaro al agua que al fin se rompe.
Por otro lado, hay una situación extremadamente grave que pone en alto riesgo al mismo gobernante. Si De la Vega miente y ella sí grabó la llamada y la filtró, significa que fue acertada su expulsión del gabinete. Por lo tanto, es previsible que siga actuando como conspiradora en favor de los golpistas.
Si, por el contrario, De la Vega no grabó la llamada y no la filtró, ¿cómo llegó dicho audio a manos de un actor supuestamente paraestatal; es decir, el usuario de X? Alguien grabó la llamada. Si no fue la exministra, ¿quién lo hizo? ¿Desde dónde se grabó y cómo llegó a manos del particular que la hizo pública?
¿Acaso este personaje tiene equipo de intervención telefónica a funcionarios del Ejecutivo? O, dadas las sospechas de que dicho usuario podría estar directamente vinculado al despacho del Ministerio Público, esta persona tendría acceso extrajudicial a equipos estatales, como los de la Unidad de Métodos Especiales del MP u otras entidades.
El hecho no es cualquier cosa. Es un delito grave porque implica intrusión a la privacidad de dos personas. Una de ellas, el funcionario de más alto rango en la conducción estatal: el Presidente Constitucional de la República. Se trata de una amenaza muy seria a la seguridad presidencial, que no puede pasar desapercibida.
Urge la integración de un mecanismo independiente de evaluación de desempeño y funcionamiento del MP. Los delitos desde sus dirigentes no pueden ni deben seguir siendo tolerados.
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