Evolucionar, contar historias y otras resistencias melómanas

Guardo el artículo para mi lista de lectura, y me pongo a escribir esta columna. Elijo hacerlo sobre una banda de Irlanda que acaba de lanzar el disco Letters to self en el pasado mes de enero, y que ha recibido muy buenas críticas: The Sprints.

Abro el sitio web de la banda, que lanza una advertencia para los navegantes: Garage punk from Dublin, Ireland. Puedo pensar en un par de bandas que relacionó con Irlanda, y en una larga tradición de boxeo. Así que la etiqueta sobre garage punk resulta francamente interesante.

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Vengo disfrutando del Letters to self (2023), desde hace algunos meses, gracias a una crónica de El País publicada el pasado mes de febrero, que describe a Sprints como una banda con influencias y similitudes a los Pixies o The Breeders. Estas son comparaciones para hacer con mayúsculas, y que hacen pensar en que algo grande se debe esconder entre las líricas y la música de ese álbum. Más aún cuando la banda cita entre sus influencias a PJ Havey, Patti Smith, los antes nombrados Pixies, y a una banda de culto en la escena punk: Fugazi.

El álbum no decepciona en absoluto. La voz de Carla Chubb termina imponiéndose y guiando a guitarras, bajo y batería que marcan frenéticamente un ritmo en un perpetuo in crescendo.

Las canciones de Sprints relatan con intensidad y rabia, historias despiadadas, desafiantes y profundamente personales. Es el caso de las líricas de on A Wreck (A Mess), que narra la experiencia de Chubb, quien recientemente recibió un diagnóstico de Trastorno de déficit de atención e hiperactividad. Can you hear that sound/ can you hear that silence… how it invites violence?”.  Sprints cumple a cabalidad una de las funciones básicas del punk: contar esas historias con una enorme energía, mientras explora en el universo de dos sensaciones que no suelen ser gratuitas: miedos y esperanzas.

Los Sprints viven ahora mismo ese momento dulce que experimentan las bandas que terminan un disco y salen de gira para promocionarlo. Para eso, los miembros de la banda han tenido que renunciar a sus trabajos, apuesta arriesgada, si se considera que el punk no garantiza un éxito comercial de grandes proporciones.

Al terminar estas líneas, en mis audífonos suena Adore Adore Adore (2023): Do you adore me? / Am I everything you wish you had?/ Or am I everything you detest?.. Esta canción contiene una referencia a referencia a la canción de The Savages Adore, publicada en 2016.  Tristeza convertida en ira. Punk en definitiva.