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El lugar: los espacios como templos cívicos

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Ensayo
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El lugar: los espacios como templos cívicos

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Las sesiones solemnes de cada 14 de enero y de otras fechas se realizan en el Hemiciclo Parlamentario o Salón del Pleno del Congreso de la República, en el Palacio Legislativo[i]. Ahí fueron las investiduras de varios presidentes antes de la actual Constitución. Bajo la Constitución de 1985, solo Ramiro de León y Alejandro Maldonado han tomado posesión en el Hemiciclo, porque ambos lo hicieron en las circunstancias extraordinarias antes apuntadas.

Durante la vigencia de la actual Constitución se ha acostumbrado que, en circunstancias normales, la juramentación del nuevo Presidente se haga en lugar distinto de la sede del Congreso. Por eso, después del cambio de Congreso –que incluye discursos de sus presidentes saliente y entrante–, se hace un receso para trasladar la sesión del hemiciclo parlamentario al lugar donde se vaya a efectuar la transmisión del mando presidencial. Algunos Presidentes de la República salientes han rendido su último informe y pronunciado su último discurso en el Hemiciclo; otros, en el lugar donde se hará la transmisión de mando.

El escenario más frecuente de la transmisión de mando bajo la actual Constitución ha sido el Teatro Nacional, cuyo nombre oficial es Gran Sala «Efraín Recinos» del Centro Cultural «Miguel Ángel Asturias», evocando a dos de los más insignes creadores guatemaltecos en las artes plásticas y la literatura, respectivamente[ii]. Solo en dos ocasiones se ha usado otro recinto: el Estadio Nacional «Mateo Flores» (actualmente «Doroteo Guamuch Flores»), para la investidura de Jorge Serrano Elías en 1991; el Domo Polideportivo, para la de Otto Pérez Molina en 2012[iii].

Si nos basamos en lo afirmado por el Diario Oficial, el uso del Estadio Nacional fue porque se quiso dar al acto un carácter popular, con afluencia masiva del pueblo, dado su carácter histórico como primer cambio democrático entre civiles[iv]. Esa ceremonia estuvo marcada por los constantes abucheos que recibió Vinicio Cerezo en su discurso de despedida, de los cuales quedó constancia en el Diario de Sesiones del Congreso. El uso del Domo quizá fue por similares razones o, al menos, para dar más participación a los correligionarios del binomio Pérez-Baldetti. De hecho, antes de la ceremonia se especuló que Álvaro Colom no asistiría, en parte para evitar ser abucheado por simpatizantes del gobierno entrante, como lo fue Cerezo. 

Juramentados en el Partenón de zona 4

En el acto de inauguración del Teatro Nacional, el Ministro de Comunicaciones Ricardo Arguedas Martínez expresó: «Así como el Partenón de Pericles, obra del insigne Fidias, está enclavado en una colina y es visible desde el mar, a muchos kilómetros de distancia, aquí en esta colina, este centro cultural se proyectará por muchos años para cultivar libremente el espíritu expresado en las bellas artes, para beneficio de los guatemaltecos». Por su parte, el Ministro de Educación Guillermo Putzeys Álvarez dijo que «Este Teatro Nacional será patrimonio de todos los guatemaltecos y no estará destinado a irradiar una cultura oficial, sino que será para dar cabida a la creatividad artística», expresando que arte y libertad son conceptos hermanos[v].

Así, el Teatro Nacional puede interpretarse como símbolo de la libertad del espíritu humano creador, que asume las influencias culturales del país, transformándolas en algo nuevo y único que se integra armónicamente con su entorno y con el cielo, al servicio del pueblo guatemalteco. Ese simbolismo aporta una dimensión adicional a la ceremonia de transmisión de mando que en él se realiza.

El primer presidente que fue juramentado en el Teatro Nacional, apenas un par de semanas después de inaugurado, fue Fernando Romeo Lucas García, el 1º de julio de 1978. Fue el primer acto público que se realizó allí. En aquel entonces, bajo la Constitución de 1965, las insignias presidenciales eran únicamente la banda y el botón de solapa. No juró sobre ningún objeto, y su juramento fue: «Juro desempeñar con lealtad y patriotismo, el cargo de Presidente de la República, cumplir con la Constitución y el principio de no reelección. Si no lo hiciere, que el pueblo me lo demande». El vicepresidente, Francisco Villagrán Kramer, recibió el botón (que puso sobre la mesa, pues su solapa no tenía ojal) y juró: «Al tenor de la Constitución, prometo y juro cumplir con lealtad y patriotismo, el cargo de Vicepresidente de la República. Si no lo hiciere, que el pueblo me lo demande»[vi].

En el Teatro Nacional han sido juramentados los presidentes Vinicio Cerezo, por el presidente del Congreso Alfonso Cabrera Hidalgo; Álvaro Arzú, por el presidente Carlos Alberto García Regás; Alfonso Portillo, por José Efraín Ríos Montt como presidente del Legislativo; Óscar Berger, por Rolando Morales Chávez; Álvaro Colom, por el presidente Eduardo Meyer; Jimmy Morales, por Mario Taracena; Alejandro Giammattei, presidiendo el Congreso Allan Rodríguez[vii].

Ramiro de León Carpio y Alejandro Maldonado Aguirre, ambos miembros de la Asamblea Nacional Constituyente de 1984-85, fueron juramentados como Presidente de la República en el Hemiciclo Parlamentario del Palacio Legislativo. Presidían el Congreso, respectivamente, José Fernando Lobo Dubón y Luis Armando Rabbé Tejada[viii].

Jorge Serrano Elías fue juramentado en el Estadio Nacional por la primera mujer en presidir el Legislativo, Catalina Soberanis. Otto Pérez Molina, por su parte, tomó posesión en el Domo Polideportivo, con Gudy Rivera como presidente del Congreso[ix].

Sin ánimo de promover cábalas o supersticiones, sino como mera curiosidad histórica, nótese que los únicos dos presidentes que no han sido juramentados en el Teatro Nacional son los que no han terminado sus periodos. Además, ninguno de ellos fue sucedido por su respectivo vicepresidente, sino por un constituyente.

 

[i] El Palacio Legislativo fue inaugurado el 1 de marzo de 1934 por el presidente Jorge Ubico. Su arquitecto fue Manuel Moreno B. Tras la independencia de 1821, la legislatura funcionó en el edificio de la Universidad de San Carlos (actual MUSAC), y luego en un inmueble que antes perteneció a la Sociedad Económica de Amigos del País, en la 9ª avenida zona 1. Tras los terremotos de 1917-18, el presidente Estrada Cabrera ordenó a la Asamblea sesionar en la Academia Militar (actual Ministerio de la Defensa). Después regresó a su sede en la 9ª avenida, que Ubico ordenó demoler y reemplazar por el Palacio que hasta hoy alberga al Congreso de la República. (Cfr. Fernández Hall, Francisco, ‘La moderna Guatemala. Los palacios de los tres poderes’, Anales de la Sociedad de Geografía e Historia, Año XIV, Tomo XIV, No. 3, marzo de 1938, p. 259-261; Congreso de la República, Palacio Legislativo [sitio oficial]; Fernández Ordóñez, Rodrigo, ‘La breve presidencia de Carlos Herrera’, UFM Educación [blog]).

[ii] El Teatro Nacional está ubicado en 24 calle 3-81 zona 1, en la loma llamada de Buena Vista, escenario de varias batallas donde el gobierno de Rafael Carrera mandó edificar el Fuerte de San José. Tras varias incidencias en la primera mitad del siglo XX, en la década de los sesenta se encargó al maestro Efraín Recinos la construcción de un teatro al aire libre y, finalmente, el Teatro Nacional inaugurado el 16 de junio de 1978 por el presidente Kjell Laugerud. La construcción, concebida como escultura, plasma elementos guatemaltecos como volcanes y un jaguar. El Centro Cultural “Miguel Ángel Asturias” comprende, actualmente, el Gran Teatro o Gran Sala “Efraín Recinos”, el Teatro de Cámara “Hugo Carrillo”, el Teatro al Aire Libre “Otto René Castillo”, el Fuerte de San José Buena Vista (hoy Museo Servicio de Historia Militar), Radio Faro Cultural, la Escuela Nacional de Artes Plásticas “Rafael Rodríguez Padilla”, la Escuela Nacional de Arte Dramático “Carlos Figueroa Juárez”, la Marimba Femenina de Concierto “Ixoqib’ Ajq’ Ojomab”, la Marimba de Concierto de Bellas Artes, varias plazas y salas. (Cfr. Chajón Flores, Aníbal, Crónicas de Asunción. Datos para la historia de la ciudad de Guatemala, Centro de Estudios Folklóricos (CEFOL), Universidad de San Carlos de Guatemala, 2016, p. 103-104; Ministerio de Cultura y Deportes, Centro Cultural Miguel Ángel Asturias [sitio de red]; Ministerio de Cultura y Deportes, Teatro Nacional [sitio de red]; Sistema de Información Cultural, Museo Servicio de Historia Militar [sitio de red]).

[iii] El Estadio Nacional «Doroteo Guamuch Flores» se ubica en 10ª avenida y calle Doroteo Guamuch Flores, zona 5. Se inauguró el 23 de febrero de 1950, por el presidente Juan José Arévalo. Su nombre original fue Estadio Nacional Olímpico de la Revolución. Junto a otras instalaciones, forma parte de la Ciudad Olímpica o Ciudad de los Deportes, construida en parte de lo que había sido la finca La Palma de Manuel Estrada Cabrera. Después se cambió su nombre a “Mateo Flores”, en honor del atleta guatemalteco que ganó la Maratón de Boston en 1952, cuyo nombre real era Doroteo Guamuch Flores. Guamuch había sido el abanderado en el acto de inauguración del Estadio. Su auténtico nombre fue dado al recinto deportivo en 2016. (Cfr. Chajón Flores, Ob. Cit., p. 167-168; Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala, Goles, puntos y rutinas han engalanado al Domo de la zona 13, 31 de enero de 2019).

El Domo Polideportivo fue inaugurado el 7 de noviembre de 2000. Queda en la 7ª avenida final, zona 13, antiguo sitio de la Plaza de Toros del Campo de la Feria en la Finca Nacional “La Aurora”. Esta área se usaba para instalar la Feria de Noviembre en honor del cumpleaños de Jorge Ubico, por lo que fue objeto de varias construcciones y remodelaciones a partir de 1932. Entre ellas, los Salones 5 y 6 para exposiciones y fiestas, que actualmente albergan los museos de Arqueología y de Arte Moderno. El Domo fue sede de la IV Copa del Mundo de Fútbol Sala (Futsal) de la FIFA en 2000. En su complejo también se encuentran las instalaciones del Velódromo Nacional, un Centro Nacional de Acondicionamiento Deportivo, así como sedes y canchas de las Asociaciones Nacionales de Ráquetbol y de Squash. (Cfr. Chajón Flores, Ob. Cit., p. 167-168; Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala, Goles, puntos y rutinas han engalanado al Domo de la zona 13, 31 de enero de 2019).

[iv] Cfr. Diario de Centro América, 14 de enero de 1991, p. 3.

[v] La primera actuación en su escenario fue de la Orquesta Sinfónica Nacional, que interpretó La consagración de la casa de Beethoven, bajo la dirección de Ricardo del Carmen, así como Danzas y Cortejo fúnebre de Tecún Umán de Jorge Sarmientos, dirigida por su autor. Finalmente, once marimbas de distintos destacamentos militares interpretaron obras de autores nacionales. (Cfr. El Imparcial, 17 de junio de 1978, p. 1, 11).

[vi] Cfr. Diario de Centro América, 3 de julio de 1978, p. 1, 10.

[vii] Cfr. Diario de Centro América, 15 de enero de 1986, p. 2; 16 de enero de 1996, p. 4; 14 de enero de 2000, p. 1; 15 de enero de 2004, p. 2, 13; 15 de enero de 2008, p. 1; 15 de enero de 2016, p. 2; 15 de enero de 2020, p. 2.

[viii] Cfr. Diario de Centro América, 7 de junio de 1993, p. 8; 4 de septiembre de 2015, p. 1, 3.

[ix] Cfr. Diario de Centro América, 14 enero 1991, p. 1; 15 de enero de 1991, p. 3; 16 de enero de 2012, p. 5.

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