Nuevamente el tema del «bien común» está puesto en tela de juicio, el rechazo y la desvalorización del proceso electoral es más recurrente en las y los guatemaltecos que la incertidumbre misma de quien podrá ser el «ganador» o «ganadora», ante tanta injusticia.
Pareciese que el fraude en el proceso electoral no se efectúa el día de las elecciones, este se ve implícito en las acciones previas de instituciones que, bajo criterios selectivos, permiten o niegan el derecho de las personas a la participación política. Este criterio pareciese basarse en una lista de cotejo anexa a la normativa legal que rige nuestro país y que es maniobrada por el circulo de poder de siempre, sumado a poderes fácticos que los financian.
No se ha logrado inscribir al binomio presidencial del Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP), pero si está presente la imagen visible de Manuel Baldizón, Alfonso Portillo, Sandra Torres, Jimmy Morales, Zury Ríos y otros que no necesariamente llenan el requisito de «idoneidad y honorabilidad» de acuerdo al espirítu del artículo 113 de la Constitución Política de la República de Guatemala.
La importancia de despertar conciencias radica en recordarle a nuestro prójimo la situación en la que está el país. ¿Podemos llegar más bajo en administración pública? Sí ¿Tenemos alternativas viables para evitarlo? Sí, y eso depende de quién sea el candidato o candidata que tome el poder el próximo 2024.
Al remembrar y reflexionar la historia del país, no pecaremos de ignorancia respecto a ciertos personajes como: Zury Ríos, quien al lado de su padre el ex dictador Efraín Ríos Montt negó las atrocidades realizadas durante los gobiernos militares; Sandra Torres, conocida visiblemente durante la gestión del ex Presidente Álvaro Colom, y de quien se divorció irónicamente para poder «casarse con Guatemala»; Baldizón y Portillo, ambos sentenciados en Estados Unidos; Morales, busca nuevamente su inmunidad al tener que salir del Parlacen para darle el espacio a Giammattei y Conde Orellana, ¿realmente queremos una continuidad del partido de gobierno?.
Despertemos conciencias, al remembrar y reflexionar sabemos a qué organización política no apoyar. Veamos, ¿quiénes nos quedan? Visiblemente de quienes han proclamado a candidatos al Ejecutivo puedo reconocer al Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP), Partido WINAQ y Movimiento SEMILLA. Considero que los tres presentan candidatos probos, dos con posibilidades de participación certeras a diferencia de MLP, quien ha tenido tropiezos por la incomodidad directa que genera al sistema de poder actual; parece ser que no ha sido de agrado que Thelma Cabrera llegara a un cuarto lugar en elecciones pasadas, siendo su primera participación como candidata a la Presidencia en esa ocasión. Aun así, logramos dilucidar que el pacto no ha logrado cooptar todo el sistema.
A pesar de lo crítico que puede ser el panorama electoral, tenemos alternativas positivas y viables. Como parte de la ciudadanía, brindémonos a nosotras y nosotros mismos una oportunidad diferente de representación con otro tipo de política, identifiquemos las verdaderas propuestas que busquen el «bien común», o sea, el bien de las mayorías.
No es mentira que la derecha y los conservadores siempre han gobernado este país, la transición a la democracia inclusive fue vulnerada. De lo contrario nuestro índice de pobreza, desnutrición, analfabetismo y desigualdad (por decir algunos) no serían tan alarmantes como los que presenta el país, la visión de país hubiera pesado sobre la visión de «gobierno». Quienes han gobernado los últimos 27 años no han sembrado las bases para una Guatemala realmente «prospera».
Guatemala se fracciona en clases y la mayoría sabemos que no somos parte de los poderosos o la «burguesía» de este país. Es por ello que debemos despertar conciencias y votar por quien realmente nos representará, no por quien representa a grupos de los cuales no somos ni seremos parte alguna, más que como mano de obra o emisores de remesas.
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