Escribió Borges en El cuarto elemento:
Afirman que es sagrada el agua del postrero,
pero como los mares urden oscuros canjes
y el planeta es poroso, también es verdadero
afirmar que todo hombre se ha bañado en el Ganges
y en el poema la porosidad de la tierra se guarda en la memoria de la piel. Esto es bastante más práctico y cotidiano que una metáfora, somos la porosidad de la tierra, bien, de la Tierra. Hay algo en el pie descalzo, en el pie gastado, en el pi...
Escribió Borges en El cuarto elemento:
Afirman que es sagrada el agua del postrero,
pero como los mares urden oscuros canjes
y el planeta es poroso, también es verdadero
afirmar que todo hombre se ha bañado en el Ganges
y en el poema la porosidad de la tierra se guarda en la memoria de la piel. Esto es bastante más práctico y cotidiano que una metáfora, somos la porosidad de la tierra, bien, de la Tierra. Hay algo en el pie descalzo, en el pie gastado, en el pie corteza que se raja con el peso de la historia, hay algo fundamental del agua en los pies que caminan hoy, ayer, desde el inicio de los tiempos, plurales los orígenes, profundos, algo del agua en la marcha de las abuelas, algo de la tierra en las danzas de los abuelos, está todo en juego y solo nos quedan los pies.
Pensar en este diverso y amoroso grupo de guatemaltecos caminando hacia la ciudad en defensa del agua es entender de la manera más clara el concepto de dignidad, que a su vez es imposible sin el de solidaridad, porque en realidad solidaridad, dignidad y resistencia son palabras que cuelgan del concepto "comunidad" como las frutas de un árbol, de muchos árboles haciendo pueblo, de muchos pueblos haciendo bosques.
Y la marcha por el agua no tiene que ver nada más con Guatemala, porque los problemas de Guatemala no son solo nuestros problemas.
Y la marcha por el agua no tiene que ver nada más con el agua, porque la tierra es porosa, y porque el agua no es un bien, no es un territorio, no es nada más un cuerpo, el agua y el fuego y las montañas son, claro está, la vida, pero también son nuestra memoria.
Y la marcha por el agua también tiene que ver con el abrazo inmenso que le di a una querida amiga que llegó ayer a un café del centro a reunirse con otro montón de chicos que están montando una asamblea popular para conmemorar que hace un año los centros urbanos del país se sintieron parte de una lucha colectiva, popular, pero más allá los habitantes de los grandes -pequeños en realidad- centros urbanos nos sentimos parte, pertenecientes, sensibles: posibles.
Y tiene que ver la marcha por el agua también conque pasé todos estos días pensando en algunas palabras que realmente pudieran servirle a Gaby, a Jess, a Regina y al cuerpo palpitante de mujeres víctimas todos los días del pútrido espíritu de una sociedad que se empeña en enarbolar su miseria en un "sht sht" que en realidad esconde a un psicópata que nos crece en las entrañas: el alien que es exactamente igual a nosotros. La marcha del agua son esas palabras que sí logran ser en medio del sinsentido de todos los días.
Es la marcha por el agua el sonido de un cuerpo plural y creador, una serpiente que nace de los cuatro puntos cardinales y que es camino y es consejo y es identidad, el río de todos los días pero este día más que todos.
La marcha por el agua es la prueba concreta de que aunque todo pareciera señalarnos que ya se fue todo a la mierda, no es así, y aunque así fuera está cada una de las personas en esa marcha, y en cada uno de sus corazones toda la humanidad, es decir, lo único que la humanidad no puede hacer mierda es el espíritu mismo de la humanidad: el río de Heráclito: no es el mismo ni nosotros los mismos pero es: aquellos a quien la máquina del horror ha tratado de aplastar en todas sus modalidades son precisamente los que siempre van a ser la vida. La máquina tiene su fuerza industrial, hidráulica, económica, mierditica de su lado, aquellos que persigue para destruir tienen la vida del suyo.
Pero no es suficiente,
porque el horror persigue a la vida porque de eso se trata su existencia
y la vida, pues, sigue al agua.
Por eso también la marcha por el agua,
para recordarnos que somos muchos más de lo que pensamos,
que somos mucho más de lo que sentimos,
que nuestra dignidad pasa por darnos cuenta que el #EstoApenasEmpieza en realidad tiene varios siglos de ser y estar, y que la lección es esa, que apenas empieza y que profundo continúa.
Porque somos porosos, porque somos la tierra,
Porque la marcha del agua es la gratitud infinita para cada uno de los pasos que ustedes dan por nosotros,
porque la marcha del agua es también sentirnos parte de cada uno de esos pasos
es ser cada uno de estos pasos,
ser la lluvia.
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