Las políticas públicas de los últimos gobiernos de Guatemala para combatir la pobreza han sido un fracaso. Así lo demuestran las cifras que el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) incluye en su último informe anual, presentado el lunes 13 de junio, en el que se define a Guatemala como el único país latinoamericano en el que se incrementó la pobreza durante la década de 2000 al 2011.
Mientras que en Bolivia, Nicaragua o Perú la población sin recursos se redujo hasta en 28 puntos porcentuales, los datos de Guatemala muestran una realidad totalmente opuesta.
La medición realizada por el PNUD en 2000 indicaba que el 22.5% de la población de áreas rurales y urbanas del país se enmarcaba dentro de los parámetros de pobreza extrema —aquellas personas con ingresos entre US$1.25 y US$2.5 diarios (entre Q.9.50 y Q19)—. Y once años y tres gobiernos después (de Álvaro Arzú a Álvaro Colom), la cifra subió hasta el 27.2%.
Los datos de pobreza ultra extrema (las personas con ingresos inferiores a US$1.25 diarios) también se incrementaron. De representar al 11.8% de la población, pasaron a ser el 13.9%. Además, Guatemala es el único país de la región en el que la clase media disminuyó: del 12.3% en 2000, se redujó al 9% en 2011.
Gustavo Arriola, coordinador del Informe Nacional de Desarrollo Humano de Guatemala, traduce estos porcentajes a números de ciudadanos: “Aproximadamente tres millones de personas pasaron a estar en estos años en una condición de pobreza. De seis millones en 2000, se subió a nueve millones en 2011”, explicó en la presentación. “Esto está muy relacionado por una parte con la desigualdad y por otra con la falta de protección social”, agregó..
Del bienestar del tener al bienestar del ser
El informe del PNUD alerta que en América Latina y el Caribe, la población que en los últimos años superó las líneas de la pobreza está en una situación de vulnerabilidad y podría recaer, al no lograr mantener su poder adquisitivo. En Guatemala, estas personas representan el 27.4% de todo el país, unos 4.1 millones de guatemaltecos.
Para ello, el programa detalla la necesidad de cambiar los parámetros de medición del bienestar de la población y propone que éste no dependa únicamente del Producto Interior Bruto (PIB) y de los ingresos de las personas. George Gray Molina, principal autor del documento y economista en jefe de la organización, lo resume así: “No todo tiene que ver con tener, sino con ser: con ser libre, con poder tomar decisiones”.
La propuesta del PNUD consiste en fortalecer cuatro aspectos: la protección social, los sistemas de cuidado, los activos físicos y financieros y la calificación laboral de las personas.
Guatemala ha fallado también en este sentido. Arriola recuerda que en el país “no hay mecanismos que protejan a la gente cuando queda desempleada, ni mecanismos que favorezcan la inserción laboral”. “Depende el Estado garantizar estas opciones, y en los últimos años, no se ha hecho”, concluye.