Dicha ley pretende extender las exenciones fiscales de 10 a 15 años e incluso propone mecanismos que beneficiarían a desarrolladores privados con financiamiento, a quienes se les concederían tierras expropiadas, posiblemente a comunidades rurales.
Cuando en el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) cuestionamos estos desgastados instrumento...
Dicha ley pretende extender las exenciones fiscales de 10 a 15 años e incluso propone mecanismos que beneficiarían a desarrolladores privados con financiamiento, a quienes se les concederían tierras expropiadas, posiblemente a comunidades rurales.
Cuando en el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) cuestionamos estos desgastados instrumentos para desarrollar un país, encontramos respuestas como: «Déjennos trabajar». ¡Ejem! Aquí algunos ejemplos de por qué para Juan Orlando Honduras puede ser el país de las maravillas, pero para sus niños y adolescentes un auténtico infierno:
- Según cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el gasto tributario en Honduras es el mayor de Centroamérica: 5.6 % respecto del PIB.
- Hace tres años tuve la oportunidad de conocer la oficina que en Honduras llevaba el control de las exenciones fiscales: una persona, un archivo de metal y ene cantidad de fólderes. Así es cómo el Gobierno hondureño controla y evalúa los privilegios otorgados a algunos empresarios.
- Mientras la cooperación taiwanesa entrega un avión al presidente para transportarse, en el centro de educación básica Francisco Filiberto Isaula, de la comunidad de Las Peñas, municipio de La Paz, departamento de La Paz, la única biblioteca con que cuentan las niñas y los niños que allí estudian fue donada en 1994. Vaya forma de gobernar: dándoles la espalda a los niños y a los adolescentes.
- Según datos de la Secretaría de Educación, cuando Juan Orlando inició su mandato presidencial (2014), cerca de un millón cien mil niñas, niños y adolescentes recibían la merienda escolar, cifra que se redujo en el año 2016 a únicamente 683 000.
- El deterioro del sistema educativo es tan agudo que, por ejemplo, en el departamento de Gracias a Dios, solo una de cada cuatro aulas tiene pizarra y solo una de cada tres escuelas tienen sanitarios.
- En el tema de salud, solo en 2016 (según datos de la Secretaría de Salud) 775 niñas entre 10 y 14 años dieron a luz. Todas fueron violadas.
- El abandono de los sistemas de protección social para niñas y niños ha provocado que solo durante el período de octubre de 2016 a junio de 2017 hayan sido capturados por la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos un total de 6 035 adolescentes hondureños que habían migrado solos a esa nación.
- Honduras es el único país de Centroamérica donde la inversión pública en niños y adolescentes ha disminuido. Por ejemplo, en el presupuesto para 2016, este rubro disminuyó un 1.6 % respecto del PIB en relación con años anteriores.
No es necesario discutirlo, señor presidente. Sus niños, adolescentes y jóvenes requieren de un gasto público eficiente, efectivo, transparente y sostenible, pero sobre todo suficiente. Cada día el Gobierno que usted dirige invierte en promedio 82 centavos de dólar en cada niña, niño o adolescente. Por más que logre el 100 % de transparencia y calidad en el gasto público, jamás alcanzará los niveles de inversión que a este grupo poblacional dirigen Costa Rica o Panamá. Pero el problema jamás tendrá punto final con propuestas como la suya: erosionar los ingresos fiscales del Estado hondureño.
Tal parece que ese personaje sobre el cual Miguel Ángel Asturias escribió el siglo pasado en El señor presidente sigue vivo. Cada vez quedan menos dudas de que se gobierna para las élites, y no para el pueblo hondureño.
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