Los ingresos de la juventud

Para todo aquel interesado en políticas públicas, siempre vale la pena revisar los resultados de la Encuesta de Empleo e Ingresos (ENEI). La versión más reciente es de junio de 2018. Los resultados que describen la situación de la juventud (personas entre 15 y 29 años de edad) se pueden apreciar en un documento especial preparado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Aquí quiero destacar tres resultados.

Primero, la ocupación de los jóvenes afecta directamente su ingreso. Los jóvenes que se dedican a ser agricultores ganan un salario promedio de Q1,203. El salario es aún menor si se es mujer agricultora, con Q994 al mes. Estas cifras están lejos del salario mínimo de Q2,992. Y también muy por debajo del salario mínimo diferenciado, por el cual hubo tanta oposición. En contraste, los técnicos y profesionales de nivel medio ganan, en promedio, Q3,083.

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Segundo, el sector agrícola cuenta con el 33 % de los jóvenes trabajadores del país. Dado el monto salarial del párrafo anterior, esto debería preocuparnos, pues el nivel de ingreso —y de consumo— termina siendo insuficiente para una buena calidad de vida. En contraste, el sector de manufactura y el de actividades profesionales solo ocupan el 17 %. Esto explica, en parte, por qué la economía del país no genera más beneficios para un mayor número de trabajadores.

Tercero, los jóvenes reconocen que la falta de experiencia y de capacitación es un elemento clave para acceder a mejores trabajos (65 %). Esto va de la mano con que, con 15 años o más, aún contamos con un 28 % de jóvenes que tienen, a lo sumo, la primaria completa.

El sector juvenil del país requiere políticas económicas concretas para la generación de empleos de mayor calidad. Voltear a ver qué están haciendo hoy en Vietnam, incluso en Etiopía, puede ser útil. También sería útil voltear a ver el pasado, los años 1970 y 80, en Corea del Sur y Taiwán. Incluso los 50 y 60 en Alemania y en países pequeños europeos.