No tardaron en salir las voces de algunos analistas (fundamentalistas) promercado con sus clásicas objeciones: el nivel de gasto público es excesivo, gastos sobredimensionados e irreales, todo va para gasto de funcionamiento, el déficit fiscal debe ser cero… Blablablá.
Por su parte, diputados miembros de la Comisión de Finanzas Públicas y Moneda (CFPM) del Congreso de la República consideran que el presupuesto debe reducirse cerca de 20 millardos de quetzales. Tal sugerencia implica, en principio, cumplir con las asignaciones constitucionales y de leyes específicas más el pago de la deuda, de modo que quedaría menos de la mitad, suficiente solo para otorgar presupuesto a Educación, Salud y pare de contar. ¿Es, pues, esta sugerencia para suprimir todas las secretarías, el Ministerio de Comunicaciones, el de Gobernación, etcétera? No, seguro que no. Lo que confirma esto es el obtuso conocimiento del presupuesto nacional por parte del presidente de la CFPM.
De la discusión que en estos días ha habido sobre el presupuesto de la nación para 2016, más que los porristas del libre mercado y la lucidez de la CFPM me llamó la atención la entrevista que un matutino le hizo a un líder empresarial, en la cual este hace referencia al gasto público de la manera siguiente: «No podemos seguir teniendo estos egresos porque muchos de ellos son injustificados. El manejo del gasto ha sido irresponsable». Si bien es imperativo hablar de mejorar la transparencia y la calidad del gasto público, también se debe reconocer que qué fácil es hablar de la paja en el ojo ajeno sin reconocer la viga en el propio.
Me refiero específicamente a que la misma definición es válida para el gasto tributario. Y retomaría las palabras del señor Felipe Bosch para describirlo: «No podemos seguir teniendo estos egresos (tributarios) porque muchos de ellos son injustificados. El manejo del gasto (tributario) ha sido irresponsable».
- Sí, irresponsable al punto de que mediante el decreto 29-89, Ley de Maquila, están adscritas hasta mineras, sector cuya carga tributaria es de apenas 5.7 % del PIB.
- Sí, irresponsable al punto de que el sector privado organizado promueve más exoneraciones fiscales, incluso hasta por 65 años, sin evaluar previamente qué beneficio han traído estas al país. ¡Caramba! Y para ampliar el gasto público, lo que piden es que previamente se evalúe.
- Sí, irresponsable al punto de que el sector privado organizado, en su comunicado sobre el presupuesto para 2016, en ningún momento llama a revisar las exenciones fiscales que disfruta.
Y es que la corrupción no existe solo en el gasto público, sino también en el gasto tributario. En su discurso en pro del Estado de derecho (tan de moda en estos días) debería reconocer que este empieza por la rendición de cuentas a la ciudadanía.
El colmo de la irresponsabilidad es que, sin pedir rendición de cuentas del gasto tributario, el sector privado, a través de sus serviles diputados[1], logró que se agendara en la sesión del 6 de octubre de 2016, para su aprobación por el pleno del Congreso, la iniciativa de ley 4538, Ley de creación de fundaciones para el fomento, [la] financiación y [el] seguimiento del deporte de alto rendimiento, la cual puede tener un título noble, pero que en su artículo 6 indica que «los contribuyentes de una fundación que cumplan los requisitos establecidos en la presente ley tendrán derecho a crédito a cuenta del impuesto sobre la renta hasta por un monto equivalente al cinco por ciento (5 %) de su renta bruta y hasta por un monto máximo de quinientos mil quetzales (Q500 000.00) anuales.
Señoras y señores, no seamos ingenuos. ¿Quién puede pagar medio millón de quetzales de impuesto sobre la renta anualmente? ¿Los pobres? ¿La clase media? ¿La clase media alta? No, únicamente las élites del país. Esas élites que han seguido modelos extractivistas, y no inclusivos, en la construcción de instituciones en el país.
Aquí vale la pena preguntarnos qué país queremos los guatemaltecos. ¿Uno de empresarios que disfrutan de exoneraciones fiscales sin evaluación y de medallistas olímpicos a cambio de más niños desnutridos y sin acceso a la educación?
[1] Joaquín Humberto Bracamonte Márquez (PP), Gudy Rivera (PP), Paul Briere Samayoa (Todos), Édgar Cristiani (PP), Roberto Alejos (Todos), Ricardo Saravia (CREO), Emmanuel Seidner (independiente, ex-PP), Manuel Barquín (Líder), Édgar Ávila (PP), Marco Aurelio Pineda (Líder), Juan Pablo Urrea (PP), Boris Roberto España (independiente, ex-PP), Marvin Osorio (Líder), Mario Taracena (UNE), Manuel Alfredo Villacorta (VIVA), Hugo Morán (CREO), Delia Karina Rivera (PP), Joel Rubén Martínez (Líder), Jaime Martínez Lohayza (Líder, ex-GANA) y Carlos Alberto Martínez (Líder, ex-GANA).
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