No se castiga al sistema. Se castiga a Baldizón, a quien le fallaron sus cuadros territoriales. Lo traicionaron porque al final muchos de sus operadores fueron elegidos, pero el jefe no. De aquí en adelante salen a luz temas no previstos: cuáles son las posibilidades de sobrevivencia de Líder, cómo podrá maniobrar sin su principal hacedor de negocios, cuándo se iniciará el transfuguismo de exrojos ya para retornar a su bancada de origen, UNE, ya para reforzar la bancada FCN, dadas su expe...
No se castiga al sistema. Se castiga a Baldizón, a quien le fallaron sus cuadros territoriales. Lo traicionaron porque al final muchos de sus operadores fueron elegidos, pero el jefe no. De aquí en adelante salen a luz temas no previstos: cuáles son las posibilidades de sobrevivencia de Líder, cómo podrá maniobrar sin su principal hacedor de negocios, cuándo se iniciará el transfuguismo de exrojos ya para retornar a su bancada de origen, UNE, ya para reforzar la bancada FCN, dadas su experiencia legislativa y sus ansias de recuperar, aunque sea parcialmente, parte de lo invertido y apostado para llegar a la presidencia. Este será un período de acomodos, alianzas bajo la mesa y desplazamientos de los rechas que a la postre no resultaron reelectos por ser cuestionados o por ser desplazados por mejores oledores del momento.
La cancha se ha aclarado. Hay tres contendientes para un juego en el cual solo tienen cabida dos. Uno saldrá o mutará en las siguientes semanas. Las tendencias indican que ese es el destino de Líder, que comió ansias, jugó al patojo malcriado, vendió el cuero antes de matar el venado y se engolosinó con un supuesto proyecto que en realidad son varios conjuntos de intereses pegados con goma corriente y sobreusada. Los dados se están cargando a favor de Jimmy Morales, quien viene a ser el perfecto candidato después de la apuesta equivocada que significó Pérez Molina. A diferencia de este último, Morales es un total novato, sin partido propio, invitado para alegrar la fiestas, donde la apuesta propia no existe y en realidad consiste en llenar el bolsón con los aportes de un Pantone de intereses y actores que ven en el cascarón la gran oportunidad de llenarlo con un contenido variopinto en el que no interesa el dibujo final. Llega a la segunda vuelta por la suerte ajena.
Del otro lado se sitúan Sandra Torres y la UNE, un partido que gobernó, que se pinta de reciclado y rediseñado, que ahora vuelve por sus fueros. Quiere plantearse como el partido fuerte, organizado, con cuadros y proyecto propio. ¿Podrá deshacerse de sus sombras tenebrosas, de sus alianzas perversas? Es un partido tradicional que ahora es empujado a un ring donde tiene que competir en un escenario adverso, donde Morales es el consentido por representar la continuidad de un proyecto conservador que no puede fracasar (puede tropezar, pero ahora tiene en él la posibilidad de mantenerse a flote).
En síntesis, dos candidatos reciclados y forzados a pelear por una misma apuesta: oxigenar el mismo pacto creado en 1985, dar la idea de que aún tienen atributos para su autorregeneración, no permitir que el orden establecido vaya a fracasar, especialmente cuando el principal enemigo ha comenzado su caída libre. FCN apuesta por contener las ansias de cambios fuertes. La UNE está dispuesta a algunas concesiones.
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