Danilo López, corresponsal de Prensa Libre y su colega Federico Salazar, reportero de Nuevo Mundo Radio, fueron asesinados el pasado 10 de marzo, en el parque central de Mazatenango. Al día siguiente, durante una conferencia de prensa, el presidente Otto Pérez Molina aseguró: “No conocíamos ninguna denuncia de los dos periodistas que fueron asesinados ayer, sino se hubiera actuado con anticipación”. Sin embargo, los expedientes de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) y el Ministerio Público (MP), demuestran que la afirmación de Pérez Molina es falsa.
En la Hemeroteca Nacional se puede consultar el historial de publicaciones de Danilo López, que cubría ferias o inauguraciones y también recogía denuncias de organizaciones o vecinos sobre corrupción edil. Algunas de estas notas le ocasionaron amenazas de autoridades locales como publicó Prensa Libre en 2011.
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A pesar de la afirmación del Presidente, la PDH tiene registro de tres denuncias presentadas por el periodista: En 2005, contra el exgobernador departamental de Suchitepéquez, Juan Carlos Villagrán; en 2011, contra el exalcalde de Mazatenango, Juan Manuel Delgado; y en 2013, contra el alcalde de San Lorenzo, Suchitepéquez, José Linares Rojas. Esta última, también fue presentada en el MP, luego de que el periodista recibiera amenazas del alcalde Linares Rojas por una publicación en la que se señala a la Municipalidad de San Lorenzo de haber ejecutado Q2.8 millones en obras inexistentes.
Según los expedientes de la Unidad de Delitos contra Periodistas del MP, hay tres denuncias que Danilo López presentó en la fiscalía de Mazatenango: En 2006, por detenciones ilegales, sin que se estableciera la persona sindicada; en 2012, por lesiones leves, en donde aparece como sindicado José Aníbal Nij Itzol, un agente de seguridad que laboraba para una empresa de bebidas gaseosas. La acusación interpuesta en 2013 continúa en investigación; quedó en un impasse debido a que la Sala Regional Mixta de Retalhuleu no aceptó la solicitud de antejuicio contra el alcalde Linares.
El día de su muerte, el periodista manifestó su temor. Una hora antes del ataque armado que le costó la vida, llamó a un fiscal del MP para hacer la que sería su última denuncia: “Tengo miedo, el ambiente está muy cargado”.
A partir del asesinato de los dos reporteros, los fiscales iniciaron las averiguaciones para esclarecer el motivo del ataque: “Tenemos indicios de que el móvil del ataque está relacionado con su trabajo periodístico, por el historial de denuncias del periodista. Todavía es una teoría hasta que finalice la investigación”, informó Ángel Ramírez, auxiliar fiscal.
Reina Nájera, auxiliar fiscal, quien tiene a su cargo el expediente de López, dijo que cuando es presentada una denuncia por amenazas, se ofrece a los agraviados seguridad personalizada, de puesto fijo o perimetral. El periodista optó por la seguridad perimetral en su vivienda, porque su familia también había sido amenazada. Desde el 8 de julio de 2013 hasta el día de su muerte, una patrulla realizaba rondas esporádicas alrededor de su casa. Héctor Coloj periodista y miembro del Observatorio CERIGUA –institución que da seguimiento a todos los casos de agresiones, amenazas, intimidaciones y hostigamientos en contra de la vida de los comunicadores sociales a nivel nacional– opina que el problema con la seguridad de puesto fijo y personalizada, es que el reportero tiene que cubrir los gastos de alimentación y transporte del guardia de seguridad.
El pasado viernes 26 de junio, fueron capturados dos agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) y un civil, que según el MP podrían estar implicados en el asesinato de los periodistas. Coloj mencionó que López no quiso que le asignaran un agente policial, por desconfianza en las autoridades. “Existe una corrupción enraizada en todas las instituciones del Estado. Pero lo importante es que los periodistas busquen ayuda, que acudan al MP para dejar un registro de las amenazas y que den seguimiento al proceso judicial”.
Pérez Molina también aseguró que el Plan de Protección a Periodistas está vigente, pero sólo para los comunicadores que denuncian. Danilo López denunció en varias ocasiones, durante diez años y no obtuvo mayor respaldo del Estado.
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