Honestamente, no considero que los datos que se reporten sean falsos, aunque sí existe un retraso evidente de unos quince días entre lo que reporta el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) y lo que está sucediendo realmente. Como ya expresaron muchos antes que yo, la presa de casos tamizados es muy grande y cada día crece más. No parece que, después de más de un año de pandemia, este problema se resuelva.
La poca credibilidad del sistema de alertas se debe a otros fac...
Honestamente, no considero que los datos que se reporten sean falsos, aunque sí existe un retraso evidente de unos quince días entre lo que reporta el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) y lo que está sucediendo realmente. Como ya expresaron muchos antes que yo, la presa de casos tamizados es muy grande y cada día crece más. No parece que, después de más de un año de pandemia, este problema se resuelva.
La poca credibilidad del sistema de alertas se debe a otros factores que trataré de explicar a continuación basándome en el caso de los dos municipios que causan la polémica. El color asignado a cada municipio depende de tres factores: la tasa de incidencia (cuántos casos positivos son registrados en las últimas dos semanas por cada cien mil habitantes), la tasa de positividad y la cantidad de pruebas realizadas por cada mil habitantes. No quiero decir con esto que los indicadores hayan sido mal planteados en su momento. Recordemos que en ese entonces la escasez de pruebas era un tema central y que por eso este factor está contemplado en el semáforo. Solo creo que necesita actualizarse. Por supuesto, sé que no sirve de mucho desde el punto de vista de las restricciones, pero en este se rigen los aforos y las modalidades virtuales o presenciales para recibir clases.
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Podemos ver en la figura 1 que hay un claro aumento de la cantidad de pruebas realizadas en ambos municipios, aunque la tasa de incidencia es altísima, como se muestra en la figura 2. Esto afecta el porcentaje de positividad (ver figura 3) y la cantidad de pruebas realizadas, dos factores que afectan el color de alerta de los municipios. Esto, a pesar de que hay un claro repunte en la tasa de incidencia, que son los casos concretos que repercutirán en la ocupación hospitalaria y en las muertes por covid-19. Llama poderosamente la atención que la cantidad de pruebas ha crecido casi de manera desmedida en estos últimos días en los dos municipios. ¿A qué se deberá? ¿Las empresas están solicitando realización de pruebas? ¿La gran cantidad de gente viajando a vacunarse, la cual requiere de pruebas con resultado negativo para viajar? Es un tema para investigar. O que las autoridades del MSPAS nos cuenten a qué se debe.
Figura 1: cantidad de pruebas realizadas por cada mil habitantes en los municipios de Guatemala (escala a la izquierda) y Fraijanes (escala a la derecha).
Figura 2: cantidad de pruebas positivas por cada cien mil habitantes en los municipios de Guatemala (escala a la izquierda) y Fraijanes (escala a la derecha).
Figura 3: tasa de positividad en los municipios de Guatemala (escala a la izquierda) y Fraijanes (escala a la derecha).
El factor clave que no estamos tomando en cuenta actualmente es el de la ocupación hospitalaria. Cabe resaltar que, desde que se levantaron las medidas y el presidente Giammattei sale en cadena nacional a regañarnos y a hablar muchas cosas que no sirven de nada, los hospitales están desbordados o llevan mucho tiempo desbordados. Además, todo esto o las posibles restricciones impuestas (al momento de recibir clases presenciales, por ejemplo) se rigen por el sistema de alertas. Discutiendo sobre este tema con algunos colegas, estos me comentaban que el porcentaje de ocupación es muy manipulable porque se pueden quitar y poner camas casi al antojo de los directores de los hospitales. Por eso mi propuesta es utilizar como criterio una tasa de pacientes con covid hospitalizados respecto a la población. Este criterio es más inmediato, no debería tener el retraso de la presa y es menos manipulable, al menos en las formas que se me ocurren.
Debemos recordar que esta es una estrategia que debería basarse en ciencia y que las condiciones del problema que queremos describir con datos han cambiado desde la creación del semáforo. Si las condiciones cambiaron, ¿por qué no cambiamos también la forma de abordarlas? Quisiera dejar la duda en nuestras autoridades para que se replanteen el problema.
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