Sin embargo, ello ha contribuido a crear el caos actual que prevalece en el tránsito, puesto que a falta de regulaciones y controles, los motoristas zigzaguean entre los carriles establecidos poniendo en peligro su propia vida y muchas veces causando daños a propiedad ajena. No digamos los que lo hacen para robar a los automovilistas o, peor aún, los sicarios que aprovechan semáforos en rojo para asesinar a sus víctimas y escapar culebreando entre el tráfico.
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Sin embargo, ello ha contribuido a crear el caos actual que prevalece en el tránsito, puesto que a falta de regulaciones y controles, los motoristas zigzaguean entre los carriles establecidos poniendo en peligro su propia vida y muchas veces causando daños a propiedad ajena. No digamos los que lo hacen para robar a los automovilistas o, peor aún, los sicarios que aprovechan semáforos en rojo para asesinar a sus víctimas y escapar culebreando entre el tráfico.
En ese sentido, no cabe duda que hacía falta una clara normativa para que los motoristas entiendan que, como cualquier vehículo, tienen que movilizarse en su carril y no pueden meterse entre los carros para agolparse todos al frente en las intersecciones cuando hay un semáforo o un policía dando vía. Y, dado el uso criminal que lamentablemente algunos dan a las motos, es necesario asignarles un carril específico para prevenir ataques armados en contra de particulares que, por desgracia, ocurren todos los días cuando pistoleros en moto asaltan para robar celulares y otros objetos de valor.
Polémico se vuelve el tema del color del chaleco, porque como aquí los partidos políticos pintan hasta las piedras con sus colores, no deja de llamar la atención que por ley el gobierno del Partido Patriota pinte de naranja a todos los motoristas del país, lo cual no es nuevo porque por años la Municipalidad de Guatemala pintó de amarillo y azul, cuando eran aún panistas, mercados, lavaderos públicos y cuanta instalación se les ponía enfrente, no digamos lo que hicieron los del gobierno anterior con el color verde. A ese respecto no habrá acuerdo porque aun y cuando el Gobierno insista en que se escogió el color con base en normas internacionales para usar el más visible en temas de seguridad, todos sabemos que literalmente nos están pintando un chaleco.
Personalmente hace mucho tiempo que vengo insistiendo en que se tiene que regular la circulación de motocicletas porque no es posible que las mismas se metan entre los carros sin respetar carril alguno y causen tantos problemas viales. Pero aun y cuando se haya publicado la disposición y la misma pueda tener toda la razón y fundamento técnico en materia de seguridad, además de orientarse a evitar asaltos y prevenir asesinatos cometidos por sicarios, hay que ser realistas y entender que la Policía Municipal que se encarga del tránsito en casi medio centenar de municipios, no va a hacer mucho para implementar la medida y sancionar a los violadores de la norma reglamentaria.
Porque ya nos demostraron que los primeros en dar ejemplo de irrespeto a la ley son precisamente esos policías de tránsito que se distinguen por su absoluta y arrogante prepotencia, a tal punto de que la prohibición para que circularan en moto dos personas les importó un pepino y lo hicieron ver con la mayor desfachatez del mundo. Para ellos no hay ley en la República más que la que disponga su propio Alcalde, caciquitos endiosados que se sienten superiores a cualquier normativa y que lo mismo imponen sus propios caprichos que desoyen las regulaciones establecidas con apego a derecho.
Si las disposiciones adoptadas por el Ministerio de Gobernación se cumplieran, mucho del caos actual en materia de tránsito sería controlado, lo cual salvaría muchas vidas especialmente al prevenir ataques de delincuentes motorizados. Pero esa aspiración, como tantas en nuestro país, parece una real utopía.
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