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Vino, vio, ¿venció?

El vicepresidente adoptó el tono amenazante y colonial de quien viene a arengar a súbditos o a civilizar a bestias
Tipo de Nota: 
Editorial

Vino, vio, ¿venció?

Llegó Mike Pence, el vicepresidente de los EEUU, y se fue. Había anunciado que hablaría con los presidentes de Honduras, Guatemala y El Salvador un ratito, preocupado por la migración. También que iría a tratar de aliviar la pena de los damnificados por el volcán de Fuego. Muy humano. Si no fuera porque el gobierno que vicepreside es el más cruel de una larga estirpe de crueldad contra los migrantes.

Hace poco, hemos visto niños y niñas centroamericanos enjaulados, sollozando, llorando, separados de sus padres por el gobierno de los EEUU, ha conmovido a medio mundo, con una mezcla de rabia y vergüenza ajena. Son los primeros resultados (¿”daños colaterales”?) de la política de “Tolerancia cero”, inhumana y calculadora, que el presidente estadounidense Donald Trump ha impuesto recientemente. El Ejecutivo norteamericano ha decidido poner en peligro una vez más la integridad física y emocion...

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