VPH: «es un riesgo estar todos los días en los centros de salud, para que digan que no hay vacunas»
#URGENTE
— Andrea Díaz (@AndreaInsolente) January 21, 2022
El 29 de noviembre 2021 recibí la 1° dosis de vacuna contra VPH, fuimos 400 mujeres en el Centro de Salud Centro América Z. 7 de Guatemala.
Se nos pidió regresar el 3 y 4 de enero por la 2° dosis.
Aún no hay vacunas.
RT para encontrar a más mujeres que buscan vacuna. pic.twitter.com/lgmEcgaFHm
En Guatemala están colocando la vacuna contra el VPH para mujeres de 15 a 47 años. Con el @MinSaludGuate es gratuita.@medifemgt hizo esta lista de lugares para acceder pic.twitter.com/DxmoFkP1cb
— Joseline Vel Mor (@JoselineVelMor) November 18, 2021
#JuntosAvanzamos | En 2018 más de 190 mil niñas recibieron las dos dosis de vacuna contra el cáncer de matriz. Esa vacuna se destinó a niñas de 10 años de edad, ahora forma parte del esquema nacional de vacunación. pic.twitter.com/1fUmk0qL7u
— Ministerio de Salud Pública (@MinSaludGuate) January 9, 2019
VPH: «es un riesgo estar todos los días en los centros de salud, para que digan que no hay vacunas»
- Los casos de mujeres afectadas por cáncer de cérvix y sufriendo otras condiciones vinculadas al Virus del Papiloma Humano (VPH) podrían reducirse con una estrategia decidida de vacunación, pero la información hacia la población sigue siendo escasa.
- Las usuarias han percibido escasez de la vacuna VPH aunque el MSPAS asegura que la vacunación es permanente. En 2021, según el MSPAS se aplicaron 234,632 primeras dosis a personas mayores de 10 años (la mayor, una mujer de 65 años). En todo el país, fueron vacunadas con primeras dosis 234,536 mujeres y 96 hombres.
- En el sistema de salud pública la vacuna contra el VPH no está disponible para todas las mujeres. En la estrategia no se incluye a hombres. El MSPAS indicó que al 24 de enero tenían disponibles 44,322 vacunas y que además de las existencias en bodega hay dosis próximas a ingresar para distribuir a las 29 direcciones de área de salud.
- De no completar el esquema de vacunación, las usuarias deberían comprar las dosis que les corresponden y los costos no son accesibles para todas. Una sola dosis de vacuna puede costar casi la mitad del salario mínimo y de acuerdo a la edad, en algunos casos se necesitan hasta tres dosis.
- De no aplicarse las dosis en los tiempos estipulados, la respuesta inmunológica no es la esperada y hay que reiniciar el esquema de vacunación. En lo privado, el costo real de la vacuna oscila entre 700 y 900 quetzales. El costo de la aplicación, incluyendo la vacuna y el servicio médico puede costar hasta 1,500 quetzales por dosis.
- Los hombres no son inmunes al VPH. La vacunación está indicada en ellos tanto para evitar la transmisión a mujeres como por protección individual. Ellos no solo pueden transmitir el VPH sino también sufrir cáncer relacionado con el virus (condilomas, precáncer y cáncer de ano, precáncer y cáncer de pene y cáncer orofaríngeo por ejemplo).
Las mujeres siguen muriendo por cáncer de cérvix y sufriendo otras condiciones que podrían prevenirse con la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH). En el sistema de salud pública no está disponible para todas. De no completar el esquema de vacunación, las usuarias deberían comprar las dosis que les corresponden y los costos no son accesibles.
Han pasado dos meses desde que le aplicaron la primera dosis de la vacuna contra el VPH a Maité Gramajo. Desde entonces y por lo difícil que fue lograr que la vacunaran, sentía temor de no encontrar una segunda dosis. Con los días, ese temor se hizo real.
Maité tiene 23 años y leyó en redes sociales que el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) aplicaría la vacuna contra el VPH en los centros de salud del país. La información se viralizó y Maité hizo una peregrinación en cuatro centros hasta encontrar la vacuna. Lo logró el 20 de diciembre de 2021, gracias a un contacto en ese ministerio. Pudo vacunarse en el Centro Atención Permanente (CAP) de San Juan Ostuncalco, Quetzaltenango. Al momento de la aplicación no le indicaron qué tipo de vacuna estaba recibiendo y que tenía que llegar el 20 de enero para la segunda dosis.
Ese día llegó, pero su vacuna no. «Pedí permiso en mi trabajo, pero cuando llegué me dijeron que todavía no había segundas dosis. Me molesté porque en mi tarjeta iba la fecha. Perdí mi tiempo y mi oportunidad y hasta la fecha sigo esperando», cuenta Maité. Además de la escasez de la vacuna, en su trabajo ya no le dieron otro día de permiso para volver a buscarla.
Algunas usuarias hacían notar la escasez en redes sociales:
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Dosis caras, esquemas incompletos
Sara Mendoza, ginecóloga y obstetra, explica que de no aplicarse las dosis en los tiempos estipulados, la respuesta inmunológica no es la esperada. «Si pasan más de seis meses hay qué reiniciar el esquema de vacunación», indica. Y adquirir la vacuna en servicios privados no es accesible para todos. El salario mínimo total para actividades agrícolas es de Q3,122.55; el de actividades no agrícolas, de Q3,209.24 y el más bajo corresponde a la actividad económica exportadora y de maquila y es de Q2,954.35. La aplicación de una sola dosis de vacuna contra VPH puede llegar a costar casi la mitad del salario mínimo y de acuerdo a la edad, en algunos casos se necesitan hasta tres dosis.
Nancy Sandoval, presidenta de la Asociación Centroamericana y del Caribe de Infectología (ACENCAI), coincide en que deben administrarse las dosis completas. Ella considera que el MSPAS a través del Programa Nacional de Inmunizaciones deberá realizar las gestiones para garantizar la vacunación al mismo tiempo que ha decidido iniciar la vacunación en otros grupos sin la revisión crítica de inventario y disponibilidad de dosis suficientes.
Hace cuatro años, el MSPAS inició con la vacunación contra el VPH en población priorizada de 10 a 14 años. La campaña se hizo en coordinación con el Ministerio de Educación (Mineduc) para lograr mayor cantidad de niñas vacunadas. Pero en pandemia, Nancy indica que «el sistema de salud nacional se ha volcado en la priorización de atención y respuesta al COVID19 dejando relegado en este caso el esquema de vacunación habitual».
Plaza Pública informó en este reportaje, sobre la baja cobertura y las dosis próximas a vencer. Aunque el grupo prioritario continúa siendo el de niñas de entre 10 y 14 años, a finales de 2021 la oferta se amplió. En 2021, según el MSPAS se aplicaron 234,632 primeras dosis a personas mayores de 10 años (la mayor, una mujer de 65 años). En todo el país, fueron vacunadas con primeras dosis 234,536 mujeres y 96 hombres.
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Plaza Pública preguntó, a través del servicio de información pública, sobre la existencia de vacunas para proveer la segunda dosis a quienes fueron vacunadas con la primera, además del cronograma de aplicación. El MSPAS respondió que al 24 de enero tenían disponibles 44,322 vacunas.
En enero, Comunicación Social del MSPAS indicó que la administración de la vacuna era permanente en todos los centros de salud, que cuentan con existencias en bodega y próximas a ingresar para distribuir a las 29 direcciones de área de salud.
Aunque el MSPAS asegura que la administración de la vacuna contra VPH es permanente, para Tere Grijalva de 22 años, lograr la segunda dosis implicó una búsqueda por los centros de salud de Salcajá, San Mateo, La Esperanza y puestos de salud de Quetzaltenango. Incluso visitó junto a algunas amigas los municipios de San Andrés Xecul y San Cristóbal Totonicapán.
La respuesta era la misma: «hay solo para niñas menores de 14 años», a pesar de que las redes sociales estaban inundadas por mensajes sobre la aplicación de la vacuna a nivel nacional para las mayores.
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«Mis amigas siguen buscando la primera dosis, yo espero tener suerte y ponerme la tercera, de lo contrario no podría pagarla», lamenta Tere. Ella debe vacunarse el 20 de abril según su ficha de vacunación. Por su edad, debe recibir tres dosis, la última entre tres y seis meses después de la segunda.
En lo privado, el costo real de la vacuna depende de la casa que la distribuya y según Sara Mendoza, oscila entre 700 y 900 quetzales. El costo de la aplicación, incluyendo la vacuna y el servicio varía, puede costar hasta 1,500 quetzales por dosis.
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La falta de información sobre la vacuna también causa incertidumbre. Maité no sabe cómo reaccionaría su cuerpo si se expusiera al VPH con una sola dosis. «Todavía espero la segunda dosis, aunque por lo que he escuchado, después de cierto tiempo queda sin efecto. Me preocupa porque tendría que comprarla y no tengo cómo», se lamenta.
Ante la pandemia y la falta de educación
Nancy Sandoval opina que hay aceptación de la vacuna entre la población. «Las coberturas iniciales fueron aceptables, pero han decaído debido a la pandemia y su falta de búsqueda activa de receptoras de vacunas», comenta.
Sara Mendoza coincide en que la pandemia incidió en la baja cobertura, «no se acude a los servicios de salud porque esto no es una prioridad de salud en la familia», añade.
El MSPAS incluye la vacuna contra el VPH dentro del esquema regular de vacunación para niñas mayores de 10 años y menores de 15. Comunicación Social de esa institución indicó que dependiendo del comportamiento de la pandemia de COVID-19 ajustarán las estrategias, que pueden incluir vacunación en escuelas, de casa en casa, o de forma permanente en los servicios. Quizá podrían implementar actividades de vacunación en abril y octubre. Pero la información hacia la población sigue siendo escasa, tanto sobre las fechas de vacunación como sobre los beneficios de vacunarse y los riesgos al no hacerlo.
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Maité recibió comentarios negativos de otras personas cuando decidió vacunarse. «Me dijeron que eso no era bueno ‘para las mujeres bien’, que no debería de ponerme la vacuna. ¡Ay, que shuca! me dicen». Maité cree que estos comentarios surgen de la ignorancia, que esta información debería ser ya generalizada para que se puedan prevenir enfermedades.
Sara Mendoza, quien tiene una maestría en sexualidad humana, comenta que estos tabúes deben romperse y considera importante recordar que se tiene derecho a recibir información basada en evidencia científica. «En cualquier momento una persona (sexualmente activa) puede haber estado en contacto con el VPH y no haber sido diagnosticada», comenta. Y los síntomas no suelen ser evidentes de inmediato, eso aumenta la necesidad de prevenir aumentando la cobertura de vacunación.
La Organización Panamericana de la Salud estima que «si no han sido vacunadas la mayoría de las personas tendrán una infección por el VPH en algún momento de su vida» . Aún así, la vacunación no es generalizada y la educación sexual en Guatemala, que debería incluir toda esta información, es casi inexistente.
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«Hay una historia común entre mis pacientes con lesiones de VPH, que dicen ‘yo evalué el pene de él y estaba completamente limpio’. El hecho de ver un órgano sexual completamente limpio no quiere decir que no tenga VPH», explica Sara. Esta falta de información se suma al proceso confuso para vacunarse.
Se cree, por ejemplo, que los hombres son inmunes al VPH. Nancy Sandoval explica que en la Guía de atención integral para la prevención, detección y tratamiento de lesiones precursoras de Cáncer Cérvico Uterino del MSPAS, Guatemala 2020 se hace referencia a la vacunación en niños y que está indicada tanto para evitar la transmisión a mujeres y protección individual frente a enfermedades que les afectan a ellos (condilomas, precáncer y cáncer de ano, precáncer y cáncer de pene y cáncer orofaríngeo) como por equidad de género. Es decir, ellos no solo pueden transmitir el VPH sino también sufrir cáncer relacionado con el virus.
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«El uso de la vacuna para hombres fue aprobado por la Food and Drug Administration (FDA) en 2009 y en Sudamérica, Argentina y Brasil han incorporado la vacuna con aplicación libre de género a partir del año 2017, en programas preventivos a niños y adolescentes», detalla Nancy Sandoval.
Los índices de VPH entre personas adultas sexualmente activas, son extremadamente altos. Mucha gente no se entera que ha estado en contacto con el virus o que es portador o portadora porque la mayoría de pacientes no presenta síntomas.
Se cree también que si ya se inició vida sexual activa, la vacuna no resulta eficaz. Sin embargo, Sara Mendoza dice que «la indicación es que se pueden vacunar aún teniendo vida sexual activa. Lo ideal sería hacer una prueba PCR para saber con qué cepa se ha tenido contacto». Son varias las cepas del VPH, si se ha tenido contacto con alguna, aún así se estaría protegiendo contra otras.
La manera más común de detectar la presencia de VPH es a través del examen de papanicolau en mujeres, pero en muchos casos el cáncer cervical se diagnostica en etapas tardías porque no causa dolor, como lo detalla Plaza Pública en este reportaje.
Nancy confía en que la disposición del público en general para acercarse a recibir las vacunas en el sistema nacional es buena, pero aclara que «la confianza en la vacunación y su proceso se construye».
Sara considera que la pandemia de COVID-19 provocó que las personas perciban menos seguridad de ir al servicio de salud, pero cree que se debe aprovechar la existencia de dosis y vacunarse.
Antonieta Gonzales, una mujer de 50 años que busca la vacuna contra el VPH en el servicio de salud pública desde hace tres meses, dice que no ha tenido nada de suerte. No habla mucho, pero lo resume en una frase: «es un riesgo estar todos los días en los centros de salud por la pandemia del covid, para que me digan que no hay vacunas».
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