El silencio de Sandra Torres
El silencio de Sandra Torres
La candidata de la UNE desapareció de la escena política después de su última conferencia de prensa a las 16:00 horas del domingo. Sandra Torres termina otro ciclo electoral que pierde en el balotaje, esta vez contra Bernardo Arévalo, un sociólogo de 64 años que ganó con una bandera anticorrupción. El silencio de la candidata de la UNE se reflejó en un momento icónico de la jornada electoral.
Sandra Torres anunció su llegada al Colegio Valle Verde, en la zona 15 capitalina, para emitir su voto a las 9 horas del domingo. Llegó protegida por un circuito de seguridad y escoltada por personas de su confianza y dirigentes del mercado La Terminal.
Las personas alrededor de Torres caminaban de prisa, al ritmo de la candidata que cruzó el portón rumbo a la mesa 1132. No detuvo su marcha. Mientras avanzaba, el equipo de Plaza Pública esquivó los empujones de una guardaespaldas.
El momento no permitió conversar con la candidata. Sólo había una pregunta clave: ¿aceptaría los resultados si pierde? Sandra Torres no respondió y siguió su marcha acelerada hacia la mesa.
Se le insistió en la pregunta, pero la candidata se mantuvo en silencio. Su rostro se tornó tenso y, con una expresión pétrea y mirada firme a la cámara del teléfono, continuó caminando con dirección a la mesa sin pronunciar una palabra.
Los segundos que duró la escena evidenció la tónica de la campaña de la presidenciable: evasiva a preguntas incómodas, callada ante los señalamientos y molesta con los medios de comunicación que la cuestionan.
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Durante el domingo hizo siete publicaciones en su cuenta de Twitter, que este 21 de agosto fue puesta en modo privado —con candado—; colocó imágenes de su momento del voto e invitó a las personas a que asistieran a las urnas. Agradeció un obsequio floral y habló de una resolución a su favor que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) hizo el día anterior a las votaciones.
Las redes sociales el 20 de agosto tuvieron como protagonista el momento del silencio de Sandra Torres camino a su mesa de votación. Según un informe de la Misión de Observación Electoral de Guatemala (MOE-GT), la conversación alrededor de la presidenciable de la UNE cambió a un tono negativo, revirtiendo la tendencia de mensajes positivos en la última semana. En total el 29.1 por ciento de los comentarios eran negativos. Un 59.8 por ciento eran neutros y solo un 11.1 por ciento eran positivos.
La última conferencia
La candidata de la UNE habló con la prensa por última vez a las 16:00 horas en la sede nacional del partido ubicada en la zona 9 de la ciudad. Sandra Torres se mostró complacida por el amparo provisional que un día antes le dio la CSJ a su partido. Esta resolución ordenaba a las Juntas Receptoras de Votos permitir a los fiscales de la UNE, que estuvieron presentes en más del 90 por ciento de las mesas, a tomar fotografías de las actas. Algo que, por ley, ya estaba asegurado.
Además, ordenaba al Tribunal Supremo Electoral (TSE) tomar medidas para que los datos ingresados al sistema de transmisión de resultados preliminares (Trep) fueran fidedignos. Este amparo no incidió de ninguna manera en el proceso, puesto que solo remarcaba las funciones que ya la ley le asigna al TSE, pero sí abonó a la ola de recursos judiciales que se han interpuesto en estas elecciones.
«El amparo que se nos otorgó nos ampara para que nuestros fiscales puedan tomar fotografía al acta número cinco, que es lo que nos interesa para confirmar unas elecciones honestas, objetivas y transparentes. Además, permite que nuestros fiscales informáticos estén en el centro de cómputo», dijo la candidata.
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Fue la última vez que habló con la prensa o en sus redes sociales. Casi 24 horas después sólo circuló un comunicado del partido donde no reconocieron los resultados y aseguraron que estarían en sesión permanente.
Sin aceptar resultados
En los días previos a la segunda vuelta Torres adelantaba que «le robarían la elección» y replicó la declaración del fiscal de la Feci, Rafael Curruchiche, quien dijo que había digitadores del TSE afiliados al partido Semilla.
El panorama se puso cuesta arriba para Torres.
Las últimas encuestas divulgadas por la Fundación para el Desarrollo y el grupo de medios de Prensa Libre la ponían en amplia desventaja frente a Bernardo Arévalo.
Por ello, Torres refrendó los señalamientos del fiscal Curruchiche, funcionario de confianza de la fiscal general Consuelo Porras e incluidos en la Lista Engel de actores centroamericanos considerados por Estados Unidos como promotores de la corrupción y antidemocráticos.
En la última semana de campaña Torres fue activa en los ataques a su contrincante. Incluso en el foro-debate de los canales nacionales insistió en la nacionalidad de Bernardo Arévalo y en mencionar la dudosa investigación del MP en contra del partido Semilla.
Ese tipo de mensajes se sumaron a publicaciones del partido UNE que insistían en el tema del aborto, el matrimonio igualitario y la legalización de las drogas en alusión al mensaje de miedo contra el aparente plan de gobierno de Semilla.
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Torres y la UNE buscaron a toda costa congraciarse con los sectores más tradicionales del país y derrotar a Arévalo con el voto pactado con sectores aliados, entre ellos, la iglesia evangélica —con el vínculo con su vicepresidenciable—, veteranos militares, alcaldes oficialistas y trabajadores del Estado, entre otros.
Sandra Torres compitió en su tercer proceso electoral alcanzado la segunda vuelta. Ya lo hizo el 2015, contra Jimmy Morales; en 2019, contra Alejandro Giammattei y esta vez, contra Bernardo Arévalo.
Cuestionar el proceso
Torres aprovechó las acusaciones del fiscal Curruchiche para cuestionar de antemano el proceso electoral y señalar al TSE de estar parcializado a favor del partido Semilla.
Por ello, las dudas sobre si Torres aceptaría los resultados incrementaron mientras se acercaba el balotaje. En la conferencia de las 16:00 horas, con un semblante más sereno, se le volvió a preguntar si aceptaría los resultados, pero su respuesta fue ambigua. «No me ahogo antes de cruzar el río. Esperaríamos el momento justo», dijo.
Alrededor de las 20:00 horas, el equipo de la UNE volvió a convocar a una conferencia de prensa en el hotel Intercontinental, pero esta vez no lo hizo por los canales oficiales de comunicación. Aún así, la misma fue cancelada sin explicación alguna.
En el salón quedó una mesa vacía y un silencio que contrastaba con el festejo enardecido a pocas cuadras, en El Obelisco, donde simpatizantes de Semilla hacían fiesta.
Al cierre de esta nota, la UNE no ha reconocido oficialmente los resultados. En un comunicado publicado alrededor de las 23 horas, sus miembros informaron que se declararon en sesión permanente y criticaron al TSE por no aclarar «el uso irregular de un sistema paralelo» para la digitación de resultados en las juntas electorales del distrito central y del departamento de Guatemala durante la primera vuelta.
Sin embargo, con fiscales en la mayoría de las mesas, con un amparo provisional a su favor y con el reconocimiento de la legitimidad de los resultados por parte de misiones de observación y del mismo presidente Alejandro Giammattei, la UNE de Sandra Torres se queda sin argumentos para sostener su narrativa de fraude.
Por ahora Sandra Torres guarda silencio por un tiempo indefinido.
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