Me refiero a un contexto abrumador pues a diario las noticias reportan el drama humano de las personas que se ven obligadas a migrar emprendiendo desesperadas travesías hacia destinos prometedores de sueños y salvadores de vidas. Al mismo tiempo parece haber una tendencia a normalizar imágenes de miles de personas deportadas, su contención en frontera, las políticas xenófobas y racistas antiinmigrantes en respuesta a las luchas por el reconocimiento de ciudadanía y otros derechos en los países de destino. Y hasta relatos, contradictorios y cínicos de quienes gobiernan, que celebran el aumento de las remesas en los países de origen.
Durante esta edición de la Filgua la temática de la migración será abordada desde distintos enfoques: el histórico, antropológico, sociológico, económico, literario, artístico, de arquitectura y de gastronomía. Las diversas modalidades de presentación no solo ofrecen la perspectiva de ese acto forzado en que se ha convertido hoy el derecho a migrar, debido al desplome de las garantías sociales y políticas en los países de origen, sino como un acontecimiento que ha acompañado el desarrollo de la humanidad y que ha dejado huella en la constitución de nuestras sociedades. No por casualidad la conferencia inaugural fue sobre «Migraciones inversas: los nahuas del siglo XVI en Guatemala», dictada por la doctora Margarita Cossich.
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Todos los países han sido configurados por las inmigraciones y las emigraciones, siendo al final pluri y multiculturales. Su riqueza radica precisamente en esa diversidad y de allí que ninguno se precie de ser monocultural. Lo que parece ser el propósito de algunas élites con mucho poder en el mundo es crear narrativas sobre una supuesta supremacía de razas, pero la realidad se impone para negar tal invención. De alguna manera, las migraciones representan equilibrios naturales de las dinámicas poblacionales, en este caso sur-norte, como en el uso y beneficio de territorios para que la humanidad siga existiendo y reproduciéndose. Sin negar la perspectiva crítica de que el capitalismo también genera desplazamientos forzados con alta irregularidad para maximizar sus excedentes mediante la explotación de mano de obra barata, que representa una parte significativa de la fuerza laboral no calificada expulsada por países del sur, al mismo tiempo se privilegia el ingreso de mano de obra calificada de cualquier país que haya logrado subsidiar una educación universal.
Conocer y discutir sobre toda la complejidad de las distintas perspectivas de la migración, vista también como un aporte al acervo cultural, es un gran regalo que nos brinda la Filgua en este 2024. Agradecemos al equipo organizador por haber elegido este tema vital para el siglo XXI como temática central. Desde el Instituto en Ciencias Socio Humanistas (Icesh) de la Universidad Rafael Landívar (URL), apreciamos la oportunidad de compartir nuestras publicaciones, ponencias, paneles de conversación y, en resumen, de formar parte de este patrimonio cultural no tangible que representa Filgua.
¡Les esperamos!
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