Uno de los mayores éxitos del proyecto encabezado por Andrés Manuel López Obrador, AMLO, es haber roto la hegemonía del neoliberalismo como discurso dominante. Del mismo modo, intentar extirpar al neoliberalismo mexicano ha implicado una suerte de operación quirúrgica y una serie de terapias que pueden compararse con una quimioterapia todavía en curso.
Porque el neoliberalismo como fenómeno ideológico, económico, cultural, social e individual no puede ser eliminado sin ocupar el espacio con un discurso progresista que lo interpela, lo desmonta, lo denuncia por ser la cara de los nuevos fascismos y el código de dominación global unipolar en disputa. Así, estamos asistiendo a la transformación de un mundo dominado todavía por un modelo empobrecedor como en ninguna otra fase del capitalismo.
El triunfo electoral de MORENA del 2 de junio de 2024 es un indicador de un nuevo paradigma en construcción, capitalista, nacionalista, pragmático, inconcluso y quiero retomar que el resultado electoral no puede ser leído únicamente a la luz de programas sociales, bienestar material y resultados en diversos ámbitos económicos y sociales. Pese a los retos, los errores, las deudas políticas, un logro inocultable es el triunfo en lo que llamo «hegemonizar el discurso nacional».
Hegemonizar el discurso es una operación ambiciosa, compleja, que solo puede desprenderse de una enorme legitimidad política y un poder real orientados a los intereses de las mayorías. Del mismo modo, romper un paradigma implica la movilización ideológica en contra de un enemigo común que ha sido enunciado y desnudado: el neoliberalismo, pero sin intentar vencer a un enemigo más poderoso: el capitalismo que como siempre tenderá a recomponerse y de allí el riesgo de futuras regresiones.
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¿Murió el neoliberalismo en México? En este punto no se puede cantar victoria. La individualización desde lo particular, y el capitalismo desde lo estructural, continúan vigentes. Lo que ha hecho AMLO es iniciar el saneamiento de un proyecto de nación que, requería una dosis de nacionalismo y pragmatismo para dar estabilidad capitalista y crear condiciones mínimas de movilidad social mientras se combaten privilegios históricos.
¿Qué escenario tiene ante sí Claudia Sheinbaum, la presidenta electa? Sin duda, los retos siguen siendo mayúsculos. Los indicadores macroeconómicos y la coyuntura geopolítica son alentadores. Sin embargo, la continuidad del proyecto tiene límites asociados a la deuda pública y la seguridad continúa siendo un reto multidimensional. México es un país con altos niveles de pobreza y pobreza extrema, algo que los neoliberales suelen llamar «competitividad» y que el proyecto político ganador tiene que enfrentar con coherencia para garantizar la continuidad en 2030.
¿Qué podemos aprender de la experiencia política mexicana? Imposible abordar tantos elementos en una columna, pero si me atrevo a sintetizar diría que, con una correlación de fuerzas desventajosa, el Gobierno de la República de Guatemala puede disputar el discurso siempre y cuando con pragmatismo logre que los sectores más pobres perciban beneficios en seguridad, salud, educación y algo de bienestar material. Del mismo modo, las capas medias urbanas esperan signos de cambio que trasciendan la lucha contra la corrupción que luce atascada en el pantano del Ministerio Público.
O dicho en otras palabras, es indispensable mostrar resultados para que los estos se asocien con un Estado que debe ser rescatado, fortalecido, replanteado y dotado de herramientas para combatir privilegios. En ese escenario, no creo que alcancen menos de cuatro años para desmontar un paradigma neoliberal, pero hay signos alentadores expresados en las urnas incluso en contra del discurso fascista, sionista e individualista de los más famosos narcopastores.
Pese a los reveses políticos y jurídicos, el gobierno guatemalteco está todavía a tiempo de disputar el control de los conceptos e iniciar la instalación de un discurso progresista en los imaginarios colectivos. La vecindad con México junto con otros factores estructurales y coyunturales, pueden contribuir al rescate del Estado en este pequeño país.
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