Eran, desde luego, malos augurios: el antecesor del Profer
Eran, desde luego, malos augurios: el antecesor del Profer
Los problemas del programa de fertilizantes no tienen nada de nuevo: en cierto modo, arrancó en 1993 con pie izquierdo. Desde ese año la cooperación japonesa donó insumos agrícolas al Gobierno, como fertilizante, para que los vendiera con subsidio. Cada año, los ingresos de esa venta debían depositarse en un fondo, pero todos los gobiernos violaron su parte del compromiso, según un informe del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN) para el MAGA en 2003, o ignoran qué hicieron.
Entre 1993 y 1996 el gobierno de Guatemala tenía que haber abonado Q52.97 millones pero, según el Informe sobre el Programa de Fertilizantes, sólo aportó Q28.1 millones: faltaban Q24.87 millones. Y aunque según el informe, a partir de 1997 se acreditó cada cuota, la Embajada de Japón informó que no ocurrió así. En realidad, el gobierno de Portillo pagó los pendientes de la administración de Álvaro Arzú. Era el requisito de Japón para continuar con la ayuda. En 2003 se abonaron las cuotas correspondientes a 1997, 1998 y 1999: Q60.87 millones. Después, no se hizo ningún depósito a dicho fondo o al menos no se registraron, según el informe. El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), hoy, dice no disponer de más información que la del documento del CIEN. En otras palabras, no hay constancia de que los Q24.87 millones pendientes de los años 1993 a 1996 se depositaran en el Fondo ni de que las administraciones de Alfonso Portillo y Óscar Berger cumplieran sus compromisos entre 2000 y 2006. No solo no hay datos al respecto, sino que no hay forma de establecer el monto al que ascendieron dichas ventas de fertilizante.
Aquel dinero que debía depositarse en el Fondo Contravalor 2KR tenía por destino financiar otros proyectos de desarrollo, pero el MAGA reconoce no tener más datos que los recogidos en el informe, de 1997 a 2003.
La cooperación Japonesa: el inicio de los fertilizantes
El Programa de Cooperación Financiera No Reembolsable Aumento a la Producción de Alimentos 2KR (Second Kennedy Round) es un programa de cooperación japonesa para el desarrollo de la agricultura mediante la donación de distintos insumos agrícolas y fertilizante en diversos países de América Latina, África y Asia. En Centroamérica han participado Honduras, Nicaragua y Guatemala.
En Guatemala, las donaciones, que comenzaron incluyendo maquinaria, herramientas agrícolas y fertilizante, a partir de 1997 se redujeron a sacos de fertilizante. El monto máximo de donación anual para Guatemala lo fijaba el gobierno japonés que licitaba entre proveedores japoneses. La empresa ganadora se encargaba de transportar el fertilizante a Guatemala, en donde el Ejecutivo guatemalteco se hacía cargo de todo: decidía dónde, cuando, como y a quién distribuirlo. El programa iba destinado a pequeños y medianos agricultores de escasos recursos, pero el gobierno de Japón no supervisaba el proceso: le bastaba con recibir de Guatemala un informe por cada donación.
Entre 1993 y 1999 fueron varias las instituciones guatemaltecas y programas que se encargaron de gestionar todo lo relacionado con las donaciones de fertilizante del gobierno japonés.
En el año 2000 el gobierno de Alfonso Portillo elevó a política nacional los objetivos del programa y destinó recursos públicos para ampliarlo llegar a todos los municipios del país. Así nace el Programa de Fertilizantes del MAGA. Las donaciones japonesas pasaron a ser una fuente de financiación adicional del Programa de Fertilizantes hasta 2006 en que cesaron después de que Guatemala pasara a ser considerado país de renta media-baja por el Comité de Ayuda al Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y el Gobierno de Japón recortó su presupuesto destinado a cooperación internacional.
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