Si bien la institucionalidad del país ha permanecido en jaque debido al conflicto jurídico-sectorial surgido después del balotaje del 20 de agosto, el mate no se concreta y continúa la incertidumbre cuando restan menos de 79 días para que asuman quienes ocuparán alcaldías, escaños legislativos y la manzana de la discordia: la Presidencia de la República.
Y es que los décimos comicios generales celebrados en el marco de la denominada apertura democrática de 1985, derivaron en lo que no había ocurrido: un Tribunal «Supremo» Electoral en entredicho desde antes de la convocatoria por impedir la participación de tres aspirantes a la primera magistratura, y que esa debilidad se profundizara por la polarización social y legal desprendida de la segunda vuelta.
En ese sentido, las protestas y los bloqueos callejeros-carreteros, suscitados en la capital y en puntos de la provincia, emergieron como respuesta a las acciones que el Ministerio Público emprendió con el argumento de que hubo anomalías en el conteo de votos, aunque no se han sustentado tales afirmaciones. Lo cierto es que las voces de las movilizaciones que, paradójicamente, paralizaron la dinámica del país, exigen la dimisión de la y el fiscal más identificados con las pesquisas, así como de la jerarca del MP y un juez.
Al respecto, los bloqueos no han tenido impacto alguno en la postura de la parte cuestionada, pero sí en todas las actividades cotidianas, y con él un creciente malestar en quienes los padecen. Frente al impasse, los que exigen las renuncias han optado por un giro táctico. Lo más destacado del pulso se produjo el miércoles de la semana pasada cuando, afortunadamente, no sobrevino lo que se presagiaba: una jornada de violencia.
Lo anterior porque tanto las autoridades de la cartera de Gobernación, como la dirigencia de los 48 Cantones de Totonicapán, actuaron con elegancia para atender la resolución de la Corte de Constitucionalidad que ordenaba «la inmediata» liberación de las áreas bloqueadas, entre ellas a inmediaciones de la sede central del MP. Sin embargo, el cumplimiento se dio sin sobresaltos, solo con la baja del ahora exministro Napoleón Barrientos.
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Descartar los bloqueos, pero mantener la demanda de cambios en el ente investigador, concentrar las protestas en el barrio de Gerona y garantizar que se respeten los resultados electorales son los reclamos de los grupos sociales que lideran la resistencia, mientras que del lado oficial pareciera apostarse al paso del tiempo. En medio figura la misión nombrada por Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos, la que camina discretamente. Además, Arévalo llamó a un diálogo que de inicio no ha tomado ritmo ni ha trascendido.
Obviamente, la coyuntura es un auténtico río revuelto, cuyas aguas se agitan porque los rumores y la desinformación navegan viento en popa a partir de que especialistas y novatos en la materia divulgan bulos que causan confusión en torno de los hechos y protagonistas.
En esa línea, los criterios diametralmente contrapuestos que esgrimen expertos y los pronunciamientos de la CC, al mejor estilo de Cantinflas y la Chimoltrufia, coadyuvan con el mareo legal y lo lejos que sigue viéndose el 14 de enero de 2024. Esta situación induce una espera que desespera porque la ruta está llena de olas, en las que también se metió Brian Nichols, subsecretario de Estado de Estados Unidos que, sobre la marcha, dijo mucho.
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