La iglesia offshore de Harold Caballeros
La iglesia offshore de Harold Caballeros
Cuentas bancarias, empresas en Bahamas y Panamá, propiedades en Guatemala y Estados Unidos bajo la estructura de la iglesia El Shaddai. Los archivos confidenciales del bufete Mossack Fonseca muestran la bonanza económica del expastor de la iglesia, excanciller y político Harold Caballeros López y su familia.
El expastor, expolítico, abogado y empresario guatemalteco Harold Caballeros López mantiene desde hace casi dos décadas una estructura financiera offshore, es decir, una serie de empresas y sociedades albergadas afuera de su sede de operaciones, en Bahamas a nombre de su iglesia cristiana El Shaddai, que fundó en la capital de Guatemala en 1982.
Caballeros y su esposa, Cecilia Arimany, también pastora, son clientes del bufete panameño Mossack Fonseca al menos desde enero de 1999, cuando se creó Apostolic Ministries International Ltd, una sociedad domiciliada en ese país caribeño y en la que ambos fueron nombrados como directores.
Se constituyó la empresa, explica el ahora expastor —alejado de la vida política pública después de su carrera como candidato presidencial y como canciller— para gestionar las misiones que la iglesia el Shaddai expandía internacionalmente: “Portugal, Aruba, España…”. El fin era “agilizar la mecánica diaria”, abrir cuentas de bancos y recibir el dinero de las iglesias, explica Caballeros en una entrevista telefónica.
El nombre del excandidato presidencial por el partido Visión con Valores (VIVA), en las elecciones de 2011, aparece repetidamente en los archivos confidenciales del bufete a los que tuvieron acceso el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ por sus siglas en inglés) y Univision Noticias y, elFaro.
Desde finales de los 80 Harold Caballeros ocupa un reconocido papel secundario en la vida política, religiosa y empresarial de Guatemala. Como fundador de la iglesia El Shaddai, supo aprovechar la ola neopentecostal que convirtió a Guatemala en uno de los países de Latinoamérica con la mayor proporción de evangélicos (40% de la población en 2013).
El Shaddai terminó generandole una nutrida y disciplinada base electoral cuando fue candidato presidencial, que después sería codiciada por otros partidos políticos.
Actualmente, Caballeros tiene registradas en Guatemala 9 sociedades anónimas; y junto a su esposa y su hijo Harold Caballeros Arimany, suman 18 empresas. La estructura de la iglesia El Shaddai aglutina una universidad, 27 estaciones de radio y 19 colegios (según información del mismo Caballeros) Los documentos de Mossack Fonseca no revelan los flujos de dinero de sus empresas, pero consignan un registro de activos o aumentos de capital de dos millones de dólares entre dos empresas.
La iglesia El Shaddai es identificada en el bufete de Mossack Fonseca como su cliente número 26636. Sus asuntos legales, siempre dirigidos por Caballeros y su familia, se manejan a través de la filial de la firma panameña en Guatemala, el bufete Díaz Durán & Asociados.
Uno de los documentos más recientes de Apostolic Ministries International Ltd a los que tuvo acceso Univision, El Faro y Plaza Pública es un registro de directores de noviembre de 2014, que señala a Caballeros como presidente de la firma. Su esposa, Cecilia, su suegra María Asunción Tejada y su hijo Harold, también figuran en la directiva, este último como tesorero.
Entonces, la directiva de la sociedad también estaba integrada por los pastores de El Shadai, Ana María Fernández Hernández y Óscar Alberto Benitez de la Campa, según muestra el mismo documento.
Fernández y Benitez, son los únicos nombres relacionados con la iglesia El Shaddai consignados en las empresas offshore, a diferencia de la estructura de El Shaddai en Guatemala, que incluye como directivos o representantes legales de los diversos ministerios a varias personas cercanas a la institución religiosa.
Entre los servicios que Mossack Fonseca ofrece a la iglesia El Shaddai están la custodia de libros legales y el de prestanombres para la directiva de Apostolic Ministries International Ltd, una práctica común en sociedades ubicadas en paraísos fiscales, cuyos directores visibles no son los verdaderos beneficiarios de las empresas.
Estos servicios constan en una factura por 291 dólares que Harold Caballeros pagó en julio de 2010 a Mossack Fonseca.
Éstos —directores prestanombres— aparecen por pocos meses en las actas de las tres empresas directamente relacionadas con Caballeros, para luego ser siempre sustituidos por los miembros de la familia Caballeros Arimany.
La explicación es simple: entre los servicios proporcionados por Mossack Fonseca y en el caso de Caballeros por la firma Díaz-Durán, está el de la construcción de shelf companies, una especie de empresas “listas para llevar”.
Los bufetes tienen a disposición de sus clientes un abanico de empresas que no están en funcionamiento –constituidas por prestanombres, que en algunos casos son también abogados del mismo bufete– para clientes urgidos por la compra.
“Se malentiende (la figura de las shelf companies), porque cuando usted tiene un negocio, esperar dos tres cuatro meses (como el caso de Guatemala) para hacer una sociedad es imposible”, argumenta Caballeros.
El expastor explica que Mossack Fonseca le ofrecía el servicio de shelf companies; y el bufete Díaz-Durán en Guatemala se lo recomendaba. El fundador de la Iglesia el Shaddai reconoce una amistad de más de 20 años con Juan Manuel Díaz-Durán, socio fundador del bufete, -también relacionado con la firma panameña en las transacciones de la narcotraficante Marllory Chacón-. Díaz-Durán es ahora diputado por el partido Visión con Valores (Viva), fundado por Caballeros en 2007 y del que asegura estar totalmente desligado desde las elecciones del 2015.
La prosperidad de El Shaddai
Después de su fundación en 1983, la iglesia El Shaddai empezó a crecer con pasos firmes, fue mudando de sedes con construcciones bastante modestas, pero en terrenos que adquirían plusvalía, hasta que en 1990 se instaló en la que es ahora su sede central, en la zona 14, una de las más exclusivas y caras de la ciudad, aunque en su extrarradio menos ostentoso.
La que empezó con una carpa, terminó siendo una construcción circular, cuyo eje central es el templo, y que da cabida a los diversos “ministerios”: la Universidad de San Pablo, los estudios de Telefe (la sociedad que aglutina a las 27 estaciones de radio Shaddai), ambas fundadas por Harold Caballeros. El colegio central El Shaddai, uno de los tres registrados a nombre de la Fundación Educativa y Cultural El Shaddai –aunque Caballeros asegura que la iglesia gestiona 19 colegios en toda Guatemala-.; y la Fundación Manos de Amor, con fines benéficos (contra la desnutrición).
Tanto en la entrada del templo como en los pasillos de la casa matriz se repite insistente la frase “Jesús es Señor de Guatemala”, que resulta ser el recuerdo de la que fue una campaña del El Shaddai en 1990 y que se inscribió como una empresa individual “Jesús es Señor de Guatemala” para registrar la marca con el mismo nombre.
En el caso de El Shaddai, Caballeros explica su prosperidad: los diezmos de sus fieles. Los diezmos no son obligatorios: “una minoría mueve toda la maquinaria”. El ahora rector de la universidad San Pablo, asegura que debido a su condición de asociación no lucrativa, todos los excedentes de los ingresos y gastos se utilizan para fundar nuevos templos (lo mismo sucede con los colegios, explica). Con una lógica empresarial, como él mismo reconoce, las nuevas iglesias (23 en Guatemala y ocho en Estados Unidos) se constituyen en una especie de franquicias, que a su vez entregan un diezmo a la casa central “Shaddai”. El Shaddai es reconocida por tener entre su feligresía a personas adineradas y con influencia política.
Caballeros asegura que hay una asamblea anual que presenta a todos sus miembros un reporte financiero de la iglesia.
En Guatemala, tanto las iglesias, o asociaciones, como las instituciones educativas (colegios y universidades) poseen un régimen especial de exención de impuestos. En especial las educativas, liberadas del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y de los impuestos de importación. Es en éstas, según un exfuncionario de la Superintendencia de Administración Tributaria, que se observa un mayor abuso de estos privilegios: el colegio se convierte en el centro de operaciones para, a través de éste, realizar toda clase de negocios comerciales y de inmuebles. Caballeros, en su caso, explica “hacemos uso de las exenciones, porque estaría muy mal no hacerlo”, pero afirma que todos sus excedentes se invierten en nuevas sedes o en el acondicionamiento de las que poseen.
Paralela a toda la estructura de El Shaddai, Caballeros y su familia poseen una serie de empresas dedicadas al comercio y a los inmuebles. “Soy un hombre hiperactivo”, dice Caballeros y hace un listado de su recorrido como pastor, como abogado —carrera que ejerció sólo un par de años—, como político, empresario, y académico. En referencia a su record en el Registro Mercantil de Guatemala y a los documentos de Mossack Fonseca dice: “esa estructura es el resumen de una vida”.
De los registros de Mossack Fonseca no se desprende que Harold Caballeros, su familia o la iglesia El Shaddai hayan incurrido en alguna conducta ilegal. Poseer sociedades en paraísos fiscales no es un acto ilícito por sí solo.
Otras empresas offshore
Apostolic Ministries International Ltd no es la única empresa offshore que poseen Caballeros y su familia a través de la iglesia El Shaddai.
En 2006, la esposa de Caballeros, Cecilia Arimany y su hijo, Harold, recibieron dos acciones y fueron nombrados en la directiva de Marbury Company Enterprises Inc, una sociedad incorporada por Mossack Fonseca en Bahamas el 27 de enero del 2000, por solicitud de su filial en Guatemala.
Varios documentos del bufete, entre ellos un correo electrónico de mayo de 2015, señalan que el beneficiario de la empresa es Harold Caballeros López, a quien el bufete tiene catalogado como una persona políticamente expuesta (PEP), una clasificación para aquellas personas que desempeñan o han desempeñado un cargo público y que según tratados internacionales requieren de una mayor vigilancia en sus transacciones financieras.
En 2007, Harold Caballeros fundó el partido Visión con Valores (Viva), del que sería candidato presidencial en 2011. Después de salir de la contienda en la primera ronda, Caballeros dio su apoyo al Partido Patriota y a su candidato presidencial, Otto Pérez Molina –ahora en prisión, ligado a los casos de corrupción que le obligaron a renunciar en 2015-. En enero de 2012, Pérez Molina nombró a Caballeros ministro de Relaciones Exteriores, cargo al que renunció en enero de 2013.
Por su relaciones políticas, el departamento de cumplimiento de Mossack Fonseca solicitó a su filial guatemalteca en agosto del año pasado, información sobre el origen de los fondos de Caballeros López, como parte de una revisión de distintas compañías.
—¿Declaró sus empresas offshore cuando asumió como Ministro de Relaciones Exteriores?
—No recuerdo que hayamos hecho declaración de probidad. Recuerdo que discutimos en el Gabinete sobre el asunto. Y es que Guatemala tiene un problema y es la falta de seguridad. Imagínese usted hace su papelito y cree que se fue a Contraloría, pero finalmente no sabe en qué manos cae.
La ley guatemalteca exige a cualquier persona que asuma un cargo público declarar todos sus bienes -en Guatemala y en el extranjero-. La omisión de la declaración constituye una responsabilidad administrativa, que implica una sanción del pago del 100% del salario (un aproximado de Q40 mil ( US$5 mil).
La principal actividad de Marbury Company es la tenencia de bienes en Guatemala, según lo indica un mensaje electrónico enviado desde Panamá en octubre de 2013. En otro documento firmado por el propio Caballeros el 20 de noviembre de 2014, el político indica que el dinero que maneja a través de sus empresas corresponde a “bienes personales y producto de negocios comerciales”.
Sin embargo, en la entrevista telefónica, Caballeros dio otra versión: Marbury Company Enterprises Inc. fue creada para agilizar una transacción inmboliaria de la iglesia. Un terreno en San José Pinula de 11 manzanas estaba en remate.
El hecho de que colindara en lo que estaba planificado como un periférico de las afueras de la capital lo hacía atractivo para invertir y para una futura sede de la iglesia. El terreno tenía tras de sí una serie de entuertos de hipotecas y la sombra de haber sido una lotificación fallida, y conflictos de propiedad con los vecinos: “pensamos que si la comprábamos a nombre de la iglesia, podíamos contaminarla” y así se formó Marbury Company.
Su amigo y abogado, Díaz-Durán le recomendó la estrategia: comprar el terreno a través de la empresa que ya estaba constituida. Sus primeros directivos son tres abogados de Díaz-Durán: María Beatriz Armas Galindo de Ortega (ligada en 2011 a un proceso penal por adopciones irregulares); Elizabeth Pontaza Cifuentes y Juan Pablo Carrasco de Groote (quien trabajaba en el bufete Díaz-Durán, pero que ahora asegura no haber tenido conocimiento de su nombramiento ni haber firmado algún documento en el que autorizara ser nombrado director de Marbury; ahora trabaja en Central Law y niega cualquier relación con Díaz-Durán).
Inicialmente, la directiva de Marbury Company Enterprises Inc también estaba integrada por los pastores de El Shaddai, Ana María Fernández Hernández y Óscar Alberto Benitez de la Campa, quienes poseían dos acciones.
Ellos dejaron la sociedad en noviembre de 2006, tres meses después de vender sus participación accionaria a Cecilia Arimany Tejada y su hijo, Harold Caballeros Arimany.
Cecilia Arimany quedó al frente de los servicios pastorales de la iglesia El Shaddai en 2004, luego de que su esposo dejó el cargo de pastor general de la congregación.
Real estate para la familia en Estados Unidos
Otro servicio de Mossack Fonseca para Harold Caballeros López que revelan los archivos confidenciales, corresponde a una sociedad offshore llamada Sefton Park Inc, adquirida por Caballeros en noviembre de 2014, dos años después de haber dejado su cargo como ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala.
Sefton Park Inc fue incorporada por Mossack Fonseca en las Bahamas el 16 de julio de 2014, como parte del portafolio de sociedades de papel que mantiene para la venta a clientes en todo el mundo.
La solicitud de adquisición de la empresa, firmada por el propio Caballeros López, señala que el objeto de la misma es invertir en bienes raíces en Estados Unidos. También especifica que el valor de los activos de la compañía supera el millón de dólares y su fuente de ingresos son “ganancias comerciales y ahorros personales”.
El mismo documento detalla que los accionistas de la empresa son Harold Caballeros, su esposa Cecilia y dos de sus hijos, Harold y Andrea Caballeros Arimany.
Los registros de Mossack Fonseca no muestran información sobre las propiedades en Estados Unidos que pensaba adquirir la familia Caballeros Arimany.
La correspondencia interna del bufete deja ver que el departamento de cumplimiento designó a Caballeros López en la categoría PEP y exigió que no se le vendiese la empresa hasta que el político les entregara referencias bancarias y una certificación del origen de sus fondos, entre otros requisitos.
Caballeros explica: Sefton Park Inc. fue constituida con fines hereditarios y patrimoniales, tener todo ordenado para un próximo retiro. Y sí, dice, compró una propiedad en Florida con este fin, no da más detalles sobre la propiedad o propiedades que pueda albergar la sociedad.
Empresa de logística
Otra sociedad que figuró como parte de la cartera de la iglesia El Shaddai en Mossack Fonseca es Inmobiliaria Wittenberg en el registro público de Panamá en enero de 2002, y para la cual se emitieron 100 acciones al portador por un valor de US$100 cada una a Wittemberg S.A., incorporada por la firma legal ante el registro
Desde su creación, su presidenta fue la también pastora de El Shaddai, Ana María Fernández Hernández. En noviembre de 2008, la empresa designó como tesorero a Walter Giovanni Jacobs Barahona, actual miembro del Parlamento Centroamericano, que también fungió como secretario adjunto del partido político Visión con Valores (Viva).
Tanto Fernández como el actual diputado Jacobs Barahona dejaron su cargo en Inmobiliaria Wittemberg en noviembre de 2010, cuando fueron nombrados nuevos directores provistos por Mossack Fonseca.
Un mes antes, Harold Caballeros Arimany, hijo del fundador del partido Viva había firmado una carta de indemnización para Mossack Fonseca, por el servicio de provisión de directores para la empresa panameña.
Wittenberg fue fundada, según Caballeros López, en Guatemala para el negocio inmobiliario, pero no la utilizó; luego se la trasladó a su hijo.. Ahora, asegura, la empresa afincada en Panamá, bajo el nombre Wittenberg, S.A, es gestionada por su hijo en sociedad con Carlos René Chávez Espina para distribuir la marca Samsung a toda Centroamérica.
Un documento firmado en octubre de 2012 acordó designar al banco G&T Continental como depositario de los fondos de la empresa y autorizó a Caballeros Arimany y a Chávez Espina para manejar las cuentas bancarias.
Según su página de Internet, Wittemberg S.A. provee servicios asesoría en ventas, logística y mercadeo en América Central, y tiene oficinas en Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica y Panamá.
En marzo de 2013 se revocó el nombramiento de Mossack Fonseca como agente residente de la empresa y en su lugar se nombró a la firma Lacayo y Asociados, también panameña. También fueron designados nuevos directivos.
Ese mismo año, en diciembre, el monto del capital social de la empresa aumentó de diez mil a un millón de dólares, según consta en un acta de junta directiva de la sociedad del 4 de diciembre de 2013. En mayo de 2015 se volvió a modificar el pacto social de la sociedad y se acordó que sólo podría emitir acciones nominativas.
La última evidencia de servicios de Mossack Fonseca para la empresa data de enero de 2013. En los registros del bufete la sociedad aparece inactiva desde el 16 de julio de 2014, con estatus de morosidad.
—¿Por qué es su nombre y los de su familia las que poseen toda la dirección financiera de los off-shores de la Iglesia, por qué nadie más de la iglesia? —se le cuestiona. Ninguno de sus cuatro hijos tiene participación activa en los ministerios y han optado por otras profesiones.
—La hacemos a nombre de la familia para tenerla blindada (a la iglesia), porque… ¿a nombre de quién más puede ser?
*Este reportaje se produce gracias a una alianza colaborativa de elFaro, Plaza Pública y Univision Noticias.
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