Las acciones intimidatorias realizadas por el Ministerio Público a través de fiscales y jueces espurios son un indicador de la desesperación del Pacto de corruptos ante el inminente e inimaginable despertar del hartazgo ciudadano, que a través de una semilla identificó una posible salida al deterioro del sistema político y de las instituciones públicas que deberían, al menos, mitigar el deterioro de las condiciones de vida de una gran mayoría de los guatemaltecos.
Pero el Pacto calculó tan mal sus piezas y ha jugado tan mal sus cartas que, a pesar de haber cooptado las instituciones de poder, los medios de comunicación y empujado al exilio a tantas personas probas en el sistema, se emborracharon de poder de tal forma que nunca imaginaron llegar a este punto de inflexión de temer ser ellos quienes sean alcanzados, en breve, por el brazo de la justicia.
No hay espacio para la censura desde la mirada ciudadana, todas y todos estamos cansados del juego corrupto a costillas de la necesidad de la población guatemalteca, es más que obvia la frustración del Pacto de corruptos y las acciones de hostigamiento e «investigaciones» carentes de sustento contra el Movimiento Semilla y el Tribunal Supremo Electoral.
Creyeron que su reacción restauradora del Statu quo –iniciado con la expulsión de la CICIG, la cooptación del Ministerio Público, la Corte Suprema de Justicia, la Corte de Constitucionalidad y la Procuraduría de Derechos Humanos– permitiría restaurar su ecosistema de saqueo e impunidad.
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Sin darse cuenta, tras la manipulación que ellos mismos hicieron a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, así como el sigiloso filtro de participación a cargos públicos en las inscripciones a este proceso electoral con el fin de “cuidarse las espaldas”, el plan se les fue de las manos, pues no podían cooptar a una ciudadanía completa, hastiada del abuso y vigilante de la labor del Tribunal Supremo Electoral, que en estos momentos de inflexión, y ante la desesperación del pacto, se limita a cumplir lo que su mandato constitucional le exige.
Ni la intimidación burda ni la manipulación nefasta de las encuestas permitió que uno solo de los candidatos que punteaban en los primeros lugares lograra su objetivo, a diferencia de la UNE, que ha trabajado una plataforma que se ha debilitado considerablemente. No cabe duda que el deseo de poder llegó a cegarlos de tal forma que ellos mismos creyeron sus mentiras y fueron víctimas de su propio juego.
A toda esta volatilidad de escenarios con hostigamiento, exilios y persecuciones judiciales encaminadas a evitar su mayor temor que es el saneamiento de las instituciones del Estado, se unen los intereses de todos los que viven de manera parasitaria de esta podredumbre institucional, que han hecho del saqueo y la opacidad del Estado una forma y cultura de vida. Hay otros engranajes profundos que permiten que estas maquinarias que hacen eficiente los intereses del Pacto de corruptos funcionen, las tareas no son pocas, pero los horizontes de país, por primera vez, nos parecen menos nublados.
Como ciudadanas y ciudadanos nos compete ir a las urnas el próximo 20 de agosto y hacer valer nuestra voz a través del voto y atrevernos a transitar por un futuro posible.
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