El contenido gira en torno al hecho de que la sociedad actual se destruyó gracias a la ambición desmedida de unos cuantos. Así, los dirigentes, con el fin de evitar que la situación se repita, se plantean una solución: que cada persona sea la mejor versión de sí y viva en una comunidad de igualdad en donde encuentre la felicidad.
¿Cómo lograrlo? Muy sencillo. A los 13 años los adolescentes son llevados a un internado bajo la orientación de quienes dirigen esa sociedad. Ya a los 16, el día de su cumpleaños, cada uno se somete a varias cirugías plásticas con el fin de embellecerse (ello, por supuesto, bajo los estrictos cánones de la belleza clásica occidental). Una vez que logran lo que consideran la perfección, viven en lugares luminosos e idílicos, y su única misión es prepararse cada día para la fiesta de la noche, donde compartirán con otras personas iguales a ellos. Esa es la propuesta de felicidad tanto individual como colectiva. Quienes sienten dudas o extrañan su pasado son sometidos a procedimientos más radicales, donde se perfeccionan tanto sus habilidades como su belleza física. Estas personas se convierten en los policías del lugar y su misión es solo obedecer sin reparos ni conciencia ética entre el bien y el mal.
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En contraposición, hay algunos disidentes inconformes con lo que sucede en esta sociedad. Ellos se han percatado de que, cuando se llevan a cabo las operaciones estéticas, también se manipulan ciertas áreas del cerebro para que quienes se someten a estos procedimientos pierdan el deseo de cuestionar y buscar otras opciones. Es decir, pierden su capacidad de elegir otra forma de vida. A ello se suma que hay algunos que mueren o sufren daños colaterales. Por estas, entre otras razones, los disidentes luchan por contrarrestar los avances de una sociedad basada en dichos principios. Por su parte, proponen el contacto con la naturaleza, la lectura de libros y que cada uno se acepte y sea aceptado con el físico que nació, sin necesidad de cambiarlo.
Cuando películas como esta son tan exitosas entre las capas medias, aun cuando solo sean para el solaz entretenimiento, no dejan de provocar algunas dudas. ¿Qué tan cerca estamos de la total destrucción del planeta? ¿Es esta una metáfora de las luchas que actualmente se están llevando a cabo? ¿Por qué razones cuando en algunos casos se proponen nuevos modelos se siguen construyendo de acuerdo con los parámetros ya existentes del capitalismo, es decir, de la jerarquía y de las relaciones tradicionales de poder? ¿Es la noción de felicidad propuesta en el film a la que aspiran las mayorías en la actualidad?
En última instancia, si no nos sometemos a procedimientos estéticos para embellecernos, ¿somos feos?, y si nos sometemos y no funcionan ¿también? Una situación difícil de decidir. Los adolescentes que están en la edad de crear su autoimagen y autoaceptación y aquellos que ya no lo son, pero crecieron con estereotipos inalcanzables están sometidos a la avalancha devastadora de la publicidad. La sociedad en que vivimos —es un lugar común decirlo— prefiere y abre sus puertas con mayor facilidad a quienes poseen un físico agradable, según los estándares establecidos. Para el resto, la autoestima se vuelve un camino cuesta arriba, pero no de liberación,como trata de plantearlo el film, sino de fracaso y frustración.
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