La población mundial en este momento es 55% urbana. Para el año 2040 (probablemente antes), el 75% de la población del mundo vivirá en áreas urbanas. En México esa cifra ya está hoy en 80%. En los Estados del sur (Chiapas, Quintana Roo y Tabasco) ese indicador es más bajo, cerca del 60% y no es casualidad que esos Estados sean los más pobres de México.
En Guatemala, el 52% de la población vive ya en áreas urbanas. Eso no quiere decir la ciudad de Guatemala o el área metropolitana, me refiero a las poblaciones de más de 10 mil habitantes en áreas compactas. Además de la ciudad de Guatemala (que llega casi al millón de habitantes) tenemos Mixco y Villa Nueva que ambas sobrepasan el medio millón cada una. Además hay otras 32 ciudades alrededor del país que cuentan con más de 100 mil habitantes (incluyendo Santa Cruz Barillas e Ixcán). Para el año 2030 serán como mínimo 50 ciudades de más de 100 mil habitantes, 10 arriba de 250 mil y 5 arriba de 500 mil. La urbanización de la población es inevitable, pero para generar las ciudades sostenibles que requerirá esa población necesitamos gestionar un desarrollo urbano sostenible.
Digo que pareciera que estamos en una máquina del tiempo porque seguimos discutiendo el modelo de desarrollo rural. Como acabo de mostrar en los párrafos anteriores la población tiende a ser cada año menos rural y más urbana. La pobreza en Guatemala tiene rostro rural, indígena y de mujer. Tres factores que no podemos olvidar pero no se resuelve desde la ruralidad su pobreza.
Se plantea nuevamente una estrategia o política de desarrollo rural (con Ministerio de Desarrollo Rural incluido) cuando en la mayoría de países de América lo que se plantearon desde hace como más de quince años fueron estrategias de desarrollo urbano sostenible. Crearon diferentes instituciones que se enfocaron en esa política. Brasil creó el Ministerio de Ciudades, Chile la Secretaría de Vivienda y Desarrollo Urbano, igual que Estados Unidos (Housing and Urban Development) y México. Estos países y sus líderes entendieron que debemos planificar el territorio donde la población va a vivir en los próximos 50 años y no desarrollar el territorio donde sufrieron los últimos 150.
Pareciera que estamos sumergidos en un dilema (o dialéctica) acerca del socialismo agrario. Enfrascados en tratar de resolver el problema de las relaciones de poder y no preocupados y menos ocupados del desarrollo humano de la población en pobreza y pobreza extrema. Sí, muchas naciones hoy desarrolladas pasaron por procesos de reforma agraria o transformación agraria. Pero no estamos obligados a seguir cada etapa. Luego nos tocaría la revolución industrial y tal vez después llegaríamos a la era de la información, tecnología y comunicación. ¿Para qué perder 50 años en el proceso?
¿No podemos mejor saltarnos algunas etapas y llegar a la era de la comunicación, información y tecnología? ¿No podemos dejar la lucha de las relaciones de poder para otro ámbito y ocuparnos del desarrollo humano de la población en pobreza, desnutrición, sin educación y sin oportunidades?
Una familia de seis hijos y cinco cuerdas de terreno no resuelve su problema de pobreza con tierra, apoyo técnico, fertilizante y semillas mejoradas. Si hacemos una buena labor, por lo menos cuatro de esos hijos estudiarán hasta básico o diversificado y ni siquiera estarán interesados en seguir trabajando esas tierras. Menos si es compartida con otros cinco hermanos. ¿Buscamos el desarrollo humano de la población o perpetuar el conflicto de la relación de poder?
Hay y habrá población vulnerable en lo urbano y en lo rural y allí debe intervenir el Ministerio de Desarrollo Social de manera focalizada y temporal para reducir la vulnerabilidad y promover el desarrollo humano sostenible.
El desarrollo humano de buena parte de nuestra población y un despegue económico de nuestro país depende grandemente del desarrollo urbano estratégico y sostenible de esas 30 a 50 ciudades que albergarán a 25 de los 30 millones de guatemaltecos que habitarán Guatemala en el 2050. Dediquémonos a construir el futuro y no a administrar el pasado.
Dios los bendiga y siempre les recordaré que toda la Gloria, la Honra y el Honor son siempre para Jesús.
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