Si revisamos hacia atrás, yo estimo que el pico, el punto más alto de esta administración fue alrededor del mes de marzo. Acababa de lograr pasar su Ley de Actualización Tributaria, había el presidente Pérez Molina planteado su idea de la legalización no despenalización, no regulación; no, bueno, su idea de hacer algo diferente con el tema de las drogas, y recién había tomado posesión 60 días antes.
De allí en adelante, incluso durante esos primeros 60 días, el Presidente y su gobierno han venido dando tumbos. La crisis de los contratos abiertos de medicinas, la destitución, no renuncia, del ministro Arredondo, el nombramiento del nuevo ministro de Salud, por su puesto después de que obtuviera su finiquito. La interpelación del ministro de Finanzas, la renuncia del ministro de Finanzas, la no aceptación de la renuncia del ministro de Finanzas. La continuación de la interpelación. A estas alturas solo vamos por mayo y ya se traía adicionalmente el desgaste del primer estado de sitio y el desgaste de la crisis en Santa Cruz Barillas. La marcha campesina, sin bloqueos, que culmina con un portazo al engavetar la Ley de Desarrollo Rural Integral.
Pasamos por la crisis de la formación inicial docente. Toma de escuelas normales, la batalla campal en las afueras del Parque de la Industria, el rescate de la ministra por el ministro. El final de la interpelación del ministro de Finanzas. Ya llegamos a junio.
La crisis del Congreso solo cambia de nombre o tema cada mes. Ley de Enriquecimiento Ilícito, Ley del Secreto Bancario, interpelaciones, bocinas, cohetillos, botellas de agua, aprobación de presupuesto, elección de Junta Directiva, Ley de Desarrollo Rural Integral, renuncia de la Directora Administrativa. Agreguemos la crisis por el usufructo de un terreno en Puerto Quetzal, y los problemas con la Secretaría de Transparencia a cargo de la Vicepresidencia.
Mientras tanto, los bloqueos de carreteras, conflictos en las comunidades donde hay licencias de exploración o explotación de minerales, las reformas constitucionales, otra vez la reforma de la formación inicial docente. La crisis de la Cumbre de Alaska y la Asociación de los 48 Cantones del Pueblo de Totonicapán, los seis muertos y los soldados arrestados. Llegamos a octubre.
En noviembre llega el terremoto de San Marcos, y la población afectada se calcula en cientos de miles. Pasamos por la etapa de emergencia, búsqueda, rescate y descombramiento. Asistencia humanitaria y pasamos a la reconstrucción. Se suspende la discusión de las reformas constitucionales, que ya traían oposición de organizaciones indígenas, CACIF, USAC, varios partidos y otros sectores.
Y llegamos a diciembre con el remate de poner en agenda nuevamente a discusión la Ley de Desarrollo Rural Integral. Enfrentamiento entre sectores, sectores con Gobierno y no pasó la Ley.
La solicitud del TPS a Estados Unidos, la reconstrucción, las extradiciones, y hasta McAfee le vienen a agregar salsa a los tacos en plena época prenavideña. Estas son las vísperas.
Listos para el 13 Baktún, con comisiones oficiales, una comisión de los líderes espirituales mayas que llevarán a cabo sus propias actividades y otra comisión de poblaciones indígenas que auditará las actividades de Gobierno. Estas son las vísperas.
¿Por qué digo que son las vísperas? Porque el primer Katún de la nueva era lo arrancamos sin cédula de Ubico, con nuevos impuestos por pagar a partir del 2013, más de 300 mil nuevos contribuyentes (principalmente de clase media urbana), impuesto de circulación duplicado, la implementación de la formación inicial docente, nuevamente la Ley de Desarrollo Rural Integral, seguimos con los conflictos socio-ambientales, la consolidación de la campaña presidencial 2015 y asambleas municipales del Partido Patriota en los primeros dos meses.
Si estas fueron las vísperas, cómo serán las fiestas. El desgaste del Presidente y del Partido Patriota es demasiado grande y no han cumplido aún el primer año de gobierno. Ya perdieron a su primer diputado, se les distanció el sector empresarial organizado y los sectores populares no los tragan aún. La cosa se mira trompuda. Si le pareció “interesante” el fin de esta era, agárrese para el inicio de esta nueva era.
Dios los bendiga y les recuerdo que toda la gloria, la honra y el honor son siempre para Jesús.
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