Como sociedad somos un reflejo de cada uno de esos pequeños gestos que compartimos a diario. Cada mañana al despertar, verte en el espejo, saludar a tu pareja, tus hijos, tus papás, transmites una actitud. Esos gestos son Guatemala.
Cambio yo, cambia mi familia, cambia mi sociedad, cambia MI PAÍS. Este es el mensaje principal que nos transmite la iniciativa “Gestos que cambian vidas”. Esta es una iniciativa de Fábrica de Sonrisas en la celebración del quinto aniversario de su formación. Es voluntario. Es personal. Es contagioso.
Podemos pasar nuestra vida quejándonos del juego que nos repartieron para el juego de cartas; o hacemos el mejor esfuerzo con el juego que nos tocó. No es conformarnos, es adaptar nuestra actitud para sacarle el máximo posible a nuestra realidad y en el proceso cambiar nuestra realidad.
Sí, yo sé, hay problemas estructurales que debemos atender. Sí, yo sé, no todo lo voy a resolver “solo con que yo cambie”. Pero si yo no cambio, poco o nada cambiará. Especialmente mi actitud. Sí, yo sé, hay quienes no les gusta que hagamos esfuerzos de transformación de lo individual a lo colectivo. Sí, yo sé. Igual seguimos intentando. Prefiero eso que seguir sentado sobre mis manos viendo, escuchando y leyendo las quejas. ¿Se quieren picar el hígado y escribir otra vez comentarios con insultos? No hay problema. Pequeños gestos cambian vidas.
Fábrica de Sonrisas nos lanza un reto. Nos plantea que a diario podemos hacer pequeños gestos que cambian vidas. Saludar. Ser cortés en el tráfico. Dar comida a quien lo necesite. Abrazar. Aplaudir. Decir gracias. Pedir por favor. O simplemente sonreír (esa es su especialidad).
¿Dónde lo puede hacer? En su casa, en su trabajo, en su escuela/colegio/universidad. En su barrio/colonia/aldea. En la calle. En un parque. En el gimnasio. En cualquier lugar y en todo lugar. No hay distinción por edad, sexo, etnia, religión, ideología o cualquier otra diferencia socioeconómica ni ubicación geográfica. Es voluntario. Es personal. Es su decisión.
Desde Propuesta Urbana hemos venido trabajando en dos áreas de nuestras ciudades. Comprendimos hace más años que debemos trabajar en construir ciudades para la gente y en construir gente para las ciudades. Construir Ciudad + Ciudadanía.
Las ciudades debemos diseñarlas, rediseñarlas, construirlas y reconstruirlas con la persona como su razón de ser. Desde su diseño urbano, su infraestructura, servicios públicos y herramientas urbanas. Pero también debemos trabajar en formar ciudadanos para poder convivir en entornos de mayor densidad poblacional que pueden generar tensión social. Esta tensión social deriva en conflictividad social y más frecuente de lo que quisiéramos, en violencia. Por eso debemos formar ciudadanía. Reglas básicas de convivencia. Pequeños gestos que cambian vidas.
Construir ciudadanía significa aprender a convivir en espacios más reducidos. Implica aprender que no solo tenemos derechos y que los demás también tienen derechos. También debemos aprender que vivir en sociedad implica reconocer que también tenemos obligaciones dentro de ese tejido social. Aprender a respetarnos, tratarnos con cortesía o simplemente saludarnos y sonreírnos.
Por eso celebro el 5º aniversario de Fábrica de Sonrisas, aplaudo su nueva iniciativa de Gestos que cambian vidas y creo firmemente que si Cambio yo, cambia mi familia, cambia mi sociedad y a partir de esto cambia MI PAÍS.
Espera pronto la CADENAYOASUMO. La transformación empieza en MÍ. ¡Tú tienes el poder de impactar positivamente tu vida y la de las personas a tu alrededor!
Dios los bendiga y les recuerdo que toda la gloria, la honra y el honor son siempre para Jesús.
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