El diputado del partido TODOS, Ronald Arango, al hablar sobre la Ley de Tarjetas de Créditos y la necesidad de controlar los cobros abusivos, afirmó que “Hay 40,000 personas arraigadas por deudas de las tarjetas de crédito”, durante una entrevista en Canal Antigua.
Arango no precisó la fuente de esa información durante la entrevista, y no respondió a las llamadas de Plaza Pública para verificar el dato. La afirmación del legislador es “falsa”, ya que según las estadísticas de la Dirección General de Migración de Guatemala (DGM), en la actualidad hay 13,669 personas arraigadas por deudas de tarjetas de crédito.
Según Migración, el año pasado la cifra de arraigos disminuyó. En 2013, la institución reportó 40,248 personas arraigadas, de las cuales 33,177 eran por deudas de tarjetas de crédito y bancos. En 2014 hubo 23,135 arraigos y 15,960 correspondían a compromisos financieros. Al 25 de octubre de 2015, la DGM contabiliza 20,105 arraigos; 13,669 por deudas crediticias.
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Hasta la semana pasada, el Congreso de la República aprobó la iniciativa de ley 4651, conocida como Ley de Tarjetas de Crédito, propuesta por el legislador del bloque independiente Luis Alberto Contreras Colindres, con el apoyo de otros diputados que realizaron reformas a la ley; entre ellos, Ronald Arango que en 2013 presentó una iniciativa similar.
El inciso del decreto que generó mayor discusión fue el que establece un límite a la tasa de interés por consumos y moras debido a que contradice a la Ley de Bancos que en el artículo 42, establece la libertad para pactar los intereses. A pesar de la contradicción, los congresistas acordaron que las tasas de interés anual no podrán exceder el doble del último valor registrado por el Banco de Guatemala (Banguat) que en septiembre se situaba en 13.13%, lo que significa que las entidades bancarias no podrán cobrar más de 26% de intereses a los usuarios.
También se prohíbe que el monto del crédito sobrepase el sueldo del tarjetahabiente; que se cobren intereses adicionales por comisiones u otros servicios; se permite pagar las deudas en cuotas más accesibles para el usuario, y se crea el delito de clonación de tarjetas penado con 10 años de cárcel.
Carlos González, economista y analista en la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), cree que la reducción de arraigos se debe a que las personas son más conscientes en el manejo de las tarjetas de crédito, pero destaca que es necesario analizar la tendencia que mantiene las deudas crediticias como primera causa de arraigo.
El experto opina que se requiere una mejor labor de formación financiera para los ciudadanos. “Hay personas que tienen más de una tarjeta, y deben en dos o cuatro entidades bancarias, sin tener el cuidado de no endeudarse más allá de la capacidad de pago. Esto redunda en caer en mora; y si hay mora, hay demanda y viene el arraigo para forzar la recuperación de los fondos. Y así el círculo vicioso se repite”.
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