Joaquín Orellana es un tremendo ser humano. Joaquín Orellana es un inmenso genio. Y no hay exageración alguna en ninguna de las dos afirmaciones. No exagero, en definitiva, si digo que Orellana es uno de los grandes genios de la humanidad que todavía comparte este aire enrarecido con nosotros. Pensar en su obra, y en el Gilgamesh, y en Bach, y en Li Po es justo. Pienso en Orellana y acaso el verbo deba de ser sentir, antes que pensar, sentimos su obra, sentimos vibrar esas voces de madera, de metal, de tiempo y enjundia, enjundia es otra palabra que le queda bien al maestro.
Y bien, Guatemala es un país que aporta, sin descanso, al corazón de la humanidad. Si pudiéramos cuantificar el aporte en términos de resistencia, de pasión, de entrega a la vida, tendríamos una montaña inmensa de números a nuestro favor, esa montaña se volvería verde (azulado si la viéramos de lejos) y lentamente se llenaría de vida aquella montaña de números que representaría el aporte al espíritu de la humanidad que desde estos territorios enunciamos. Si algo puede caracterizarnos es ser esa máquina inagotable de sentido, y cuando digo sentido me refiero a dar sentido, a cargar de sentido este mierdero esquizofrénico en el que vivimos, por ejemplo; pero también me refiero a un sentir, a una sensación, maquina inagotable de sentirnos, afortunadamente el español nos regala esa polisemia en sentido, porque vaya si no habla de este lugar y de este tiempo. Y acá donde pasan todos estos actos creativos -cotidianos, combativos y necios- también pasa que la muerte tiene su propio reino, y es un reino bien hijo de la gran puta, y sabemos que en el muy noble y muy leal reino de la muerte de este país, hay dos cosas que pueden sumergirte en un verdadero infierno: un problema jurídico y un problema de salud. Y las garantías se limitan a una, le garantizamos que va a comer mierda.
Pero para abandonar un poco la escatología, sucede que en el desamparo sistémico en el que vivimos, pues un genio inmenso, como Joaquín Orellana, o como Isabel Ruiz, o como Roberto Cabrera, por poner ejemplos cercanos, al enfrentarse a un problema de salud, se enfrentan al vacío, y muchas veces, estos genios, se suman, como en el caso de Cabrera, a otra montaña inmensa a la que le crece también verde encima, la montaña inmensa de nuestros muertos, la obscena montaña de la muerte que no debía de ser, la muerte injusta, la muerte indigna, la muerte por abandono, que será, la mayoría de nuestras muertes. Nuestros genios, nuestros hermanos, nuestras madres, vecinos, compañeros, los guatemaltecos hacemos cola al pie de esa montaña.
y sin embargo, darle sentido a esas montañas también es tarea, hacer que la muerte llegue digna, llegue a los ojos y no a la nuca, también tiene que ver con lo que el arte, total, Junajpú e Ixbalanque también eran nietos de los señores de Xibalbá. Y en esas estamos, tratando, el arte ha sido el seguro social del arte, Saturno devorando a sus hijos. El Nuevo museo de arte contemporáneo, Numu (http://www.elnuevomuseo.org/), está promoviendo una campaña de crowdfounding para documentar la obra del gran maestro Orellana y para aportar a construir un mínimo de condiciones dignas (de salud, de bienestar) para este genio de la humanidad. Gestionado por Stefan Benchoam y Alejandro Torun, este esfuerzo cuenta con el apoyo de artistas inmensos como Carlos Amorales, Alberto Rodríguez, Akira Ikezoe, y de la mara que está apoyando de 10 en 10 de 50 en 50 dólares, de 5 mil en 5 mil, lo de Joaquín Orellana no es un asunto humanitario, es un asunto de la humanidad. Vale mucho la pena este esfuerzo, la necedad de insistir en que todavía es posible la vida, y de eso se trata este crowdfounding, y de eso trata la obra de Joaquín.
Acá pueden sumarse a la campaña
https://www.kickstarter.com/projects/591803500/lets-make-art-history-and...
acá pueden conocer más de la obra del maestro Orellana
http://joaquinorellana.org/
y acá pueden entrar a la página del ministerio de cultura
www.mcd.com.gt
ups perdón es esta
www.mcd.gob.gt
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