Yo creo que hay otras opciones. Así que, en lo primero, la búsqueda de la justicia y resarcimientos, que básicamente es una lucha contra la impunidad, pongo mis fichas, las de la esperanza, las de mis pocas certezas, las de las enormes dudas; todas juntas las pongo del lado desde donde se intenta construir institucionalidad.
Por eso, decidí suscribir y transcribir el comunicado que un diverso grupo de ciudadanos guatemaltecos, cuyos nombres están listados al final, hizo publicar el día de hoy. Aún hay mucho que discutir, visualizar y comprender. Pero ahora, hoy, esto me parece importante.
COMUNICADO
La verdadera paz nace de la justicia
En las últimas semanas, la ciudadanía se ha visto inmersa en un fuerte, aunque necesario, debate en torno al juicio por genocidio. Sin embargo, más que argumentar sobre los méritos del caso, los ataques se han centrado en la persona e intenciones de los promotores del juicio. Si queremos reconciliación, tendremos que conocer y condenar los actos injustos del pasado y a sus perpetradores, y dar voz a las víctimas. Callar sólo atenta contra la sociedad y la legitimidad del Estado de Derecho.
Hubo actos de genocidio
El conflicto armado no fue un genocidio en su totalidad, pero sí hubo entre 1980 y 1983 actos de genocidio contra pueblos indígenas. Esto no está a debate, pues fue constatado por la Comisión para el Esclarecimiento Histórico; y, a pesar del nivel de crueldad y saña, tales actos de exterminio no fueron excesos individuales, sino medidas institucionales racionalmente planificadas y ejecutadas. La Ley de Reconciliación Nacional no concedió amnistía por genocidio, por lo que pueden llevarse a cabo juicios sobre los hechos.
Una paz sin justicia
El proceso de Paz entre guerrilla y Estado no sólo buscaba terminar el enfrentamiento y reconciliar militares con guerrilleros. Buscaba también reconciliar a los guatemaltecos y sanar el dolor de la violencia contra la población civil. La amnistía sirvió para cerrar el enfrentamiento, pero no la confundamos con reconciliación, ni justicia. El conflicto terminó, pero debemos seguir construyendo la paz para todos.
Para que el enfrentamiento no volviera, se propusieron cambios sociales y económicos, y rescatar la memoria histórica. Sin embargo, la desigualdad, el racismo, la exclusión, la pobreza y la conflictividad persisten. La reconciliación se quiso conseguir sin justicia, y en silencio.
Un juicio determinante
El juicio nos permite escuchar a las víctimas, conocer los hechos, reconocer la responsabilidad de los mandos superiores para no repetir la historia. No se trata de juzgar al ejército, ni sólo juzgar soldados, ni siquiera juzgar sólo militares. Se trata de afirmar una justicia igual para todos, que deduce responsabilidades dentro del debido proceso.
Contrario a muchos planteamientos el juicio no es una amenaza, ni responde a una supuesta sed de venganza. La verdadera amenaza es la vieja herida que sigue sin sanar, y la negativa a curarla.
Buscar justicia es una aspiración legítima y preocupa que quienes promueven el juicio sean amenazados con fantasmas de violencia política, o invocando conspiraciones externas.
Este juicio pone a prueba la imparcialidad de los operadores de justicia y presenta una oportunidad excepcional para fortalecer el sistema de justicia. Aquí se demuestra la capacidad del país de construir un futuro con democracia y paz.
Queremos paz con justicia
Más que distraernos con amenazas, si queremos paz debemos construir una Guatemala justa. Consolidemos nuestro sistema jurídico y el Estado de Derecho y respetemos el proceso judicial. La paz legítima es resultado de la justicia.
Alba Cecilia Mérida, Alejandra Herrera, Alejandro Flores, Alicia C. Herrera L., Álvaro Esteban Pop, Amelia Taracena, Amílcar Leonel Dávila Estrada, Ana Gabriela Colorado Comparini, Ana Lucrecia Molina Theissen, Ana Ponciano, Anabella Acevedo, Antonio José Romero F., Brenda L. Hernández, Byron Garoz, Carlos Antonio Mendoza Alvarado, Cecilia Garcés, César Ramiro García, Claudia Verónica López Robles, Daniel Roberto Otzoy García, Delmi Garrido, Dorotea Gómez Grijalva, Edgar Rolando Barillas, Elizabeth Moreno, Emma Chirix, Engler Leonardo García Tubac, Erandy Reséndiz, Etienne Roy Grégoire, Félix Alvarado, Flor de María Castañeda Maldonado, Francisca Gómez Grijalva, Gabriela Ávila Álvarez, Gladys Bala, Glenda García García, Gustavo Estrada Galindo, Helen Mack Chang, Helena Solares, Helvi Mendizabal, Henry Alfredo Tocay, Ilka Oliva, Irene Mendoza Sagrera, Iris Carolina Sosa Pérez, Isaac Sánchez, Ivonne Solorzano Castillo, Jorge Mario Rodríguez, Jorge Santos, José Moreira Ramírez, Joseline Carías Galeano, Juan Ángel García Tubac, Juan Carlos Vázquez Medeles, Juan Pensamiento Velasco, Karen Ponciano Castellanos, Karin Slowing Umaña, Karina García Ruano, Karla Estrada Sosa, Laura Elena Corona, Laura Rosa Nelly León Noriega, Leonel Barrios Lopez, Libertad María Eugenia de León Castellanos, Ligia Ixmucané Blanco, Ligia Z. Peláez Aldana, Lilia Hernández Albarrán, Lily Muñoz, Linda S. Leger, Lorena Rodas, Lucía Terron Gomez, Lucrecia Hernández Mack, Luis Alfredo Monzón Hernández, Luis Pedro Taracena, Luz Méndez Gutiérrez, Ma. Verónica Sajbin Velásquez, Manolo E. Vela Castañeda, Manuela Camus, Marcelo Coj, Margarita Cossich, María Consuelo Pérez Arenales, María del Carmen Orantes, María Miriam Manrique, Maria Regina Firmino-Castillo, María Victoria García, Maricruz García, Mariel Aguilar, Marla Muj García, Marlon Estuardo Urizar Natareno, Matilde Gonzalez, Merlin Sosa Pérez, Mina Lorena Navarro, Morna Macleod, Nelly de la Torre, Noemi González, Oscar H. Gatica G., Patricia Cortez, Patricia Hernández Soto, Pedro Alfonso Romero García, Rachel Sieder, Raúl Figueroa Sarti, Raúl Salazar Vides, Rosa Tock, Ruth Betsabé Ovando, Ruth Piedrasanta, Samuel Perez-Attias, Sandra Echeverría De León, Sanne Weber, Santiago Bastos, Sara Dalila Arévalo Vásquez, Sergio R. Reyes, Silvina María Romano, Tomás Rosada, Virgilio Alvarez, Vivian Salazar Monzón, Walter Flores, Xavier Soria J., Ximena Morales.
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